Martes, 26 de Noviembre 2024
Cultura | Sus padres dejaron huella en personalidades como Kahlo, Van Gogh y Orozco

Fue determinante la figura paterna en reconocidos artistas

Según historiadora del arte de la UNAM, los padres dejaron huella en personalidades como Frida Kahlo, Vincent van Gogh y José Clemente Orozco

Por: NTX

En el caso de Frida Kahlo, su progenitor fue un factor determinante para el desarrollo de su carrera artística. ARCHIVO  /

En el caso de Frida Kahlo, su progenitor fue un factor determinante para el desarrollo de su carrera artística. ARCHIVO /

CIUDAD DE MÉXICO (16/JUN/2012).- El trato que dan los padres a sus hijos es determinante en la vida futura de una persona, tal fue el caso de los artista plásticos Frida Kahlo, Vincent van Gogh y José Clemente Orozco, cuyos progenitores fueron un factor determinante para el desarrollo de su carrera artística.

Así lo afirmó la académica e historiadora del arte de la Escuela Nacional de Artes Plásticas, de la Universidad Nacional Autónoma de México, Gilda Cárdenas Piña, quien señaló que en cualquier sociedad, la familia es el pilar estructural de una sociedad.

A propósito de la celebración del Día del Padre, este domingo 17 de junio, la académica explicó que en el caso de Frida Kahlo, su padre Guillermo fue quien la indujo a la pintura, a través de la fotografía, que era el oficio que él desempeñó durante muchos años.

Frida, dijo, se desarrolló en un ambiente artístico, a través del estudio fotográfico de su padre que estaba en su propia casa. Ahí encontró todos los elementos para el revelado de las fotografías.

Cuenta la artista en su diario, recordó Cárdenas Piña, que ella asistía a su padre en el estudio de revelado fotográfico. Ante ello, Guillermo le dio especial atención y le enseñó el oficio, principalmente en la edición de las imágenes y el encuadre, con el fin de que en las imágenes quedaran equilibradas las formas.

Anotó que justo cuando a ella le detectan la poliomielitis -que ya la maestra Raquel Tibol ofreció un dato importante: que fue más bien espina bífida-, Guillermo Kalho decide ayudarla comprándole pintura con el fin de que se acercara al dibujo.

Esta terapia que su padre le fomentó, siguió, sirvió de su refugio para el resto de su vida, a partir del accidente automovilístico que sufrió cuando ya era una adolescente y se dirigía a la Escuela Nacional Preparatoria, en San Ildefonso, y que causó problemas en su cuerpo para el resto de su vida.

Asesorada y apoyada siempre por su padre, abundó, fue como Frida Kahlo salió adelante y, a manera de gratificación, le hizo un retrato con su icono, que fue su cámara fotográfica.

Posteriormente, realizó otra pintura en la que la artista retrata toda su genealogía, destacando de alguna manera la figura de su padre.

Con ello, expresó la especialista, se podría decir que Guillermo Kalho, además de destacar como fotógrafo, se caracterizó por ser un padre comprometido, no sólo con ella, sino también con su otra hija, Cristina, producto de su primer matrimonio.

En el caso del holandés Vincent van Gogh, la maestra en historia del arte, expresó que curiosamente fue un caso muy similar a la vida artística de la mexicana Frida Kahlo.

Ambos en su obra retratan su propia vida; se puede decir que su trabajo es una especie de autobiografía, pero, a diferencia de Frida, el europeo sufre a la figura imperativa de su padre, el pastor protestante Theodorus. Es decir, él viene de una sociedad puritana.

No obstante, se cree que tuvo una infancia feliz, transcurrida en un ambiente familiar marcado por un pensamiento progresista y rodeada de la belleza del campo, uno de sus grandes amores.

Aunque Van Gogh en su juventud sigue el mismo camino de su padre, después se deslinda precisamente por el autoritarismo de su tutor, para dedicarse a la pintura.

Con los años, quien realmente fungiría una actitud paternal con él, recordó la especialista, fue su hermano Theo, con quien establece una comunicación epistolar y quien finalmente le financia su trabajo pictórico.

Así, indicó la historiadora, fue como Vincent van Gogh pudo recibir esa calidez ya no de su padre, de quien se deslinda, sino de su propio hermano, quien lo incentiva para ser el gran pintor impresionista que fue.

Por lo que se refiere a José Clemente Orozco, la académica comentó que fue otro ejemplo que no tuvo una buena comunicación con su padre, Irineo, pero que también de que, cuando se convirtió en padre, fue muy duro con sus hijos, aunque en la actualidad ellos muestran una gran admiración por él.

Entonces, concluyó la académica, la figura del padre, al igual que la de la madre, no se puede deslindar en la formación de una persona, ya sea en una forma positiva o negativa, ambos vienen a ser punteros en las conductas que se reflejan en la vida futura de las personas, en este caso de los artistas.

"El equilibrio, la tranquilidad, la alegría, la tristeza, pasando por la compasión, la ira y demás percepciones de los estados anímicos se ven reflejados en la obra pictórica de estos artistas, que también puede ser creativa dentro de la ciencia o en otras disciplinas", afirmó.

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