Escenifican la novela de Pacheco “Las batallas en el desierto”

CIUDAD DE MÉXICO (26/MAR/2011).- En el estreno de la puesta en escena de la novela “Las batallas en el desierto”, anoche en el Foro Antonio López Mancera, del Centro Nacional de las Artes (Cenart), su autor, José Emilio Pacheco, afirmó que “me gustó mucho”.  

Sin embargo, entrevistado al término de la primera función para el público del estreno de la obra en teatro, que estará hasta el 3 de abril próximo, el Premio de Literatura Miguel de Cervantes Saavedra acotó con su conocida humildad: “no quiero figurar como protagonista, esta noche es de ellos”, con relación a los responsables de las puesta.  

El también Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2009 subrayó que la escenificación le encantó y aclaró que “no me metí para nada, porque trabajaron con la mayor libertad y esto es lo que se debe de hacer”.  

Pacheco, quien durante toda la función estuvo atento a la actuación de los tres actores en escena, insistió en su deseo de no figurar como protagonista de la noche, eso le corresponde al equipo que hizo posible el montaje de su novela, dijo.  

El escritor mexicano dejó ver su alegría y satisfacción al término de la obra con fuertes aplausos, junto con el público que llenó el Foro, para después recibir él las ovaciones de los asistentes, al ser nombrado por la directora Ghalí Martínez su presencia en el estreno.  

Las actuaciones de Pablo Marín, Paul Vallejo y Fabián Varona, quienes dieron vida a “Carlos”, “Jim” y “Rosales”, así como a otros personajes, captaron la atención del público y del escritor por su destacada participación en cada uno de los roles, que no requirió una gran escenografía sino solamente tres bancos.  

Marín, Vallejo y Varona no solamente se limitaron a actuar en el escenario, sino también mostraron su talento vocal al cantar en trío temas conocidos como “Amorcito corazón” y otros boleros, que eran escuchados en la radio.  

La historia de “Las batallas en el desierto” aborda la infancia de “Carlos”, un niño de clase media que habita en la colonia Roma de la capital, a finales de la década de 1940, cuando Europa trata de alejar la sombra del nazismo y la guerra.  

Él, “Jim” y “Rosales” pasan momentos alegres y tristes en una escuela particular, en la cual solamente el último asiste por tener una beca, pues su familia es pobre.  

En tanto “Jim”, quien vive con su madre y se rumora que su padre es un importante funcionario, sin que sea corroborado, conviven con “Carlos”, un chico de familia con valores tradicionales, que al conocer a la madre de este amigo se enamora de ella, sin pensar que su familia y amigos se enterarían de su amor imposible.