Gilberto Domínguez, 21 años de carrera radiofónica

GUADALAJARA, JALISCO (09/NOV/2010).- Un martes por la mañana, una ocurrencia momentánea hace que Gilberto Domínguez recuerde que  en octubre cumplió 21 años de carrera radiofónica y algunos más de actor de teatro - 28 años – entretanto, cada una de las chaquetas, boinas y sombreros, cuelgan de cada uno de los clavos y percheros. En la mesa, la revista ''Nexos'' murmura noticias al lado de La lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp, una reproducción de la obra de Rembrandt en las páginas de un libro compilatorio.

Con una copa de vino tinto en la mano, saluda a sus íntimos huéspedes, sus macetas, quienes pasaron ya varios días en el interior de su departamento gracias a las obras de reparación que hacen fuera. Su compañía no ha sido corta, son varios los años, los sitios y las charlas.
 “Esta es una pequeña área de la casa donde se concentran ciertas cosas que me han acompañado, y que conservo con el fin de recordarme lo mejor de mí, porque no siempre tiene uno la virtud de voltear a ver esos aprendizajes y aprovecharlos. A veces la vida es un transcurso y uno no se detiene para reflexionar”, mencionó Gil (como sus alumnos lo conocen) con voz pausada y serena.

''El Saltaperico'', programa infantil que se transmitió por Radio Universidad de Guadalajara, y del que Domínguez Márquez fue creador, hace acto de presencia en una enorme foto en la que él se encuentra rodeado por los niños que participaron en el extinto programa, que inició transmisiones en los años noventa.

La amistad de David “El negro” Guerrero figura en el lugar, una fotografía hace testimonio y homenaje a su gran amigo y compañero por casi dos décadas, quién murió en 2009.

La cruz de Juárez un trabajo radiofónico en el que “Gil” participó en colaboración con Mario Mercuri y Vanessa Robles le valió poseer un cuadro más en sus muros, el del Premio CEMEX - Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) de 2003. “En realidad hay más cuadros que muros en esta casa y también hay más papeles que libreros”.

-¿Qué se necesita para tener vigencia en la radio después de 21 años?
-No dormirte en los laureles, la radio no ha inventado nada nuevo casi desde su creación, pero es necesario reapropiarse eso cada día. ¿Quieres hacer comedia? Pues reedítalo cada día.
En la radio das información, pero además provees expresión y con ella el punto de vista de lo que piensas sobre las cosas, si este mecanismo no se da, y – yo- solo- te- doy- información- entonces- que- cosa- sería- esto - como- en- el- texto- que- las- palabras- tienen- la- misma- distancia- cada una de otra.
Si las palabras en el papel existieran como nosotros las decimos, ¡entonces! tendrían otra cadencia, otra duración, otra estampa, por esto es distinto el acto del habla del acto de la escritura.

- ¿En la radio se debe ser temerario o conservador?
-Yo propongo que en la radio seas tú mismo ¡carnal! Si tú pretendes ser otro frente al micrófono, o frente a una cámara, ni con máscara te va a salir. Aquí hay que ser uno mismo, contestarte a las preguntas, ¿quién soy yo? ¿Qué hago aquí? ¿Cuál es mi propósito? La radio es demasiado intensa para improvisados. ¡Ojo! Caben todos, no solo los guapos, no solo los “güeros”, caben todos. En la radio caben los gangosos, caben los tartamudos. Quepo yo, que no quepas tú.

-¿Cuál es el rasgo distintivo de un periodista radiofónico?
-Yo distinguiría la voracidad por la historia. Es quién hace un periodismo más humano, que trata de rescatar la historia.
Si tú ves a alguien que como periodista se echa demasiadas “flores”, mientras más se eche desconfía más de él. El periodismo es un oficio muy noble. El periodista debe testimoniar la vida propia y la de otros pero en condiciones dignas. Ese ha sido mi pilar, mi premisa y la prefiero sobre otras.
Si tú te metes a los medios para ser “yo”, un súper “yo”, puede ser que encuentres triunfo, fama, dinero y muchas cosas, como también encuentras el infierno del “yo”, que es no saber realmente quién eres tú.

-¿A dónde va la radio?
La radio va mucho más allá del Hertzio y de la Antena. El lenguaje sonoro ya está permanentemente no sólo en los medios, sino que en la cotidianeidad. Es un lenguaje que construye muchas cosas.

Hay algo en la radio que es profundamente humano por eso no se necesitan tantos estudios para comprenderla, se necesita vivir la vida y lo humano, comprenderlo para después comprender la radio y su capacidad mediadora de construcción de ciudadanía.

Yo creo que lo que nosotros producimos en radio y en otros medios, es un mensaje lanzado a la Logósfera como dice Bachelard. A ese espacio que hemos creado con la humanidad, donde hay símbolos y signos que comprendemos como nuestra cultura. Y nosotros sólo estamos “escupiendo” a ésta muchos significados, tareas, propósitos, maneras de ser y de pensar.

La radio seguirá reinventándose y por eso mis alumnos han llegado a formulas tan exquisitas, como la radio sin narrador, el reportaje canción y la técnica de actuación en radio basada en el método de las acciones físicas.

La innovación es un laboratorio de la realidad. Así estamos permanentemente buscando nuevos caminos hacia esa “poética de la comunicación”.   
Que la gente no piense en letras y tinta negra sobre papel blanco. Sino que sienta las cosas que le estamos comunicando, que viva dentro de ellas.

-¿Cómo percibes la situación de la radio en Guadalajara?
-Es un cuadrante muy dinámico, muy saturado. Hay muchas estaciones de radio y eso no es común en todo el país. Hay un gran consumo de radio en esta ciudad, que por cada tres personas existen dos radios. Eso te da la idea del acceso que tienen las personas por medios propios o ajenos a este medio.

Es un medio de gran influencia y eso tiene un peso en la sociedad. Sin embargo, existen muchas dinámicas copiadas de un canal a otro, de forma que el público está demasiado caracterizado en ciertas etiquetas inflexibles. Mucha gente ha dejado de oír radio para conectarse al iPod u otros dispositivos porque la radio ya no está respondiendo a esas nuevas necesidades, narrativas, creativas y de contenidos.

-¿Has compartido amistades férreas en los medios?
-La vida en los medios es una vida ingrata, ¡perra! Pero si férreo significa esta vía del tren con sus durmientes y estas constantes que sólo aparentemente se unen en el horizonte, sí.

Mi gran amigo en la radio, ha sido “El negro” Guerrero, de él aprendí muchas cosas del performance de la radio, sus conceptos y de ese amor por la literatura radiofónica. Creo que no son muchas las personas que tienen una colección de libros sobre el tema como la de él, muchos de los que tenía me los robó, de lo cual me siento bastante orgulloso, incluso algunos se los dediqué.

-El premio CEMEX - FNPI ¿ha sido tu mayor satisfacción profesional?
-No lo creo. Es una muy importante porque no sólo recibimos el premio CEMEX - FNPI, sino que fue una gran oportunidad para “mirarle los calzones” a la realidad, para generar algo que le sirvió al país porque regresamos el tema de las mujeres victimadas en Ciudad Juárez a los medios de comunicación. El asunto de Juárez es una herida sumamente grave para todo el país, y nosotros no queríamos hacer algo que volviera a matar a esas mujeres, sino algo que dignificara la lucha por un mejor país.

No ha sido el único premio, también hay otros más significativos, como la Bienal Internacional de Radio por los programas para niños. El programa de periodismo ambiental con José Galindo.

He recibido otros más discretos como el que Jimena Mireles me regaló en su infancia, un buen día me dijo: “y de repronto”, y eso fue más rápido que de repente. Esos son regalos y premios que da la vida.

Un poco de...

Gilberto Gabriel Domínguez Márquez nació en la Ciudad de México en 1966. “El cielo era azul. Vivimos la infancia cargando dos maletas que contenían todas nuestras cosas. El milagro fue que a pesar de no tener casa pudimos terminar la primaria. Luego venimos a Guadalajara en 1979 y conocimos el odio irracional hacia los que nacimos en la capital, aun así mis hermanos y yo terminamos secundaria y preparatoria. Empecé a estudiar teatro en 1982, he sido actor, escenógrafo y últimamente diseñador de sonido para la escena.

“Tuve muchísimos empleos, arregle lavadoras, fui rotulista, asistente de foto en cine, cante en los camiones, vendí gelatinas, soy ilustrador de cuentos para niños, participante durante 10 años del Encuentro Nacional de Promotores de Cultura Infantil; dirigí programas de televisión para niños y así tocando puertas llegué a trabajar en Radio Universidad de Guadalajara donde he pasado los últimos 19 años. En este tiempo produje 12 años de programas para niños (El saltaperico), programas de rock, y reportajes con los que he ganado tres premios internacionales (Premio CEMEX - FNPI de 2003; Tercera Bienal Internacional de Radio por la elaboración del Programa “Quítate la venda para mirarnos a los ojos” y segundo lugar en la Quinta Bienal Internacional de Radio en la categoría de Radio Reportaje. Por un trabajo sobre medio ambiente y daño ecológico en Juanacatlán y el Salto, Jalisco en 2004).

“Desde 1997 soy maestro en la licenciatura de ciencias de la comunicación del ITESO. Imparto Géneros y estrategias discursivas y Discurso sonoro. En este año mis calificaciones como profesor me valieron un ascenso y el cariño y respeto de mis alumnos y colegas. Juro decir verdad”, narró.

EL INFORMADOR/ ESTEBAN CONTRERAS