Familia y académicos reconocen la labor de Phil Weigand

GUADALAJARA, JALISCO (03/SEP/2011).- Como un hombre tenaz, enamorado de Jalisco y con una profunda curiosidad, además de formador de nuevos talentos y promotor del arte. Esa es la huella que deja el arqueólogo Phil Weigand en voz de sus familiares, amigos y colegas, quienes ayer lo despidieron, prometiendo proseguir el trabajo del investigador, cuyo legado cultural estiman como "incalculable", pues no se limita únicamente a las excavaciones e investigación de campo en los Guachimontones.

"Creo que mi marido es un hombre que nos ha dado un legado precioso y que se queda en Jalisco, además de que su cooperación para la historia de nuestro Estado es incalculable. La visión que tuvo es impresionante y lo voy a extrañar mucho.

Ahora quiero donar su colección de libros para hacer una biblioteca en Guadalajara. Ya hablé con el secretario de Cultura del Gobierno del Estado, (Alejandro) Cravioto, para efectuar la donación y que la gente pueda estar cerca de sus libros. Además, quiero levantar muy alto el nombre de mi marido, sacando los proyectos que dejó inconclusos con la ayuda de los arqueólogos, porque el se lo merece"

Arcelia García, viuda del arqueólogo Phil Weigand

"Es un día lamentable. Phil fue un gran amigo, lo conocí desde 1993 cuando estaba haciendo mi tesis y el siempre se portó muy abierto, franco y con ganas de apoyar. Considero que ffue una persona sumamente inteligente, muy formado. Fue un antropólogo, no solamente un arqueólogo, pues dominaba varios campos de conocimiento".

Arqueólogo Carlos López Cruz, Centro INAH Jalisco

"Un excelente profesor, amigo, colega y jefe. Me mostró en todo momento el camino al cual dirigir mis investigaciones. Estoy agradecida por haberme enseñado la arqueología de forma más explicativa, la parte social fue algo que nunca olvidó.

Marcó un parteaguas en la investigación de la arqueología en el Occidente de México porque se atrevió a proponer cosas que muchos colegas olvidamos y nos quedamos como mera descripción. Fue un orgullo que haya formado parte de nuestra vida en algún momento".

Arqueóloga Ericka Blanco. Encargada de campo y mantenimiento del sitio de Guachimontones

"Soy uno de cientos de arqueólogos que el formó, todo lo que sabemos hacer y gran parte de la manera de hacerlo se lo debemos a él. Recorrió toda la zona del Valle de Jalisco, donde encontró más de 200 sitios arqueológicos con miles de estructuras".

Arqueólogo Monti Smith Márquez

"Fue fundador del Centro de estudios arqueológicos de Michoacán hace 10 años. Desde su llegada asumió su papel como decano en la formación de los estudiantes de maestría e incluso con los profesorescon su experiencia, trabajo, pero sobre todo con su calidad humana.

Es una perdida enorme en lo personal y en lo académico. Fue un hombre capaz de escribir un libro por año y no solamente con temas de Mesoamérica, de Teuchitlán o de Jalisco. Todavía están por salir dos libros suyos, uno sobre la Historia europea y otro sobre la Segunda Guerra Mundial. La amplitud de sus conocimientos era verdaderamente sorprendente".

Doctora Magdalena García, del Centro de Estudios Arqueológicos del Colegio de Michoacán

"Su trabajo fue muy importante para nosotros por todo lo que pude enseñar a los niños y a las nuevas generaciones por esa entrega y esa tenacidad que tenía cuando realizaba sus investigaciones.

Le costó mucho trabajo convencer a los demás en sus momentos de que en la Zona de Guachimontones había algo muy importante que descubrir y aunque le cerraron las puertas y le negaron la ayuda logró sacar adelante su trabajo. El mejor homenaje que podemos hacerle es tenerle cariño a nuestra tierra, Jalisco, de la que el estuvo enamorado".

Graciela de la Vega, directora general del Trompo Mágico

EL INFORMADOR / FRANCISCO GONZÁLEZ