Viernes, 22 de Noviembre 2024
Cultura | El MoMA es visitado por no videntes que disfrutan del arte

En el MoMA el amor al arte es ciego

El Museo de Arte Moderno de Nueva York da la oportunidad a personas con alguna discapacidad visual de disfrutar las obras de arte que alberga

Por: AFP

Los visitantes del MoMA saben que no solo el arte se ve, también se ''siente''. ARCHIVO /

Los visitantes del MoMA saben que no solo el arte se ve, también se ''siente''. ARCHIVO /

NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS(22/MARZO/2013).- Sus ojos no ven, pero Barbara Appel suspira de placer cuando sus dedos recorren el rostro de una escultura de Picasso en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.

La mayoría de la gente va a los museos para ver exposiciones, aunque para algunos de los que visitan el MoMA, el amor al arte es, literalmente, ciego.

Una vez por mes, una guía acompaña a un pequeño grupo de personas con diferentes niveles de discapacidad visual por las salas del famoso museo de Manhattan.

Para Barbara Appel, de 62 años y que perdió la vista de forma repentina una década atrás, el programa "Art inSight" (Arte a la vista) es una tabla de salvación que la mantiene conectada con una parte vital de su mundo que temía hubiese desaparecido.

"Con esto realmente siento que estoy conectada con algo que siempre he amado, algo que me dió tanta motivación", dice, recordando la inspiración obtenida en visitas a museos durante su carrera como diseñadora de joyas.

En el tour de este mes, unas 20 personas visitaron una exposición llamada "Inventando la abstracción, 1910-1925", sobre el nacimiento de ese movimiento artístico.

La mayoría de las obras son frágiles pinturas o dibujos y en general no está permitido tocarlos. Los visitantes tuvieron que confiar en la guía, y en su imaginación, para visualizar los trabajos vanguardistas y difíciles de describir de Vasily Kandinsky, Kazimir Malevich y otros artistas de principios del siglo XX.

Ante cada obra, el grupo se detuvo no solo para una detallada descripción de parte de la guía, sino también para conversar sobre el significado de la misma.

El grupo pasó mucho tiempo ante una escultura de Marcel Duchamp que data de 1918 y lleva el extraño y provocativo título "Para ser mirado (del otro lado del vidrio) con un ojo, desde cerca, durante casi una hora".

Carrie McGee, que supervisa los programas del MoMA para discapacitados, dijo que las primeras visitas para invidentes se organizaron en la década de los 70 y que en aquél momento estaba centrada sólo en esculturas.

Luego se tomó la decisión de asumir el desafío de tratar de volver accesibles a los no videntes pinturas y otros objetos que no pueden ser tocados, buscando alternativas creativas y multisensoriales.

Por ejemplo, cuando los ciegos se acercaron a la versión de "El Grito" de Edvard Munch actualmente en exhibición en el MoMA, se les propuso que abrieran la boca y se tomasen la cabeza, posando como la figura de la pintura.



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