Finaliza en España concurso de violin Pablo Sarasate

PAMPLONA, ESPAÑA.- Este sábado concluye en Pamplona, España, el décimo C oncurso de Violín "Pablo Sarasate", organizado hace una década en honor del reconocido instrumentista español fallecido el 20 de diciembre de 1908.  

El Teatro Gayarre de la ciudad española será sede de la final del concurso, al que se admitieron 33 violinistas, de 80 que se inscribieron, de los cuales 18 son hombres y 15 mujeres, con una edad promedio de 21 años, provenientes de 17 países de cuatro continentes.  

Sarasate es considerado hasta la fecha una leyenda por el virtuosismo con que intérpretó el violín y la perfección que logró en la composición de sus acordes.   

Martín Melitón Sarasate y Navascues nació en Pamplona, España, el 10 de marzo de 1844. Inició sus estudios de violín cuando apenas tenía cinco años y tiempo después, gracias al apoyo de la reina Isabel, aprendió solfeo y armonía.  

Durante esta etapa destacó como alumno de José Courtier, quien fue primer violín de la Catedral de Santiago de Compostela y profesor de la Escuela de Música de esa misma ciudad.  

Dos años después se trasladó a Pontevedra, España, donde continuó sus estudios musicales con Urbano Casasvellas, mientras asistía a los ensayos de la banda del Regimiento de Aragón que dirigía su padre.  

A los siete años ofreció su primer concierto, lo que le valió ser aclamado como el sucesor de Paganini. En 1856 ingresó al Conservatorio de París y, debido a su aprovechamiento, comenzó a ser reconocido como un gran concertista.  

Durante su vida, numerosos obras fueron compuestas especialmente para que él las interpretara, entre ellas, "Concierto para violín número dos" y "Fantasía escocesa", de Brunch, así como "Concierto para violín número dos", de Wieniawski.  

Viajó por todo el mundo ofreciendo sus conciertos, desde Portugal hasta los países nórdicos, así como Inglaterra, América del norte y Sudamérica, donde fue objeto de grandes elogios.  

Según los críticos de su época, el virtuosismo con el que tocaba el violín se debía a la fuerza y flexibilidad de su mano izquierda. Su técnica fue proverbial, pues siempre logró coincidir con los matices de perfecta musicalidad y afinación.  

Una constante en su obra es el folclor español como punto de partida y principal elemento rítmico y melódico. Así, logró acordes influenciados por danzas españolas como la "Malagueña", "Habanera", "Romanza andaluza" y "Playera y zapateado".  

Fue homenajeado en múltiples ocasiones por sus compatriotas y elevado a la categoría de honor nacional en España. Murió en Biarritz, Francia, el 20 de septiembre de 1908.  

Entre sus composiciones propias destacan "Aires Gitanos", "Canciones rusas", "Nueva fantasía sobre Faust de Gounod", "El canto del ruiseñor", "Introducción y Tarantella", "Jota de Pablo", "La chasse", "Muiñeira", "Navarra", "Zapateado" y "Nocturno serenata".  

Además de "Viva Sevilla", "Miramar", "Fantasía sobre Carmen", "Danzas españolas", "Adiós montañas mías", "Gondolira veneziana", "Bolero", "Melodía rumana" y "Serenata".