GUADALAJARA, JALISCO (20/MAR/2017).- Gabriel Ebensperger Satt creció en la generación de los 90, una década donde la tecnología comenzaba su desarrollo a grandes pasos, donde aún persistía la ignorancia en torno a la diversidad sexual y donde los homosexuales aún tenían que vivir con mayores estigmas que los de ahora. Y toda esa reflexión, esa catarsis y ese proceso de aceptación, el chileno lo plasma en su libro grafico "Gay Gigante", obra editada por Planeta y que muestra entre dibujos, irreverencia y dinamismo una identificación con quienes como Gabriel siguen avanzando en un mundo que va paso a paso quitándose los complejos. Este libro de páginas rosadas muestra a un niño que le gusta Rafaela Carrá, que no entiende por qué los demás lo miran raro, que al llegar a la pubertad ama a Alanis Morissette y que se ha sentido como bicho raro durante mucho tiempo. Sin embargo, el libro no se enfoca en un solo público, se enfoca en todos los que se han sentido fuera de este mundo y que siguen avanzando, tomando sus sueños y haciéndolos realidad. Gabriel Ebensperger se ha convertido en "Gay Gigante" un personaje de las redes sociales y las viñetas que además de ser activista también tiene algo que decir desde su trinchera, desde sus propias vivencias. "El personaje vive en sus redes sociales, soy yo mismo, e interactúo con las cosas que pasan conmigo y a mi alrededor, se involucra, entonces sí es algo que sucede con el activismo. Cuando estaba haciendo el libro me daba como mucha vergüenza hacerlo porque en el fondo tenía mucho miedo de las críticas que iban a venir porque en Chile en particular existe la gente que critica mucho los esfuerzos de los demás, no les gusta que los demás haga cosas, es como una especie de envidia rara y es una cosa destructiva que se hace mucho". Pero pese a todo, el autor persistió y hoy su libro es una realidad, "porque tiene la capacidad de conectar con la gente". Asegura que parte de haberse animado a hacer este proyecto fue porque su amigo Alberto Mont, reconocido artista gráfico e ilustrador, lo impulsó. "La idea no nació inmediatamente para hacer un libro sobre este personaje en un narrativa gráfica, fue un proceso orgánico que tomó algunos años. Partió en una época en la que yo estaba trabajando en publicidad y siempre he dibujado, siempre he estado inventando historias, pero en esa época me estaba dedicando solo a trabajar, estaba muy agotado y frustrado creativamente, para mejor mi calidad creativa quise a hacer esto como un blog de dibujo con un tema central, algo que me permitiera tener como una periodicidad y dibujar siempre. Mont me dio como el punta pie inicial, digamos que entre comillas, me dio permiso, a veces uno necesitas eso de la gente que admira". Señala que Alberto le dijo que la autoreferencia era el camino. "En esa época era el cumpleaños de una amiga y con otras más, nos sacamos una foto, en la ellas estaban muy bajitas, y me juzgué inmediatamente, me veo demasiado gigante, de ahí me acordé de esta paranoia y persecución que estuvo desde la infancia, pasando por la adolescencia hasta la semi adultez de siempre ser observado, notado y no pasar nunca desapercibido, me di cuenta que en esta juicio que hice en la foto, estaba toda la idea y como que ahí se juntó el nombre gay gigante , me dio risa y me dije: 'aquí está todo sintetizado'". Gabriel ya trabaja en su segundo libro, donde obviamente "Gay Gigante" es el protagonista, señala que en este nuevo texto el enfoque es el amor, porque en el primero se aborda el miedo, también quiere desarrollar las historias amorosas, pues aunque en este primer libro están, no ahonda demasiado. ¿Cómo se desarrolla la diversidad sexual en Chile? El autor comparte que en su país el tema de la diversidad sexual está presente en las organizaciones civiles que se gestan para hablar de inclusión, no obstante cuando se trata de derechos como el matrimonio, ahí todo resulta ser un camino arenoso para la comunidad LGBTTTI. "Se ha avanzado porque hay fundaciones que han hecho mucho trabajo, son temas que están en la mesa y se hablan, pero la voluntad política para avanzar es muy ruin, y se ponen trabas y trampas con argumentos religiosos, personas mentalmente muy limitadas, el tema del matrimonio da para discutir mucho". También reconoce que en aspectos de la comunidad gay, ve dos grupos con dos perspectivas distintas de vivir. "Los que ahora tienen entre 20 y 25 crecieron con la tecnología y la información presente, han tenido más cosas de manera inmediata y las dan por sentado. Pero ahora estas generaciones de jóvenes me causan curiosidad, porque se han construido una identidad que es muy cosmética y muy superficial, que viene de una sociedad de consumo, pero esa no es nuestra identidad, se puede disfrutar de ella, pero quedarse con eso es algo muy pobre y muy poco enriquecedor". Pero también ve a jovencitos de 15 o 12 años que se preocupan por los derechos. "Ellos nacieron de padres que tuvieron más información y a los cuales los veo preocupados y conectando con luchas sociales, hijos de amigos míos que tiene 10 o 12 años, critican a la sociedad: '¿por qué mis padres pueden hacer eso y tú no?, eso es injusto', son cosas que yo a esa edad no estaba consciente y no las cuestionaba". EL INFORMADOR / KIKE ESPARZA
