Martes, 26 de Noviembre 2024
Cultura | El argentino llega al Salón de la Poesía de la FIL

Gelman recuerda a su madre

Acompañado de lágrimas el poeta argentino conmueve a sus lectores

Por: EL INFORMADOR

Juan Gelman conmovió con su poesía.  /

Juan Gelman conmovió con su poesía. /

GUADALAJARA, JALISCO (26/NOV/2011).- El poema viene de más debajo de la vida. Juan Gelman lo dice, tal vez, porque ha paseado por esas geografías internas, desconocidas, dolorosas… Esta noche, el argentino llegó al Salón de la Poesía de la FIL, comenzó a leer su obra y al llegar a ''Cerezas'', su voz se fue arrastrando, apagando, “igual que mi madre lavando pisos cada día / para que el día tenga una perla en los pies / es una perla de rocío / mamá se levantaba con los ojos llenos de rocío”, sollozó, agachó la cabeza y continuó leyendo, acompañado de lágrimas, “volviendo a esa mujer / en sus hojas más altas se posan / los horizontes que miré mañana/ los pajaritos que volarán ayer / yo mismo con su nombre en mis labios”.

Silencio. Levantó el rostro, tomó café y prosiguió con la lectura. El público, atento a las profundidades de la palabra del poeta argentino. Antoni Traviera, quien lo acompañaba en la tarima y quien previamente había dicho que la poesía de Gelman es amorosa, dolorosa y amarga, le susurró que tomara una pausa, Juan Gelman prosiguió, “no te preocupes”.

Por varios minutos continuó leyendo su poesía y cerró con un intenso aplauso de los asistentes. Se dijo a la gente que podía hacer algunas
intervenciones, pero Gelman dijo, ya risueño, “yo no quiero intervenciones, suficientes tenemos con las de los norteamericanos”.

Un joven se levantó y le dijo, “disculpe, maestro, sólo quisiera que me firmara este libro”. El argentino radicado en México sonrió, complaciente, “ah, eso sí, por supuesto”.

La gente entendió su respuesta a seguir hablando. Antes de empezar el Salón de Poesía –al que sólo pudieron entrar los que se registraron previamente-, se subió con trabajos a la tarima y pidió disculpas por llegar 20 minutos tarde: “Gracias por esperarme, fue un accidente de ebriedad, no uso la palabra borrachera porque ese ‘ch’ sobresalta tanto y no corresponde a un estado de frente, sino al de un tropezón”.

El evento lo organizó Casa América Catalunya, que celebra 100 años de su fundación. Gelman esperó a la gente que quería un autógrafo, a los que sólo querían saludarlo y a los que le pidieron una foto, pero eso sí, advirtió pícaro, “no me hagan levantarme, porque ahí sí no respondo”.

Luego se detuvo y les dijo, “es que la poesía y la ebriedad son la misma cosa, no hay diferencia”, remató ya recuperado del recuerdo de su madre.

EL INFORMADOR / ALEJANDRA GUILLLÉN

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