Fantasmagoria protagoniza una venganza en el Cabañas

GUADALAJARA,JALISCO.- Líneas negras que manifiestan volumen, espacio y profundidad construyendo imágenes tridimensionales. Eso es La venganza de Fantasmagoria, de Mark Dean Veca, quien ha instalado un par de piezas que combinan la caricatura surrealista con el paisaje sicodélico en los muros de las salas 11 y 12 del Instituto Cultural Cabañas (ICC).

El propio autor señala que las piezas han surgido de una manera muy espontánea, aunque sí significó un reto por la escala de los murales. “Visito el lugar donde montaré la exposición, observo detenidamente hasta que la misma arquitectura me aporte información y, a partir de eso, regreso a mi estudio y empiezo con bocetos. Pero en esta ocasión ha sido muy espontáneo y enriquecedor el proceso creativo”.

La venganza de Fantasmagoria es la tercera de una serie de instalaciones diseñadas para un sitio específico y creada a partir de los colores naranja, rojo, negro y blanco. Viscerales y a la vez carnales, sus obras son representaciones de órganos, orificios, tendones, arterias e intestinos retorciéndose.

Su creación es a la vez cómica y desconcertante, con una paleta de fuertes contrastes y patrones, con extrañas yuxtaposiciones de iconografía histórica o popular, por lo general abreviada, desfigurada o expuesta.

El artista señala que durante la gestación de una pieza, sea en su estudio o en un espacio abierto, no se censura, “por el contrario, respeto lo que cada trazo me va dictando. En ese sentido, la mano dirige la creación de manera natural”.

Mark Dean Veca acepta entre sus influencias a maestros de la pintura como Giovanni Battista Tiepolo, José Clemente Orozco, Salvador Dalí, René Magritte y se apoya además en el grafiti y creadores de historietas cómicas, como Rock Griffin y Keith Haring.

“Sus piezas se asemejan al diseño textil francés, en el que se revelan imágenes fantásticas, humorísticas, agresivas, sexuales con gran frenesí y con la típica precisión de un patrón”, según Meg Lynton, curadora de la exposición del artista neoyorquino.

Mark Dean Veca es determinante a la hora de trabajar. En este sentido, asegura que “una vez que hago una línea, un trazo, nunca más se borra. Cada una de las piezas tiene sus propios sabores y sentimientos, por eso, un mal trazo no lo veo como un error. No hay equivocaciones, trato de inventarme en cada trazo”.