Experiencia y juventud deben confluir en las redacciones: Raymundo Riva Palacio

GUADALAJARA, JALISCO (4/DICI/2013).- Ser periodista es quien ha tenido una o varias de las siguientes experiencias: haber hecho una guardia, cubrir el sector policiaco, ser regañado por sus jefes, perder una nota, verse increpado por una fuente de información. Eso reduce, dice Raymundo Riva Palacio, las fronteras de lo que se puede reportear, pero a cambio de ese sacrificio permite incorporar aquellos elementos que cuajan y templan al periodista; quien vibra cuando ve su nombre en una nota o cuando su estómago cosquillea cuando intuye que tiene una gran noticia.

La vida cambio. Salinas de Gortari soltó el control de los medios. A Zedillo nunca le interesaron. Fox abusó de ellos. La libertad de prensa creció y con ello la imprecisión a la hora de informar. Los cambios tecnológicos generaron una recomposición de la manera en que se ejerce el oficio más hermoso del mundo, como nombró Gabriel García Márquez a la profesión de publicar periódicamente notas de interés público.

Quien se dedica al periodismo no trabaja tanto por el dinero, porque no habría sueldo que compensara su tarea. Raymundo Riva Palacio, un decano del periodismo nacional, presenta la reedición de su libro Manual para un nuevo periodismo, desafíos del oficio en la era digital, bajo el sello editorial de Grijalbo.

En este ejemplar, que sale a la venta después de dos décadas de su primera impresión, el autor hace un repaso de los cambios tecnológicos que cambiaron la vida de las redacciones.

¿Cambiamos para seguir igual? O mejor dicho, ¿Qué le pasó a las redacciones en los últimos 20 años?

En los últimos 2 años, con la irrupción de las redes sociales, empiezan a interactuar los factores económicos, políticos y sociales. Esto tiene un proceso de maduración y ese proceso podríamos definirlo cuando a las tres de la mañana, la Presidencia de la república emitió un tuit que decía "se suspende la reunión del pacto por México". Todos estábamos dormidos ese día. La radio no empezaba, la televisión tampoco. Los portales no se habían actualizado y la presidencia estaba contactando directamente con la sociedad. Todo lo que conocíamos antes de esto ya no es vigente. Todo ese papel de los medios como intermediarios entre el gobierno y los que son gobernados desapareció.

¿De qué manera cambiaron las dinámicas para conseguir información de los reporteros? ¿Los reporteros llegamos tarde a la era de la información?

No, nunca se llega tarde a nada. Más tarde es nunca a llegar. ¿En dónde se perdió? En que se tergiversaron los valores, donde la información ya no era lo importante, sino la prominencia de una persona. La información ya no era importante por su contenido, sino por quién la decía. Las entrevistas ya no eran importantes, sino por los decibeles que usaba el entrevistador hacía el entrevistado. Se volvió un star sistem, donde los periodistas eran más importantes que la información.

Juan Cruz, el periodista cultural de El País, habla de que necesitamos periodismo de sosiego. Algo que calme la vorágine informativa ¿Tú crees que esta fiebre de Twitter le hace daño a los periódicos?

No. Al contrario, si los periodistas entran bien, les ayuda. Para mí Twitter es el vehículo de la noticia. Para alguien que le gusta la noticia.... Esto es lo que yo siempre hubiera querido cuando hacía mucha noticia: un vehículo de información instantánea. Ahora, un vehículo tiene enormes dificultades y grandes márgenes de riesgo. Porque si tu publicas información instantánea, lo que tú necesitas es la mejor técnica para empezar a cultivar y tener mejores prácticas.

Escribir bien es como aprender a manejar: hay que estar consciente de ello.

Hablas en tu libro de que es necesario volver a lo básico. ¿Consultar las redes sociales no es básico para el periodista de nuestra época?

Yo no sé cómo leas tú, pero la manera en que yo leo hoy en día es primero Twitter. La razón es porque quiero saber cuáles son los diálogos. Si veo que Twitter está en las banalidades, me voy y lo veo después. Después de Twitter veo portales. Y después, y a veces, veo el papel.

Y como algo de la vida interna de las redacciones: qué hacer con la experiencia. ¿Qué pasará con los periodistas que no son nativos digitales?

Esa es una manera de pensar de algunos directores, muy lineal. Pero cuando ya hay una cultura digital lo confunden con multimedia. Entonces el reportero tiene que hacer todo y eso no funciona. Va a llegar el momento en que los más avezados se van a dar cuenta de que las redacciones se tienen que hacer multimedia, no reporteros multimedia. Que el reportero que busca y redacta información para internet, transmita.

El chip digital sirve para enseñarle a la gente que toda la información que produzcan los reporteros se va a internet. Ya serán los editores los que van tomando esa información y la van distribuyendo y si va para el impreso.

Va muy la parte joven, pero si el director piensa que los jóvenes le van a resolver la información de calidad: bienvenidos a la pesadilla, porque no la van a librar.

EL INFORMADOR/ OMAR GARCÍA