Escribir es un proceso esquizofrénico: Guadalupe Nettel

GUADALAJARA, JALISCO (02/DIC/13).- "Para cada persona hay cosas que funcionan distinto. Habrá a quienes les funciona vivir con los pies en la tierra. Por el tipo de infancia que tuve, me funcionó evadirme", expresa Guadalupe Nettel al detallar sus orígenes en la literatura, ejercicio pugatorio que la trae nuevamente a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara ( FIL), para presentar su más reciente publicación "El matrimonio de los peces rojos", un libro que reúne un quinteto de cuentos que desnudan emocionalmente a la autora nacida en la Ciudad de México.

La reconocida escritora por novelas como "El huésped" señala que su incursión en la literatura surge como una vía de escape de la realidad que la acompañó en su infancia. "Durante muchos años viví en los libros e historias que la literatura me daba en ese mundo paralelo en el que no tenía yo que existir. Como escritor tienes que observar lo que sucede alrededor para poder nutrir lo que sucede en ti mismo y así nutrir a tu propia literatura".

Guadalupe Nettel es por hoy una de las escritoras con mayor proyección a crecer como un icono de la literatura mexicana, argumentó el autor Antonio Ortuño, quien acompañó a la también autora de "Pétalos", durante el diálogo de "El matrimonio de los peces rojos", actividad a la que también se dio cita Juan Casamayor, de la Editorial Páginas de Espuma.

La creadora de "El cuerpo en que nací" llega a la FIL con bombo y platillo luego de ser galardonada con el III Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero, reconocimiento español que cada dos años se entrega , siendo el jurado conformado por Cristina Grande, Ignacio Martínez de Pisón, Samanta Schweblin, Marcos Giralt Torrente y presedido por Enrique Vila-Matas.

A decir de Ortuño (La fila india), la narrativa de Nettel la exhibe con una personalidad obsesiva desde su particular sello en plantear y resolver las circunstancias desmenuzadas en sus textos, que para esta ocasión se avoca en el comportamiento animal para desglosar el mundo a través de la intimidad.

Y es que a través de estampas realistas del comportamiento animal -como los peces betta, las cucarachas y las serpientes, por ejemplo- Guadalupe Nettel plantea los conflictos emocionales que juntan o alejan a la pareja mediante una narración redonda en donde la coherencia de la historia no deja nada a la incertidumbre con una lectura ligera y directamente atractiva.

Sin dar una "identidad propia" a los animales protagonistas, la autora logra acentuar parábolas en el entorno humano, y aunque todos giran en el mismo eje, se destaca la individualidad de cada cuento.

"Este libro es más oscuro y si tiene algo un poco negro, un estado de ánimo constante bastante triste que tiene que ver con una etapa de mi vida, no tan lejana, en el pasé por momentos muy desesperados, eso se percibe, no lo voy a negar. Es lo que da un matiz particular".

Sobre las letras y el talento

"No hay que copiar a los demás. Yo creo que muchos jóvenes escritores se sienten tan inseguros acerca de quiénes son que copian el estilo de otro autor. Basta con ver la redacción de una revista o un periódico para ver cuántos han imitado a Rulfo o García Márquez constantemente", contunde Guadalupe Nettel al expresar que existe una presión intelectual en la literatura por exigir textos excelsos en las nuevas plumas que asemejen o impacten como legendarios escritores como los textos de Julio Cortázar.

"Esta presión no es nueva. La solemnidad no le hace bien a la literatura. Creo que uno no debe de escribir escuchando a Wagner, tiene que haber un espíritu lúdico y despreocupado. Ya después, en un segundo término corregir con mucho rigor. Pero es un poco esquizofrénico. Al principio tiene que haber mucha libertad y permisibidad, no estar juzgando a la frase que acabas de escribir".

Frase:

"Da terror empezar un libro, implica mucha incertidumbre". Guadalupe Nettel, escritora.

EL INFORMADOR / NORMA GUTIÉRREZ