Entre libros, venden artesanías wixárikas en FIL 2015

GUADALAJARA, JALISCO (02/DIC/2015).- Francisco Bautista y su hija Kena se distinguen de entre todos los vendedores de la Feria Internacional del Libro en Guadalajara por vestir el tradicional traje wixárika, su misión exponer y vender sus artesanías en esta Feria.

Francisco comparte que desde hace cinco años, la Universidad de Guadalajara los ha invitado a estar presentes en la FIL esperando que esta plataforma sirva para mostrar el trabajo que su comunidad hace para sobrevivir y compartir su cultura.

Entre miradas curiosas, el artesano vende sus piezas como pulseras, anillos, vasijas, máscaras, collares y figuras que van desde nacimientos o animales, estos últimos los más llamativos, todos decorados con chaquiras de colores brillantes perfectamente adheridas a la superficie de cada objeto.

La pieza más cara que tiene a la venta en la FIL es una figura de toro de aproximadamente 70 centímetros de largo por unos 20 de alto. Es de barro, se trabajó con una capa de cera y finalmente se le puso chaquiras de colores como rojo, naranja, amarillo y negro. Esta artesanía cuesta 65 mil pesos y tardó tres meses en poder terminarla.

Un elefante más pequeño de papel maché, pero también cubierto de chaquiras fue hecho por Kena, tardó tres semanas en hacerlo y cuesta dos mil pesos.

Las piezas más baratas son unas pulseras o anillos para mujer de apenas 30 pesos.

Pero ¿Por qué tener estas artesanías en la FIL? Francisco explica que cada año ellos han estado en distintos "stads", esta ocasión tienen un espacio en el correspondiente de la UdeG y esto es porque aparecen en un libro que está a la venta en esta edición 2015 de la FIL que muestra cómo él junto a su familia decoraron toda la carrocería de un "vocho", trabajo que les costó ocho meses en terminarlo y que finalmente llamaron "Vochol".

Kena invita a quienes anden por los pasillos de la FIL, llegar al "stand" ubicado en la Calle H y Avenida Poetas en la Expo Guadalajara para conocer sus artesanías, explorar los libros que están a la venta y darse cuenta de lo que comunidades como la suya, que de paso son de Jalisco, realizan para poder sobrevivir.

EL INFORMADOR / CAROLINA QUINTANILLA