Sábado, 23 de Noviembre 2024
Cultura | Seis de cada 10 jaliscienses jamás han pisado una biblioteca

Enfrentan el reto de formar lectores

Seis de cada 10 jaliscienses jamás han pisado una biblioteca, de acuerdo con encuesta del Conaculta

Por: EL INFORMADOR

La más importante de la Red Estatal de Jalisco es la Central 'Ramón García Ruíz';sin embargo,apenas tiene mil usuarios al mes. ESPECIAL /

La más importante de la Red Estatal de Jalisco es la Central 'Ramón García Ruíz';sin embargo,apenas tiene mil usuarios al mes. ESPECIAL /

GUADALAJARA, JALISCO (28/OCT/2014).- El problema de la lectura y las bibliotecas en Jalisco es como el del huevo y la gallina: las pocas bibliotecas que hay no son muy demandadas, pero no hay más lectores precisamente porque no hay más bibliotecas.

En Jalisco, seis de cada 10 habitantes jamás habían pisado una biblioteca, de acuerdo con la Encuesta nacional de hábitos, prácticas y consumo culturales del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta). En promedio, cada jalisciense lee menos de tres libros al año.

Esto provoca que, con sólo 283 bibliotecas en Jalisco, 64 de ellas en la Zona Metropolitana de Guadalajara, la cobertura es suficiente. Por eso la prioridad actual es la generación de más lectores antes que aumentar el número de estos centros de acceso al conocimiento.

“Lo que tengo que hacer como bibliotecaria es fomentar el hábito de la lectura”, precisa Laura Patricia Cortés, directora de la Red Estatal de Bibliotecas y Fomento a la Lectura del Gobierno de Jalisco.

Entre las estrategias para fomentar la lectura y la escritura están, entre otras, el concurso como “¡Cuánto leo… saboreo!”, que premia a los niños de primaria y secundaria que más leen; o el “Personaje del pueblo”, que trata de escribir una historia de una persona que le llame la atención, así como en el que cinco estudiantes escriben un libreto y lo representan con títeres.

Los bibliotecarios están visitando las escuelas y preparan actividades junto con los maestros, además de que promueven visitas guiadas a las bibliotecas.

“Una visita guiada bien dada es aquella en la que un niño quiere volver”.

Destaca que el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México (Conaculta) les dio una dotación de libros del Programa México Lee, por ejemplo, la saga de Harry Potter, la serie de Crónicas de Narnia y El Niño de la Pijama de Rayas.

“En las bibliotecas les están presentando la película, pero les enseñan la novela, lo que ha motivado a que el niño tenga la curiosidad”.

El próximo año van a lanzar un concurso de lectura en familia, aunque Laura Patricia Cortés reconoce que pasarán al menos tres años para empezar a motivar a los padres de familia.

“El primer reto es que los padres quieran que los niños lean porque estamos luchando contra la televisión, las novelas, los partidos de futbol”.

De las 283 bibliotecas que hay en el Estado, 263 tienen acceso a internet, como una forma de aprovechar el uso que hacen los niños y jóvenes de los dispositivos móviles: hay tres mil títulos en formato digital para consulta.

El presupuesto para las bibliotecas a cargo de la Red Est atal es de apenas cuatro millones 500 mil pesos en 2014. Y, aunque a Cortés le gustaría tener mayores recursos, subraya que están buscando maneras creativas de aprovechar los existentes, no sólo para que las bibliotecas sean promotoras de la lectura sino también de la cultura.

“Hay que meterle mucho entusiasmo. Las bibliotecas no van a desaparecer, van a crecer porque la ciudadanía necesita estar cercana al conocimiento”.

Diversión, no obligación

En Zapopan hay 18 bibliotecas municipales que tienen como objetivo el fomento a la lectura –de la recreativa, no de investigación– para un público infantil y de adultos mayores.

Además de los libros en estantería, promueven los préstamos a domicilio, visitas guiadas, la hora del cuento, tertulias, círculos de lectura y presentaciones de libros, explica Cinthya Mendoza, jefa de Bibliotecas del Instituto de Cultura de Zapopan.

En tres de ellas, tienen módulos para personas con discapacidad visual, libros traducidos al Braille e historias radiofónicas.

Además, varias de estas bibliotecas están en colonias de bajos recursos, como Nueva España, San Juan de Ocotán, La Primavera y Venta del Astillero.

“De hecho, hay colonias en las que los niños no van a la escuela, pero sí a la biblioteca”.

En Tonalá hay siete bibliotecas y están por abrir la octava y un paralibros –una estructura parecida a una parada de autobús que es un espacio de préstamo de libros y lectura–, señala María Elena Venegas, directora de Cultura. En la Cuna Alfarera hay 478 mil habitantes, por lo que cada biblioteca debe atender a más de 59 mil personas.

La funcionaria admite que esta proporción dista mucho de ser la ideal, pero abrir nuevos espacios implica gastos importantes para los que el municipio no tiene recursos. Por ello se han enfocado en difundir los centros que tienen, a través de un programa de promotoras de cultura, que van a todas las áreas circunvecinas de estos centros culturales: van, se leen cuentos, se prestan libros, se invita a la biblioteca para participar en tertulias, conferencias y visitas guiadas.

Formación de mala calidad

Si desde el kínder y la primaria no se incita a los jóvenes para que asistan a una biblioteca, fomentando así las habilidades de investigación, el impacto negativo puede ser tremendamente negativo, advierte Ricardo Chavira, jefe de la Biblioteca “Monseñor Santiago Méndez Bravo” de la Universidad del Valle de Atemajac.

“Cuando esté en el bachillerato o la universidad va a ser un profesionista de baja calidad porque no tendrá esas herramientas de investigación”.

Así, para subsanar la carencia de bibliotecas es necesario que las autoridades desarrollen estrategias creativas para fomentar la lectura, tanto del libro impreso como de nuevos formatos, como los libros electrónicos.

“Se podría aprovechar, por ejemplo, la reforma en telecomunicaciones, donde el Gobierno comenta que el internet va a ser más rápido y más barato, para sugerir estrategias para que la información llegue a más personas y que no les resulte oneroso, pues el mexicano también gana poco”.

Lo que no se puede hacer es pensar que no es necesario fomentar el crecimiento de las bibliotecas públicas porque éstas cumplen el papel de subsanar las carencias que pueda tener una familia que no tiene el acceso a los recursos informativos impresos y digitales. “Esa carencia totalmente se puede cubrir con la biblioteca pública, que esté muy bien organizada, que esté muy bien constituida, que tenga los elementos necesarios para dar servicio a todos los que la visiten diariamente”.

VOCES
Una usuaria múltiple


En la biblioteca “Juan José Arreola”, Valeria se siente cómoda por sus espacios, aunque no le gusta que el préstamo de ciertos documentos esté limitado a ciertos horarios. En la búsqueda de material bibliográfico para su tesis de licenciatura, esta egresada de Comunicación conoció las bondades de la biblioteca más grande del Estado, aunque en su experiencia no ha visto a mucha gente: la mayoría son alumnos de la Prepa 10.

“Me gusta su variedad de áreas de trabajo. Hay mesas para estudio y sillones para leer cómodamente; el ventanal amplio de los sitios que dan a Periférico, su iluminación natural es agradable”.

Recuerda que “nunca entró, pero escuchaba el área de niños; es en uno de los pisos de abajo y me da gusto escuchar movimiento y voces de niños, saber que en esos horarios y días entre semana hacen uso de los servicios de una biblioteca”.

De la Iberoamericana “Octavio Paz” le gusta la ubicación y el estilo: “Me agrada porque está en el Centro de Guadalajara. Me encanta su diseño interior e iluminación. Me siento en una nave de una universidad en Europa, es mi sensación”. Pero hasta ahí: no le ayudó mucho en su investigación. “Y en el área de computación les hace falta actualización: las máquinas son viejas, su banda ancha es poca, o sea, el internet es lento”.

A la hora de buscar el libro Sociología del periodismo, no fue en estas dos grandes bibliotecas en donde lo encontró, sino en la del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara.

JALISCO
Panorama de las bibliotecas

283 bibliotecas públicas en Jalisco.

219 bibliotecas hay en el interior del Estado.

64 en la metrópoli.

213 bibliotecas cuentan con acceso a internet.

33 bibliotecas tienen equipo de cómputo, pero sin internet.

1 millón 664 mil libros se prestaron en 2013.

4.4 millones de pesos es el presupuesto de la Red Estatal de Bibliotecas en 2014.

5 de cada 10 usuarios de las bibliotecas públicas son niños

3.81% de las 7,371 bibliotecas públicas del país se concentra en el Estado.

2.94 libros al año leen los mexicanos, en promedio.

Nota: En la numeralia no se considera a la Biblioteca Pública “Juan José Arreola”, que opera la Universidad de Guadalajara. Para la Red Estatal, ésta no está vinculada en su padrón.

Fuente: Encuesta Nacional de Hábitos, Prácticas y Consumo Culturales.

Buscador

Si buscas algún libro o la biblioteca más cercana, puedes acceder al sitio de la Red Estatal de Bibliotecas Públicas de Jalisco:

http://www.reb.jalisco.gob.mx/

Afluencia. La biblioteca más importante de la Red Estatal de Jalisco es la Central “Ramón García Ruíz”; sin embargo, apenas tiene mil usuarios al mes.

ENCUESTA
¿Por qué los jaliscienses respondieron no asistir a una sede de lectura?

No tiene tiempo 32.31%

No le gusta leer/No le llama la atención 29.68%

Están muy lejos 11.04%

Prefiere conseguir libros por otros medios 7.28%

No sabe dónde están/No las conoce 6.19%

No sabe leer ni escribir 4.89%

No encuentra los libros que le interesan 4.51%

Problemas de salud o discapacidad 1.40%

Otros motivos 2.7%

Fuente: Encuesta Nacional de Hábitos, Prácticas y Consumo Culturales.

Sigue: #debateinformador

¿Cuándo fue la última ocasión en que visitó una biblioteca pública?

Participa en Twitter en el debate del día @informador

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones