Fiel a sí mismo, Vallejo subió al estrado a polemizar

GUADALAJARA, JALISCO (27/NOV/2011).- El escritor Fernando Vallejo hizo ayer que un político abandonara el salón Juan Rulfo y que otros tantos tragaran saliva espesa. Lo logró con un breve discurso, después de recibir el Premio Fil de Literatura en Lenguas Romances, durante la inauguración de la 25 Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

Durante el acto, el escritor mexicano Jorge Volpi leyó el acta en la que se decidió otorgarle el reconocimiento al autor de El Desbarrancadero y de la Virgen de los sicarios: “Es una de las voces más personales, controvertidas y exuberantes de la literatura actual en español”, dijo, y no equivocó en lo de controvertido.

En el salón a reventar de invitados, con las bocinas a todo volumen, con los políticos elegidos por el protocolo en las primeras filas, con los micrófonos de la prensa internacional, un Vallejo menos acartonado que la mayoría de los que compartían su mesa criticó con una humildad pausada al viejo régimen del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en México; al ex presidente que derrotó al priismo, Vicente Fox, el papa y la iglesia católica; a los que tienen hijos; a los que maltratan o se comen a los animales, a los que votan… no se le escapó ni Cristo.

La siniestra policía
Como en el filme Los aristogatos y, quizá para envidia de los pobretones que acudieron a la inauguración, los diplomáticos alemanes parcos, cuyo país es el invitado a la FIL esta año, los políticos que se encuentran en plena recaudación de fondos para las campañas que se avecinan, el escritor anunció que los 150 mil dólares que incluye el premio serán donados a las asociaciones Los amigos de los animales, de Jalapa, y Los animales desamparados, de la Ciudad de México.

“Dinero maldito que nada vale”, le habría cantado José Alfredo Jiménez, uno de los preferidos del escritor nacido en Medellín, en 1942. Vallejo justificó: Cuando tomo dinero me tengo que lavar las manos […] Cada que cogíamos una moneda mi mamá nos decía: ‘Vaya lávese las manos, mijo, que tocó plata’ […] De unos niños educados así, ¿qué se podía esperar? Puros pobres”. Me hubieran educado en la escuela del PRI, yo ya estaría millonario”, soltó, y el alcalde de Tlaquepaque, Miguel Castro, lo tomó como un gancho al hígado.

Más tarde, cuando hablaba de la genialidad del compositor Chava Flores, el colombiano avecindado en México desde hace 40 años, afirmó que “La Bartola”, “era la que le cantaba todavía a México el PRI, cuando llegué a Nueva York hace 40 años… y se la siguió cantando otros 30”. Luego se refirió a la policía, a “la siniestra policía del PRI [como el] semillero de todos los cárteles de México”. Entonces Miguel Castro decidió abandonar el Juan Rulfo.

No pudo escuchar que no era personal. De Vicente Fox, egresado del Partido Acción Nacional, Vallejo declararía: “Mi gallo era un gallo con botas […], se infló de vanidad y se transformó en un pavo real y el pavo real en un burro. Y la quimera de gallo, pavo real y burro empezó a rebuznar […] hasta que ajustó seis años, cuando se le ocurrió que podía seguir rebuznando otros seis a través de su mujer…”.

Los que han leído y conocen a Fernando Vallejo tomaron sus palabras con mucho humor. “En una de las entrevistas que le hice, en 2007, dijo las mayores barbaridades sobre esta feria que ahora le premia”, lo ventaneó el periodista español Juan Cruz, que describió al premiado como “tímido, inteligente, cariñoso, humilde y también es perturbador, revolucionario, deslenguado, insólito, un ser humano nacido en Medellín, recriado en el mundo”.

“Como México calla yo tampoco pienso hablar”
Juan Cruz no dijo irreverente, pero después de haber criticado al poder y desbancado a un político, Vallejo le hizo creer a todos que no había dicho nada. “Hoy me piden que hable, pero como México calla yo tampoco pienso hablar”, sólo para continuar: que no hay que reproducirse, que Cristo “ni siquiera existió” y que no hay que votar: “Escoger al malo para evitar al peor es inmoral […] Que el que llegue, llegue respaldado por el viento y por el voto de su madre, y si por la falta de tu voto, porque el día de las elecciones no saliste a votar, un tirano se apodera de tu país, mátalo”.

Por suerte para los oídos de Miguel Castro, el alcalde de Tlaquepaque ya estaba lejos.

Con Alemania como invitada de honor, la FIL eligió por segunda vez en su historia a un sitio donde la lengua no es una herencia del latín.  

El presidente de la Feria, Raúl Padilla López hizo una comparación entre la primera FIL y la que comenzó ayer: a la de hace un cuarto de siglo acudieron 64 autores y 240 editoriales, que se instalaron sobre 25 mil metros cuadrados, con 28 mil títulos en exhibición.

Ahora, acudirán unos 500 autores y más de mil 500 editoriales, que traen 395 mil títulos y ocupan 70 mil metros cuadrados de la Expo Guadalajara.

“La literatura ha dicho poco de la realidad”
Prepara ''El Desastre''
Contento por regresar a la tierra de Juan Rulfo, “donde los muertos hablan”, Fernando Vallejo salió del Salón Rulfo para atender una conferencia de prensa. Ahí estaba, frente al micrófono, contento, pero como un “pastelito envenenado”, tal cual lo describió alguna vez Carlos Monsiváis y que Juan Cruz recordó en el discurso de inauguración de la feria más importante de habla hispana. Y apareció ese pastelillo envenenado que siempre polariza, entre los que lo admiran y los que no soportan sus agudas críticas.

Su primer misil fue, como siempre, a la iglesia católica y al islamismo, religiones a las que acusa de la barbarie en la que vive el mundo, “donde sacrificamos a millones de vacas, cerdo”.

Agregó que Calderón es un hombre indigno del puesto que ocupa y que al igual que Fox, se apoderaron de un partido “limpio”, “dejaron impunes el enriquecimiento del PRI”.

El autor recordó que el que se la hace, se la paga, porque “nunca, nunca, nunca, nunca ofendo a nadie y tampoco me dejo ofender por nadie”.

Nuevo proyecto literario
En la media hora que charló con los medios –de España, Colombia, Argentina, México...–, hablaba inclinado hacia el micrófono, con un mechón ligeramente despeinado, que se movía cada que enfatizaba sus frases sobre su defensa por los animales, sobre política, sobre por qué no le gusta dar entrevistas, sobre la visita del Papa y “los travestidos de santidad” y otros tantos temas que lo desbordan.

Fernando Vallejo adelantó que está escribiendo sobre el filólogo José Cuervo, “un hombre de un alma grande, gran nobleza, uno de los mejores colombianos”, y luego escribirá El desastre, “un libro sin género, porque me he dado cuenta que los géneros literarios son muy estrechos (…) La literatura tiene más de tres mil años y ha dicho muy poco de la realidad, que es muy compleja, no se ha dicho todo y quiero intentar este libro a ver qué resulta”.

El dato
Dos Nobel y una feria que crece
Por primera vez están presentes en la misma edición dos Premio Nobel de Literatura: Herta Müller (2009) y Mario Vargas Llosa (2010), quienes formaron parte del presidium ayer por la mañana.