Exploran el concepto de humanidad

GUADALAJARA, JALISCO (17/OCT/2012).- Un abanico de mano en movimiento representa el aleteo de una paloma de ciudad, que observa desde lo alto la violencia de su entorno. La cucaracha lo hace desde el suelo del escenario, por el que se arrastra sigilosa con un par de antenas y grandes gafas oscuras. El perro está siempre cerca de sus amos, los pandilleros, y el gato duerme la mayor parte del día en la casa de Hugo, el líder de los Maras.

Son animales que habitan una ciudad mexicana -o latinoamericana-- cualquiera, testigos de la inhumanidad de las personas que los rodean. Son los personajes que narran las historias de otros en la obra ''Suicidios Mínimos'': la de Julio, un militar infiltrado en un grupo delincuente; la de Yolanda, una sordomuda que vive una relación violenta con un inmigrante llamado Gabriel.

Suena el Chuntaro Style como música de introducción; aparecen después los siete actores en un escenario vestido con copias ampliadas de portadas de periódicos. Alejandro Herrera, Karina Morán, Ernesto González, Ricardo Pérez, Ana Escalante, Arnulfo Reveles y Olaf Herrera, están caracterizados como miembros de una pandilla: llevan tatuajes en la piel y portan armas; visten ropa casual de colores rojo y negro, quizá como un símbolo del oscuro y sangriento entorno.

Muy cerca de los espectadores -ya que éstos se ubican también sobre el escenario del Teatro Experimental-- los personajes de esta historia escrita por Alfonso Cárcamo y dirigida por Adrián Nuche, comienzan a moverse rápidamente en una sucesión de escenas anacrónicas, donde las muertes violentas son el pan de cada día.

La razón por la que al director y actor tapatío le interesó llevar a escena el texto de Cárcamo, explicó  una vez terminado el ensayo general, fue el tratamiento distanciado que tiene de la violencia, gracias precisamente a la narración que de ella hacen los animales. "La vida es simple", dice la cucaracha; "la vida es aburrida  y lenta", dice en otro momento el perro; "la vida es de por sí difícil", dice el gato mientras se lame la cola: "¿para qué insistir?".

"Los animales reflejan que no están ni arriba ni abajo de nosotros", expresó Nuche, "sino que están en el mismo nivel y nos hacen pensar en este asunto de nuestra vida cotidiana y nuestra razón de estar en este mundo".

Sobre el abrumador y constante tema de la violencia -tanto en la vida real y como en las artes--  Nuche consideró que es algo natural dadas las circunstancias actuales en México: "El teatro tiende a reflejar nuestra naturaleza y tiende a crecer y a complicarse más justamente en los momentos de crisis (...) es una necesidad tratar de decir algo a partir de las cosas que vemos cotidianamente en la grave la situación del país".

El director se dijo halagado por la confianza que Cárcamo le mostró a su grupo de teatro, La Nao de los Sueños, para estrenar Suicidios Mínimos. Ya en junio pasado, Nuche dirigió la lectura dramatizada del texto que se realizó durante la Semana Internacional de la Dramaturgia en Guadalajara, y "a Alfonso le dio tanto gusto la puesta en escena que quiso hacer una segunda versión para nosotros", contó el director.

Gracias a lo anterior y a partir de este jueves 18 de octubre, se presentarán tres funciones del montaje completo en el Teatro Experimental. Posteriormente, todos los sábados y domingos de noviembre, la obra estará en la cartelera del Teatro Estudio Diana (sábados a las 19:00 y domingos a las 18:00 horas). El aforo está limitado a 80 personas.

Para saber
''Suicidios Mínimos'' se estrenará este jueves 18 de octubre a las 20:30 horas en el Teatro Experimental de Jalisco. La función se repite el viernes 19 a las 20:30 horas y el sábado 20 a las 19:00 horas. Los boletos, disponibles en taquilla y el sistema Ticketmaster, tienen un costo general de $110 pesos, y $60 con descuento, a estudiantes, profesores y adultos mayores.

EL INFORMADOR / EUGENIA COPPEL