Festejan por anticipado el cumpleaños 80 de Sergio Pitol

CIUDAD DE MÉXICO (04/MAR/2013).- Escritores consolidados como Elena Poniatowska, Margo Glantz, Adamari Gomís y Mario Bellatin, así como los jóvenes talentos David Alejandro Martínez, Nayeli García e Irvin Pérez se reunieron para celebrar por anticipado el cumpleaños número 80 del destacado escritor, traductor y diplomático mexicano Sergio Pitol.

Durante la celebración, que se realizó la víspera en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM), el público asistente recibió con un fuerte aplauso al ganador del Premio Xavier Villaurrutia 1981.

El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), informó que en la sesión, la escritora Elena Poniatowska recordó que su primer encuentro con Pitol fue en una huelga de hambre que realizó junto con Carlos Monsiváis (1938-2010) para apoyar al Partido Comunista.

Mencionó que fue el escritor mexicano quien la recibió, junto a su madre, en Polonia, y las llevó a conocer el palacio del rey Poiniatowski, "pasearnos por toda la ciudad, entonces éramos jóvenes y muy guapos y yo sabía que era un amigo que conservaría para toda la vida. Hoy todos los que hemos disfrutado su obra y lo queremos, celebramos sus 80 años con gran alegría".

Margo Glantz refirió su viaje junto a Pitol por Lisboa, donde encontraron a un cantante con peluquín que los hizo pasar una de las tardes más divertidas de su vida, además rememoró sus andanzas por España, "es un amigo al que todos celebramos en sus primeros 80 años de vida y al que deseamos muchas décadas más".

Por su parte, el novelista Mario Bellatin, dijo que a diferencia de otros escritores cuyo temor es enfrentarse a la página en blanco y que ningún editor se interese en su trabajo, la verdadera aversión de Sergio Pitol son los médicos, pues aunque estuvo en cama muchas veces durante su niñez por diversos padecimientos, se entregó, según ha dicho, a la literatura.

"De alguna manera hizo de la enfermedad una virtud, en eso lo que me identifico con Sergio Pitol, yo mismo padecí asma de niño y tenía aversión por los médicos y tratamientos, pero con el tiempo descubrí que todo aquello era mentira, pues comencé a leerlo y a ver lo que había detrás de sus palabras", explicó.

Por su parte, la ensayista Anamari Gomís, destacó que fue con "El tañido de una flauta", que por primera vez se sintió deslumbrada por la literatura de Sergio Pitol, ya que encontró una obra que no se parecía a nada de lo que hasta entonces había leído.

"Se habla de que es un escritor de culto, leer sus páginas es entrar a un mundo extraordinario donde los personajes nos llevan de la mano hacia territorios que nos sorprenden. Lo suyo es el extrañamiento, una esencia, un mundo inesperado en donde a menudo hay un hueco que el escritor debe llenar", abundó.

El joven escritor David Alejandro Martínez describió, en su oportunidad, las imágenes que se desprenden de la literatura de Pitol, errantes, como el alma que habita en su autor, quien confronta siempre con una memoria irrevocable.

Nayeli García dio voz a un texto sobre la autobiografía de Sergio Pitol, en la que describe su viaje a Cuba y por Europa, donde las traducciones le hicieron partícipe de nuevos cánones literarios, "Sergio se explica las revoluciones del mundo y nos hace partícipes a todos".

Irvin Peres, consideró que leer a Sergio Pitol es leerse a uno mismo, pues abre las puertas a todo lector de su taller secreto, donde no existen géneros y el escritor enseña con generosidad todo aquello que no se puede aprender.

José Luis Valdés compartió el texto "Una lectura de la vida" en el que describe a Pitol como mago de la existencia y un prologuista de la vida, que otorga las más maravillosas y sórdidas imágenes de las capitales culturales del mundo, mostrando lo mismo Praga que Venecia.

El festejo anticipado por el cumpleaños 80 de Sergio Pitol, que cumplirá este 18 de marzo, concluyó con la intervención de Alejandro García Abreu quien refirió al trabajo del escritor mexicano, quien en sus libros reanima el mapa del universo de sus obsesiones arrebatado a los amplios campos del recuerdo, mismo que se convierte en un maravilloso viaje interior.