Cultura | Crónicas FILosas por David Izazaga ¿Es mucho pedir que la FIL se parezca más a FIL niños? . Por: EL INFORMADOR 4 de diciembre de 2010 - 01:45 hs ¿Qué es lo mejor de la FIL?, me preguntó ayer un amigo que trabaja para la FIL. No dudé en contestarle que el área infantil. Me volteó a ver con cara de “¿te estás burlando de mí?”. Quizás esperaba que le contestara que algún stand, que ciertas presentaciones, que el café de la sala de prensa o los pastelillos de OK que están en el Área Internacional, o la terraza. No, no tengo duda de eso, pero, además, he estado preguntando a varios amigos a los que me encuentro caminando por la Expo y la mayoría, después de responderme casi de inmediato que lo más feo de la FIL este año es el pabellón del país (región, pues) invitado (aunque no les haya preguntado eso), coinciden en lo llamativa, novedosa y lucidora que quedó la zona para niños. He ido algunas veces durante la semana y ayer en la tarde me quedé un buen rato observando varios detalles. El primer gran acierto fue la labor que los encargados de este proyecto hicieron desde meses antes: fueron a trabajar con algunas escuelas y les pidieron a los niños que dibujaran un monstruo. Con esos cientos y cientos de dibujos hicieron una selección y les pidieron, a alumnos del Centro Universitario de Arte Arquitectura y Diseño de la Universidad de Guadalajara, que tomaran esos dibujos como si fueran bocetos y “afinaran” aquellas creaciones monstruosas. Y eso es lo que uno puede ver cuando entra al área infantil: a esas criaturas pensadas, ideadas, por niños, muchas de las cuales son realmente encantadoras. La verdad es que dan ganas de tomarse fotos con los monstruos. Y eso es lo que hacen no sólo los miles de niños y adolescentes que a diario transitan por ahí, sino también los adultos. En varias de las paredes del área infantil se encuentran las copias de los dibujos originales y, junto, el resultado, trabajado ya por manos profesionales. Pero hay más: muchos de los talleres, la gran mayoría, tienen que ver con el tema. Hay que ver la pasión y entrega que ponen los talleristas para mantener la atención de los chiquillos. Hay que hacerles un monumento. Y hay actividad todo el día, porque los niños no se acaban; al contrario, parece que se multiplican como gremlins. Luego está un foro en donde se presentan lo mismo obras de teatro que conciertos. Yo he estado en algunos y estoy seguro de que ha habido más ambiente aquí que en el foro de afuera de la Expo. Finalmente, un aspecto importantísimo es que hay lugar para poder uno, literalmente, echarse. Estuve ahí con Charly (el protagonista de la crónica de ayer, que no sé cómo le hizo para colarse nuevamente en la de ahora) y ambos llegamos a la conclusión de que en la FIL debería haber, el año próximo, islas de descanso con cojines, para sentarse uno un rato, cargar pilas y luego seguirle. Conclusión: que, quienes planearon FIL Niños este año, planeen FIL Grandes el próximo, para que no esté tan aburrida y los 25 años sean coloridos y divertidos. Temas Literatura FIL 2010 Crónicas FILosas Lee También Actividades de la Librería Carlos Fuentes durante el marco de la FIL 2024 Salman Rushdie protagonizará el Hay Festival de Colombia ¿Cuándo es la venta nocturna de la FIL? Manuscrito de Alfonso Reyes ingresa a “La Caja de las Letras” Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones