Martes, 26 de Noviembre 2024
Cultura | Literatura. Centenarios a conmemorar

Grandes plumas a celebrar este año

Este año, en abril, se cumplen 400 años de la muerte de dos de los más importantes escritores de las letras española e inglesa: Cervantes y Shakespeare

Por: EL INFORMADOR

Miguel de Cervantes. El autor escribió la gran obra del español: 'El ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha'. ESPECIAL / WIKIMEDIA

Miguel de Cervantes. El autor escribió la gran obra del español: 'El ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha'. ESPECIAL / WIKIMEDIA

GUADALAJARA, JALISCO (06/ENE/2016).- Dos de los pináculos de la literatura inglesa y española, Shakespeare y Cervantes, celebran este año su aniversario luctuoso número 400. De hecho, ambos escritores murieron técnicamente el mismo día: el 23 de abril de 1616 (técnicamente, ya que el 23 de abril en Inglaterra no correspondía al 23 de abril en España por el uso del calendario juliano).

Pero no son los únicos autores que serán recordados este 2016: Garcilaso de la Vega, Camilo José Cela y Elena Garro se unen a los festejos en su cuarto y primer centenario.

El gran clásico de los españoles

Miguel de Cervantes Saavedra, nacido en 1547, forjó el género de la novela tal y como la conocemos, con su sátira al mundo caballeresco ya en decadencia cuando escribió “El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha”, publicado a dos tiempos en 1605 y 1615 (y con una “segunda” parte apócrifa, de la que se mofa el propio Cervantes en la segunda parte verdadera).

El libro es la obra en español con más resonancia alrededor del mundo, al grado de que su fama ha hecho que Cervantes sea ligado al español: en otros idiomas, las palabras “la lengua de Cervantes” son sinónimo del castellano. Pero, por supuesto, “El Quijote” no fue la única obra del Manco de Lepanto. Pero antes, ¿por qué el apodo del “Manco de Lepanto”? Además de la pluma, Miguel de Cervantes tomó la espada: fue soldado en batalla contra los turcos, donde el futuro escritor perdió un brazo. Además de terminar herido, durante su viaje de regreso a España se demoró más de la cuenta, ya que también cayó preso: pasó cinco años tras las rejas.

Pero las vicisitudes no amainaron el espíritu imaginativo de Cervantes: ya con una sola mano pero con mucha imaginación, Cervantes se dedicó a la creación de una bibliografía sólida. Aunque coqueteó con el teatro y la poesía, su destino estaría ligado a la novela, con libros como “La Galatea”, “Los trabajos de Persiles” y “Sigismunda”, el propio “Quijote” y “Novelas ejemplares”, una colección de novelas cortas.

El hombre y sus tragedias

En ese mismo sentido de un idioma ligado a un escritor, “la lengua de Shakespeare” refiere al inglés, ya que este lenguaje anglosajón debe mucho al bardo nacido en 1564. A diferencia de Cervantes, William Shakespeare posee una biografía más esquiva: se sabe que fue un actor, pero incluso se especula sobre la veracidad del dato, pues hay estudios que adjudican sus creaciones a otros hombres de letras de la época.

El hombre conocido como William Shakespeare es un escritor sin igual, desde cualquier punto de vista: los lexicógrafos del inglés le deben mucho, ya que sus textos registran las primeras apariciones de miles de palabras. Algunas de ellas son neologismos que el propio William creó, otras tantas son palabras coloquiales que se usaban de forma oral y que encontraron cabida en los versos de sus obras. He ahí otra virtud de sus creaciones: ante todo, Shakespeare es un poeta, un versificador nato que imponía a sus obras un ritmo y una métrica ejemplar.

“Macbeth”, “Hamlet”, “Romeo y Julieta”, “Ricardo III”, “El mercader de Venecia…”, su legado asciende a poco menos de 40 obras de teatro (sin contar las atribuidas); pero además, de su pluma también surgieron poemas, con una buena cantidad de sonetos, e incluso poemas narrativos (“La violación de Lucrecia”).

La mirada en los incas

Hay una tercera coincidencia en las letras y las pérdidas del 23 de abril de aquel 1615: el escritor Garcilaso de la Vega (apodado el Inca, para no confundir con el poeta) también murió ese día. Nacido en Cuzco en 1539, el Inca Garcilaso de la Vega se dedicó a la historia, con tintes literarios, del encuentro entre dos mundos.

Dado su origen, el énfasis está en la zona del Perú. Sus obras más célebres fueron “Comentarios reales de los incas” e “Historia General del Perú”, continuación de la primera: ambos son libros básicos para quien se acerca a la literatura y a la historia en el periodo Novohispano.

El poder de la palabra

Ganador del Premio Nobel de Literatura en 1989, Camilo José Cela fue un prolífico escritor español.

Nació en mayo de 1916, este originario de Iria Flavia también recibió los máximos galardones para el arte de las letras en español: el Premio Cervantes 1995 y el Príncipe de Asturias de las Letras en 1987.

En su centenario sus obras cumbre volverán a los reflectores: su libro debut fue “La familia de Pascual Duarte”, publicado en 1942 y que sigue vigente entre los lectores. En un ambiente de posguerra luego de la guerra civil que instaló al dictador Francisco Franco en el poder, el libro se adscribe al naciente movimiento literario conocido como tremendismo, suerte de conglomerado de las tradiciones narrativas en la península. Un decenio después, Camilo José Cela publicó otra novela inserta en ese mismo ambiente sombrío: “La colmena”, texto polifónico con cientos de personajes de los que Cela expone su situación social.

El autor publicó otra docena de novelas, entre las que destaca “Mazurca para dos muertos”, celebrada con el Premio Nacional de Narrativa a comienzos de los ochenta. Su obra no se detiene en la novela larga, ya que también ejerció la escritura de libros de viajes, poemas, cuentos y novelas cortas.

La fuerza de Garro

La escritora mexicana Elena Garro cumpliría el 11 de diciembre los cien años de vida. Fallecida en 1998, la primera esposa de Octavio Paz vivió con el estigma de un ex esposo que lideró las letras nacionales buena parte del siglo XX.  Aun así, su exitosa novela “Los recuerdos del porvenir” la hizo merecedora del prestigioso Premio Xavier Villaurrutia en 1963, un premio atípico en México al ser entregado a libros publicados y tener como jueces otros escritores.

Garro continuó publicando cuento, novela y teatro, a veces sin la atención merecida luego del divorcio con el Nobel mexicano. La autora recibió también el internacional Premio Sor Juana Inés de la Cruz, un par de años antes de morir.

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