Viernes, 20 de Septiembre 2024
Cultura | La escritora discierne sobre la censura

Herta Müller ya está en Guadalajara

Ofrece una conferencia de prensa como representante de la delegación alemana en la FIL

Por: EL INFORMADOR

La escritora Herta Müller ofreció una conferencia de prensa a su llegada a Guadalajara.  /

La escritora Herta Müller ofreció una conferencia de prensa a su llegada a Guadalajara. /

GUADALAJARA, JALISCO (25/NOV/2011).- Conoce las diferentes caras de la censura porque las ha visto de frente. Su obra fue silenciada por la dictadura rumana de Nicolae Ceausescu y su vida limitada, la escritora rumana-alemana y ganadora del Premio Nobel de Literatura 2009, Herta Müller, afirma que las carencias económicas también son otra manera de reprimir al individuo.

“La pobreza es un medio para mantener pequeña a la gente”, dice la autora de Todo lo que tengo lo llevo conmigo durante la conferencia de prensa que ofreció en la ciudad la tarde del viernes. Expresa que la censura existe en todas las dictaduras y en los estados religiosos, “pienso que no sólo existe en el arte. Siempre la sentí en Rumania, donde toda la sociedad estaba reprimida”.

Recuerda que tenían zapatos y ropa de mala calidad y ni siquiera había aspirinas en las farmacias. “Ésas carencias eran censura”, apunta Müller (Nitzkydorf, Rumania, 1953).

Explica que la pobreza hace que las personas sólo enfoquen en satisfacer sus necesidades, “era un plan para que la gente no pudiera pensar en otras cosas”.

Ahora, ella viste traje blusa y pantalón negros, unos lentes de pasta negros le funcionan como diadema, se los quita y los deja en la mesa para responder en alemán, su lengua creativa, algunas preguntas sobre el papel de las palabras en las dictaduras.

Las censuras llevaron a la autora Premio Nobel de Literatura 2009 a dejar su país y establecerse en Alemania, nación donde radica desde hace más de 20 años. “La migración está en todos lados y se da por necesidades porque no puedes vivir ahí por razones económicas o políticas. Me fui de Rumania por esas razones y desgraciadamente hay millones de personas que están migrando por el mundo y arriesgan su vida para sobrevivir”. Dice que también conoce el exilio, ya que durante dos años (1987-1989), lo vivió.

Para Müller, cualquier libro ilumina las dictaduras y la literatura puede describir el sufrimiento de las naciones. Recuerda que los pueblos también dañan a su gente, “algunos rumanos torturaron a otros rumanos. Pero la literatura lo que puede hacer es describir esas cosas y cómo funcionan, muchas personas lo han descrito”.

Al ser cuestionada sobre la fuerza de las palabras de los dictadores, la autora de El hombre es un gran faisán en el mundo expresa que todo está en la presencia de las palabras de un dictador, las cuales están en todos lados, y los medios de comunicación las replican. Además se mantienen porque la voz de los otros no es escuchada. Advierte que uno de los riesgos es que “el lenguaje se infeste del lenguaje de las dictaduras”. Comenta que las palabras creadas por los nazis no se pueden usar y es como si no se hubiera usado nunca. “Después de las dictaduras, el lenguaje requiere un tiempo para recuperarse”.

EL INFORMADOR / MAYRA TORRES DE LA O

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