Hermanas Orozco pintan de azul el Museo Nacional de San Carlos

CIUDAD DE MÉXICO (24/JUN/2012).- Con una prosa que al aportar una visión femenina refresca el costumbrismo literario, la soprano mexicana Regina Orozco leyó, a su modo, la obra "Azul rey, azul reina", escrita por su hermana Rebeca.

Celebrado en el Museo Nacional de San Carlos (MNSC) en esta ciudad, el recital contó con la voz de la diva del cabaret, quien ofreció fragmentos de esta publicación, a un público que quedó encantado.

En el marco del ciclo "Leo... luego existo", que organizado por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) busca promover el hábito de la lectura, la cantante atrapó los oídos y las miradas de los asistentes.

En el libro, publicado en el 2002 por el Instituto Mexiquense de Cultura, la escritora narra pequeñas historias que remiten a las fechas importantes del calendario en México.

Es el caso de sus "miércoles de ceniza" y "quemas de Judas", los días patrios dedicados a la bandera y la Independencia; los que se ofrecen a la virgen y a los muertos; o los que traen la algarabía de las posadas, el año nuevo y la Rosca de reyes.

De buen humor y bromista, Regina Orozco leyó textos como "Los Niños Héroes", en el cual se relata la lucha en campaña proselitista de dos mujeres que aspiran a ser la reina de Tlapixco.

Tras el empate en las urnas, la elección tratará de resolverse con una prueba de conocimientos en la que una de las candidatas no se sabrá el nombre del niño héroe que se arrojó envuelto en la bandera de México.

Al igual que el "Día de la Revolución", en el que Orozco desarrolló la historia de una anciana que sale en busca de su esposo Juancho, un revolucionario que no ha vuelto en 50 años y que no volverá.

En "Rosca de Reyes", otro de los textos, Orozco obligó al público a prometer que en la próxima lectura del programa "Leo... Luego existo", traerán al teatro a un conocido suyo al que le dé flojera leer.

En "Virgen de medianoche", destacó la voz de la soprano, quien a capella deleitó al grupo de asistentes.

Regina Orozco se dedica al teatro, particularmente en el formato de cabaret, aunque también ha probado su talento en la ópera de Bellas Artes, en montajes de clásicos como "Turandot", "Aída" y "Electra".

Sus dotes de actriz han quedado demostradas en películas como "De tripas corazón" y "Profundo carmesí", que bajo la dirección de Arturo Ripstein le hizo ganar un Ariel y la nominación como Mejor actriz en el Festival de Cine de Venecia.