Herta Müller gana por sorpresa el Nobel de Literatura

GUADALAJARA,JALISCO.- La memoria, la resistencia, el autoritarismo, el extrañamiento, la angustia personal, la claustrofobia política, la fuga, la violencia del grupo sobre el individuo… Son algunos de los temas clásicos en el palmarés del Premio Nobel de Literatura que regresan, esta vez, de la mano de una autora poco conocida para los lectores mexicanos: la novelista, poetisa y ensayista rumano-alemana Herta Müller (Nitchidorf, 1093).

“Estoy sorprendida y todavía no me lo puedo creer. De momento no puedo decir más”, declaró Müller en una primera reacción difundida por su editorial alemana Hanser. Ya antes, al recibir la noticia a través del secretario permanente de la Academia Sueca, Peter Englund, la escritora dijo que se había quedado sin habla, aunque esperaba recuperarla a más tardar el 10 de diciembre, cuando le sea entregado en Estocolmo el premio dotado con 10 millones de coronas suecas (1.4 millones de dólares).

Para la Academia Sueca, Müller, “con la concentración de la poesía y la franqueza de la prosa, describe el paisaje de los desposeídos”. Lo cierto es que su obra encarna en buena parte el destino de las minorías alemanas en los países del centro de Europa que, tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, en muchas ocasiones tuvieron que pagar por partida doble las culpas del nacionalsocialismo.

El efecto Ladbrokes se repite

Cuando faltaban 24 horas para que se diera a conocer el Nobel, numerosos blogs y más de una casa de apuestas señalaba a Müller como posible dueña del galardón. El caso es sospechosamente parecido al del año pasado con Le Clézio: Müller había pasado en apenas 48 horas de tener un 50/1 a un 7/1 en las apuestas de la casa Ladbrokes. A una hora del fallo, la autora encabezaba la lista de favoritos empatada con Amos Oz con un 4/1.

La cronista de las minorías y los desposeídos del Este

Considerada la cronista de la vida cotidiana en la dictadura, Müller ha urdido una serie de novelas marcada por la represión, el miedo y la persecución, sentimientos y experiencias que vivió durante su infancia bajo el régimen de Ceausescu.

La escritora, que vive en Berlín desde 1987, nació en 1953 en la parte banato suabia de Rumanía, siendo su lengua materna el alemán. En 1976, tras sus estudios de filología germánica y románica, inició su vida profesional como traductora en una fábrica de maquinaria. Cuando se negó a colaborar con el servicio secreto, empezó un calvario de persecuciones e interrogatorios que culminó en su prohibición de viajar y publicar.

En 1982 publicó su brillante ópera prima, En tierras bajas. En 1987 se trasladó a la República Federal de Alemania, para instalarse posteriormente y de forma definitiva en Berlín. Desde entonces, y a través de sus libros, ha creado puentes entre las culturas a las que pertenece. Müller ha ejercido como profesora invitada en las universidades de Lisboa (Portugal) y Warwick (Reino Unido).

La escritora es autora de novelas como La piel del zorro y La bestia y el corazón y de ensayos como El rey se inclina y mata. Todos ellos abordan la vida bajo un régimen totalitario, aunque también tratan temas como la emigración. Como ella misma explica, estas cuestiones y sentimientos son aplicables no sólo a Rumanía, puesto que están “fuera de un emplazamiento geográfico”.

En su última novela, Atemschaukel, finalista del Premio del Libro Alemán 2009, cuenta la historia de un chico de 17 años que después de la Segunda Guerra Mundial es llevado por los rusos para ayudar en un campo de trabajo a la reconstrucción de la Unión Soviética, en un destino que compartieron muchos miembros de la minoría alemana.

Herta Müller posee otros prestigiosos galardones como el Weimar, el premio de literatura de la Fundación Konrad-Adenauer. En 2005 le fue otorgado el Premio de Literatura Berlinés y en 2006 el Premio Würth para Literatura Europea y el Premio de Literatura Walter-Hasenclever. Sus novelas se han traducido a una veintena de lenguas.


MUJERES DE NOBEL

Herta Müller es la duodécima mujer que cuenta con el máximo galardón de las letras. Sus antecesoras fueron Selma Lagerloef (Suecia) en 1909, Grazia Deledda (Italia) en 1926, Sigrid Undset (Noruega) en 1928, Pearl Buck (Estados Unidos) en 1938, Gabriela Mistral (Chile) en 1945, Nelly Sachs (Alemania-Suecia) en 1966, Nadine Gordimer (África del Sur) en 1991, Toni Morrison (Estados Unidos) en 1993, Wislawa Symborska (Polonia) en 1996, Elfriede Jelinek (Austria) en 2004 y la escritora británica Doris Lessing, galardonada en 2007.


MÁS DE UN SIGLO DE GALARDONES

El primer Premio Nobel de Literatura fue concedido en 1901 al poeta y filósofo francés Sully Prudhomme, quien mostró la “rara combinación de las cualidades del corazón y el intelecto”.

Con los años, el galardón ha distinguido las obras de autores de muy diferentes lenguas y procedencias culturales. El premio ha sido entregado a maestros desconocidos y autores consagrados. En total, 101 premios Nobel de Literatura han sido concedidos desde 1901.

En las últimas ediciones han sido galardonados el escritor francés Jean-Marie Gustave Le Clézio (2008), la británica Doris Lessing (2007), el turco Orhan Pamuk (2006), el británico Harold Pinter (2005), la austriaca Elfriede Jelinek (2004), el surafricano John M. Coetzee (2003), el húngaro Imre Kertész (2002), el británico nacido en Trinidad V. S. Naipaul (2001), el francés de origen chino Gao Xingjian (2000), el alemán Günter Grass (1999), el portugués José Saramago (1998), el italiano Dario Fo (1997), la polaca Wislawa Szymborska (1996), el irlandés Seamus Heaney (1995), el japonés Kenzaburo Oe (1994), la estadounidense Toni Morrison (1993), el caribeño Derek Walcott (1992), la surafricana Nadine Gordimer (1991) y el mexicano Octavio Paz (1990), último escritor en español galardonado con este premio.


“Estoy sorprendida y todavía no me lo puedo creer. De momento no puedo decir más”, Herta Müller (ganadora del Premio Nobel de Literatura 2009).