González Gortázar graba en piedra su legado

GUADALAJARA, JALISCO (20/NOV/2013).- Fernando González Gortázar, el arquitecto que ha desatado críticas y aplausos por su terquedad y frenesí creativo, recibe este 21 de noviembre uno de los máximos reconocimientos que la sociedad académica jalisciense pueda entregar: el título Doctor Honoris Causa, otorgado por la Universidad de Guadalajara ( UdeG). Un homenaje que llega en vida al creador de la fuente Hermana Agua, enclavada desde 1970 en la colonia Chapalita. 

Fernando González Gortázar (Ciudad de México, 19 de octubre de 1942) es considerado por muchos como un pilar del diseño vanguardista del siglo XX, debido a su habilidad para manipular artísticamente el concreto y aventurarse con diseños que, en su momento, fueron catalogados como adelantados a su época, y en ocasiones, condenados a lo incomprensible. Además del acto protocolario a efectuarse en el Paraninfo universitario, su faceta como escultor urbano también será mostrada a través de la exposición Resumen del fuego, montaje de 361 piezas entre maquetas, planos, esculturas y fotografías, con el que el Museo de las Artes (MUSA) abre nuevamente sus puertas tras un periodo de remodelación y acondicionamiento. 

“El doctorado es un enorme motivo de alegría y gratitud, pero no me ensoberbece ni me llena de vanidad. En el momento en que uno se siente importante, es porque no lo es. No concibo que alguien tenga un cierto nivel humano y profesional al tener un sentimiento de superioridad sobre los demás. Yo no lo tengo”, despunta el arquitecto al añadir que la relación estrechada con Guadalajara nunca ha sido fácil, pero ahora con este reconocimiento —postulado hace más de año y medio por el entonces rector, Marco Antonio Cortés Guardado, con motivo de su galardón en el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2012— el arquitecto logra clarificar episodios opacos de su trayectoria, pues “compensa muchas de aquellas heridas y me reconcilia con un pasado que no siempre no ha sido fácil. Hace un cuarto de siglo que Gortázar no construye nada en Guadalajara, ciudad que lo arropó en su infancia y lo vio formarse como promesa de la arquitectura mexicana e impulsor de la escultura urbana, pues su última obra se remonta a la creación del edificio de la Policía municipal tapatía, construcción que junto a la elaboración de  Hermana Agua, han sido objeto de “descalificación, de burla y yo junto con ellas”.  Más allá de recriminar esos amargos episodios, Gortázar destaca las lecturas que el doctorado le brinda en diversas direcciones a modo de aprendizajes, por una parte el lidiar con una realidad que le gritó que la vida no siempre es rosa y que por el contrario tiene obstáculos, golpes bajos y sinsabores, pero también una oportunidad para aprender a ser libre y feliz. 

SABER MÁS
Para destacar

En 1966 obtuvo el título de arquitecto por la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Guadalajara. 

Antes de graduarse, González Gortázar se responsabilizó de la sección de artes plásticas en la revista “COTAL”, dirigida en ese entonces por Ernesto Flores, en 1965, y en la cual colaboró durante un año. 

González Gortázar es reconocido con el Gran Premio Henry Moore del Hakone Open-Air Museum en Japón, en 1989. 

En 1970 Gortázar construyó la fuente “Hermana Agua”, en honor a la fertilidad líquida de la colonia Chapalita que se localizaba en las avenidas de Las Rosas y López Mateos, a modo de manto acuífero. En diciembre de 2012, la obra fue rehabilitada.

El arquitecto y escultor Fernando González Gortázar ha participado en más de 20 exposiciones individuales y grupales en recintos de proyección nacional como el Palacio de Bellas Artes, el Museo Rufino Tamayo, la Galería Juan Martín o el Ex Convento de El Carmen en Guadalajara.

PARA SABER
La cita

Tanto la entrega del título Doctor Honoris Causa y la exposición “Resumen del Fuego”, se celebrarán este 21 de noviembre en las instalaciones del Paraninfo de la Universidad de Guadalajara a las 19:00 horas, mientras que el montaje será a las 20:30 horas en el Museo de las Artes. (Avenida Juárez, entre Enrique Díaz de León y Escorza).

FRASE

"La más profunda razón para ser arquitecto es soñar mundos mejores que puedan ser habitados y que conduzcan, acerquen o prometan la felicidad "

Fernando González Gortázar, arquitecto.

Una mente abierta a las nuevas ideas

Fernando González Gortázar adjudica el actual estado de gracia a que actualmente Guadalajara goza de una fresca alborada arquitectónica gracias a la creatividad e impulso de nuevos talentos y la apertura a nuevas ideas, después de algunas décadas de oscuridad y, que ahora, se visualiza un futuro más iluminado, con jóvenes arquitectos que tienen fe en sí, creen en lo que hacen y en la trascendencia de su labor. 

El arquitecto —quien también ejecutó la plazuela Clemente Orozco (cerca a los Arcos de avenida Vallarta) y La Espiga en la Ciudad de México— señala que hace falta liberar la memoria y desatenderse de las persecuciones a los ideales juveniles, pues es en éstos donde se encuentra, encamina y fortalece un rumbo más útil y valorado a la arquitectura.

“La arquitectura que en este momento se hace en Guadalajara goza de cabal salud. En todas las épocas, desde las más remotas hasta el día de hoy, se ha visto a los jóvenes como un problema, casi diría como una amenaza, como una generación desorientada y pienso que se han equivocado. Creo que uno tiene muy pocas ideas en su vida y que esas generalmente nacen en la juventud, después uno sólo las reelabora y quizá cada 10 años a uno se le ocurre una idea nueva. La juventud es la época de las ideas tempranas, de los altos sueños, de la valentía y capacidad de correr riesgos”.