Está listo el stand de Alemania en la FIL

GUADALAJARA, JALISCO (25/NOV/2011).- Siete árboles de madera blanca sobresalen del círculo que forma el elegante stand de Alemania, la invitada de honor de la FIL. Sus ramas todavía no tienen follaje, después de todo en aquel país centroeuropeo las señales del invierno ya son evidentes para estas fechas. Sin embargo, conforme avancen los días de la feria, una primavera metafórica se irá manifestando a través de las hojas de colores que esperan a ser intervenidas con las ideas de los visitantes, y que serán colgadas en los árboles al final de cada día. Así, cuando acabe la FIL, el stand que hasta ahora es en su mayoría blanco, se verá lleno de vida.

La encargada de diseñar este espacio para recibir a las editoriales y los autores alemanes, es la arquitecta Sabine Weismuller, socia del despacho de arquitectos Schessl-Weismuller que se especializa precisamente en stands de exhibición para eventos internacionales. Presente en Guadalajara desde el domingo pasado para dirigir el montaje, Sabine explicó al Informador las ideas que la llevaron a la creación de este espacio.

“El círculo es un símbolo de acercamiento, de encuentros entre las personas, y el color blanco significa una página en blanco donde no hay nada escrito, y claro, también porque es el color del invierno”, comentó la arquitecta.

Desde el techo, también formando un círculo, cuelgan lámparas fluorescentes en forma de tubo con los colores de la FIL: verde, rojo, rosa, morado y amarillo. “Cuando la gente se reúne se obtienen muchos colores, chispas e ideas, y eso es lo que quiere decir este círculo de luces: es lo que pasa cuando se unen las personas”.

Los árboles por su parte, están llenos de significados: “en primer lugar estamos en una feria de libros, y todos ellos vienen de los árboles. Además los alemanes se identifican mucho con la madera y con los árboles, incluso las monedas los usan como símbolos. La sombra de un árbol es un lugar especial, un buen lugar para leer, y también han sido un tema recurrente de la poesía. Sentarse bajo un árbol puede ser muy inspirador, sus sonidos cuentan historias. Y claro, también es el símbolo de la vida y del futuro”.

Estos árboles también tiene mensajes entre sus ramas, con frases escritas tanto en español como en alemán, que como explicó Sabine, corresponden a títulos de libros y películas alemanas, como por ejemplo Diseñar un futuro, Miradas Recíprocas, Directo al Corazón e Historias Interminables. A cada uno le corresponde además una pregunta, cuya respuesta será una guía para que los visitantes del stand escriban sobre las hojas de colores que después formarán parte del follaje. Entre las cuestiones se encuentran ¿Cuál es el futuro del libro?, ¿Cuál es mi cuento preferido? o ¿Qué une a México y Alemania?

EL INFORMADOR / EUGENIA COPPEL