Fernando del Paso ruega leer Noticias del Imperio

GUADALAJARA, JALISCO (27/NOV/2012).- "A pesar de tan caluroso recibimiento, tengo algo de frío", así comenzó a agradecer Fernando del Paso a todos los presentes el haber asistido a su homenaje en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.

Tal parece que el escritor de 77 años se sentía cómodo en el ambiente íntimo en el que lo acompañaron Rafael Tovar y de Teresa, Élmer Mendoza, Hugo Gutiérrez Vega y Moisés Rosas.

Una ocasión que tenía como pretexto la celebración por los 25 años de la publicación de Noticias del Imperio y que al cierre se tornó en una conversación entre amigos y lluvia de halagos y aplausos al autor.

Un reconocimiento al esfuerzo de consolidar un antes y un después en la novela histórica latinoamericana, pero también un enaltecimiento de la calidad humana de Fernando del Paso que lo posiciona en un pilar de la literatura nacional.

El homenajeado fue humilde y breve en su alocución ante un Auditorio Juan Rulfo repleto, durante los más de 90 minutos del encuentro.

Fernando del Paso confesó que en alguna ocasión se molestó al escuchar a alguien que había estado presente durante una charla acerca de su obra cumbre, que duró dos horas, y ya con eso sentía que no había necesidad de leerla.

Rogó a los presentes a sumergirse en la historia de Carlota de México, presente en el libro, y para hacer más insistente su exhorto dedicó siete minutos de su intervención a regalar una pequeña gran muestra de sus letras.

Eligió unos párrafos iniciales y otros del final para leerlos de viva voz y así ponerle broche de oro a la ocasión.

"...Yo soy Carlota Amelia de Bélgica, Emperatriz de México y de América: Tengo ochenta y seis años de edad y sesenta de beber, loca de sed, en las fuentes de Roma", casi recitaba con emoción ante los presentes.

Para cualquiera que no le guste conocer los finales de los libros antes de leerlos, la noche del martes no era un buen lugar para acudir a este homenaje. Se leyó tres veces, en igual número de personajes, las últimas líneas de la novela, merecedoras de leerse por cada amante de la literatura.

EL INFORMADOR / SERGIO RODRÍGUEZ