Expone Naief Yehya la 'Porno Cultura'

GUADALAJARA, JALISCO (30/NOV/2013).- La privacidad ha muerto. El siglo XX se caracterizó por las innovaciones tecnológicas, al ser el primero en videograbarse. Y con ello, conocimos el sexo ajeno: cuerpos teniendo coito, caricias falsas, orgasmos planificados; senos y penes como los nuevos hitos culturales. Los internautas ingresaron a la ''mayoría de edad''.

La primera década del siglo XXI ha dado muestras de que la pornografía se ha democratizado. Fotos que viajan por las redes y que exponen la honorabilidad de una persona. Videos que son descargados con la misma vigorosidad con la que se tratan de calmar las ansias pudorosas. Las revistas dejaron de leerse con una sola mano para pasar a los videos, las fotogalerías y el amor de pantallas.

Y además, el espectro de la violencia sexualizada en los medios conforma el pensamiento que da origen al nuevo libro de Naief Yehya, bautizado bajo el nombre de 'Prono Cultura' (Tusquets).

"De repente empieza a verse una especie de fusión entre lo pornográfico y lo violento, a veces real, de una crueldad apocalíptica; y que copia no sólo la idea de los desnudos, sino el léxico y la gramática visual de la pornografía" .

Pasamos del teléfono móvil al smarthphone; de las cartas postales a los envíos indiscriminados de videos calientes por Whatsapp. La pornocultura, dice Yehya, es entendida como un conjunto complejo de valores, símbolos, modas, actitudes y maneras de entender el sexo.

Y para entender a Yehya es necesario dejar la moral en casa. El estudio es laico, científico y transgresor. Pocos autores se arriesgan a dejar entrever sus aficiones y fobias en torno a este tema. "Pero si una persona asume que la pornografía es parte de su cultura, entonces deja de ser pornografía. Porque pornografía es lo prohibido, lo no permitido".

El riesgo de normalizar

El joven de la secundaria le pide a su novia que le mande una foto. Cuando su sonrisa no es suficiente, él le pide que mandé algo más "hot". Los videos llegan. Los riesgos comienzan.

El fenómeno del Sexting es creciente en México, a tal grado que apenas en octubre pasado se propuso en la Asamblea Legislativa del DF penas de 3 años de prisión y multas de hasta 25 mil 900 pesos a quien difunda video o fotos de la vida sexual de una persona sin su consentimiento.

No es novedad. Publicar fotos de ex parejas desnudos o desnudas, ahora es ilegal en el estado de California y se prevé que todo Estados Unidos siga su ejemplo.

Para Naief Yehya (México, DF 1963), critico cultural y estudioso de las nuevas tecnologías, "la pornografía ya no es algo casero ni amateur como lo fue en los ochentas, sino algo cotidiano que lo hacen sin pensar, solamente porque se tiene las herramientas".

No es mentira. Si uno teclea en el buscador de Google la frase "Sexo Webcam", tendrá más de 50 millones 700 mil páginas para entretenerse. Y hay de todo tipo, sin distinción de posiciones o hasta de ortografía (existe un video que se llama "DOS JOBENES ASIENDO SEXO ANTE WEBCAM").

La pornografía aparece con la modernidad, dice Yehya, "la privacidad está muerta, hemos renunciado a ella voluntariamente, y sin quererlo aceptar. Está clarísimo que hemos perdido toda capacidad de que exista la privacidad".

¿Y qué perdemos con eso?, se le cuestiona:
"Muchas cosas, estamos más en riesgo de ser explotados por intereses comerciales, por intereses políticos diversos. Te convierte en una vulnerable. A cambio de la inmediatez hemos pagado un precio muy alto".

La violencia, un espejo de lo que somos

Se veía venir desde principios de siglo. Además de la democratización del porno, la violencia estaba haciendo mella en los contenidos que viajaban por Internet. La violencia que se respira en la vida pública, también se lleva a la cama.

 "Vivimos en una guerra, pero que aparentemente es remota. Pero es real. Todos los días perdemos algo en un mundo que está en constante cambio. Y en tiempos de guerra, los valores eróticos siempre están en reinvención. La pornografía es un espejo sin filtro de lo que somos".

Para saber
 
'Prono Cultura' se presenta este sábado en el Salón Alfredo R. Placencia, planta alta, a las 20:00 horas.

 
EL INFORMADOR/ OMAR GARCÍA