‘Hay que dejar a un lado el pasado’: Oppenheimer

GUADALAJARA, JALISCO (29/NOV/2010).- Para Andrés Oppenheimer, la educación es algo demasiado importante como para dejarla en manos de los gobiernos por muchos de ellos sólo ven “hacia la próxima elección”.

Ese es el argumento de su nuevo libro ¡Basta de historias!, presentado en el marco de la FIL, libro en el que Andrés Oppenheimer menciona que en todos los países latinoamericanos la obsesión por el pasado es un fenómeno que zanja la visión hacia el futuro y que limita el enfoque con la ciencia y la tecnología.

“Todos los gobiernos latinoamericanos saben del problema; pero por más bien intencionados que sean no hacen nada. El que quiere invertir en perfeccionamiento docente, su jefe de gabinete le dirá que tienen una elección al año siguiente. Y si no se invierte en cosas que salen en la foto”.

Al referirse a México advirtió  que al entrevistar a la líder del Sindicato de Trabajadores para la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, ella misma acepta que hay plazas compradas y corrupción en el sindicato y que le duelen las críticas.

Además, señaló que sigue en espera de que Elba Esther Gordillo cumpla la promesa que le hizo personalmente de proporcionarle el presupuesto del SNTE, mismo que nunca ha dado a conocer su estado financiero. La cantidad que refiere Oppenheimer del presupuesto anual del sindicato es de cuatro mil 700 millones de dólares.

La cifra de la que habla en el libro le fue proporcionada por el ex tesorero de la SEP, Julio Castellanos, aunque consideró que sigue siendo un misterio.

Afirmó que los gobiernos latinoamericanos prefieren invertir en el puente, en el camino, en el muro de la escuela que en mejorar la calidad educativa.

Mencionó que sólo tres de cada mil niños mexicanos pueden competir en los exámenes internacionales de calidad educativa mientras que en países como Corea del Sur la cifra alcanza los 182 niños de cada mil.

Para el periodista argentino “los asiáticos nos están pasando como aviones porque están guiados por el pragmatismo y el futuro, mientras que en América Latina seguimos en la ideología y el pasado”.

Agregó que los países asiáticos actúan con humildad y están provistos de una “paranoia constructiva de qué está haciendo el de al lado”, mientras que en los países latinoamericanos se habla con lenguaje triunfalista y poco humilde.

Para la publicación, el autor hizo más de 200 entrevistas entre que van desde el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, Bill Gates, hasta la presidenta de Finlandia, uno de los países con los mejores índices en calidad educativa.

En el libro habla de las experiencias de países en que han surgido movimientos civiles como Brasil, en el que relata que los empresarios se unieron para poner la educación en el centro de la agenda política.

Por último, señaló que el problema de los “ninis” es un drama latinoamericano y un escándalo que es imposible soslayar.