Entre tiendas y líneas

Entre tiendas y líneas

A través de este espacio, procuro compartir maneras de acercarse a las artes plásticas, de tal forma que el lector-espectador comprenda que no hace falta tener estudios ni especializarse para apreciarlas o emocionarse con un cuadro, escultura o instalación. Esos sitios pueden aparecer en la calle o, como en este caso, en un centro comercial, donde la fórmula gobierno-iniciativa privada puede conseguir proyectos interesantes.

Oasis

Llevar el arte a la calle es una obligación para los municipios. Los espacios públicos son leídos de otra manera cuando se les inserta una obra, ya que ésta se convierte en el oasis donde se puede descansar del ir y venir cotidiano. Sin embargo, los centros comerciales no tienen ninguna obligación de promover arte y por eso vale la pena reconocer cuando lo hacen. Así sucede con Plaza Galerías y las exposiciones que suele mostrar la administración en un pasillo de la parte superior. El espacio siempre ha servido para jugar con él y el artista en turno suele aprovechar el uso "comercial" del sitio para dar a conocer su mensaje.

Bajo la lluvia

Adytum. El lugar secreto es la muestra que se puede visitar en la plaza, gracias al apoyo del Museo de Arte de Zapopan. Allí, Alessandra Parachini recurre al dibujo y a la instalación para acercarse a un espectador que generalmente no acude a museos ni galerías. En un espacio así funciona colocar una pieza "imán", capaz de atraer la atención de quienes van de compras o al cine y en este caso, a lo lejos, se puede apreciar que cientos de gotas de vidrio quedan suspendidas en el aire, en una lluvia que sirve como pretexto para tomarse la fotografía, buscar una interpretación o quedarse con la tentación de tocar.

A través del tronco

El dibujo es la parte fuerte del trabajo de Alessandra Parachini, quien suele buscar en la naturaleza ese significado profundo que puede ofrecer la abstracción. El grafito (que a fin de cuentas es carbón extraído de la madera) es empleado para trazar cortezas de árbol, raíces, hojas secas, con la idea de que el espectador no vea el objeto, sino lo que expresa a través de él. Así, la figura exterior sirve nada más como pretexto para poner atención en el interior, en la no-forma que nos lleva a cualquier sensación. Siempre se acude a este tipo de lugares con tiempo. Tal vez sea interesante invertir, al menos, los mismos minutos que se emplean en una tienda para observar con calma y al final firmar comentarios que siempre sirven a la artista.