Lunes, 07 de Octubre 2024
Cultura | El entorno de los símbolos arquitectónicos se han transformado igual que las costumbres

En Guadalajara fue…

El entorno de los símbolos arquitectónicos que han caracterizado a la Perla Tapatía se han transformado igual que las costumbres de sus habitantes

Por: EL INFORMADOR

En 1797, el Instituto Cultural Cabañas inició su proceso de construcción con el fin de brindar atención a los más desamparados.  /

En 1797, el Instituto Cultural Cabañas inició su proceso de construcción con el fin de brindar atención a los más desamparados. /

GUADALAJARA, JALISCO (14/FEB/2012).- Existen muchos aspectos que pudieran identificar a un tapatío: que si habla cantado y gritando, que si su comida habitual no tiene chile o limón dice que no sabe a nada, o que de que todos los hombres son machos, en mal plan. Mitos y verdades, entre muchos otros, que por años le han brindado una personalidad única a la forma de vida de los habitantes de Guadalajara.

A 470 años de su fundación, Guadalajara cambió, cambia y seguirá transformando sus hábitos en lo que respecta a sus costumbres y tradiciones sociales y culturales, además de su constante metamorfosis urbana.

Juan Gil Flores, miembro del Consejo de Cronistas de Guadalajara, explica que algunas de las costumbres propias de la ciudad y que gozaron de fama –principalmente después de 1900- realmente ya son poco practicadas, como el barrer y regar las calles por la mañana (acto que sirvió como ejemplo para la canción de Guadalajara, Guadalajara de Pepe Guízar en 1953, para decir que la ciudad huele a tierra mojada) o el ver a niños jugando de forma libre y en paz, por los llamados barrios populares de la metrópoli.

La que sigue siendo, por algunos que se acuerdan, “Ciudad de las rosas”, poco conserva esa peculiaridad, pues actualmente son pocos los espacios públicos que lucen esas flores (como la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres o el camellón de Américas). Para ejemplo basta echar un vistazo a la Glorieta Minerva, que durante muchos años fue tapizada de rosales, y ahora luce con puntiagudos magueyes.

Además de la popular canción de Pepe Guízar, que hace sentir muy mexicano a cualquier mexicano, dentro y fuera del país, en la década de los 90 del siglo XX surgió lo que puede considerarse otro himno de la ciudad, en clave alternativa: “La tapatía”, compuesta por extinto líder de la banda El Persona, Julio Haro, que describe Guadalajara en un dos por tres en cuanto arquitectura, espacios, aficiones y gustos gastronómicos.  Ahí aparece la Catedral, el Mercado San Juan de Dios (Libertad), la Calzada Independencia, el Instituto Cultural Cabañas, la antigua Central Camionera, el Cine Variedades, así como los virotes, el pozole, la jericalla. Todo un fresco contemporáneo.

Ni antigua ni tan moderna

Pero ¿cuáles son los símbolos que aún se conservan pese a la modernización? Se pueden mencionar un sinfín de aristas y temáticas, como la culinaria donde destacan los platillos típicos como la torta ahogada, la jericalla o el tequila; las costumbristas como el visitar las diversas plazas públicas del Centro Histórico o asistir a la Romería en Zapopan, entre otras.

En lo que respecta al paisaje urbano, el arquitecto Ramón Reyes Rodríguez, investigador del departamento Proyectos Urbanísticos del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) de la Universidad de Guadalajara, destaca que la mayoría de modificaciones a las que se ha sometido la ciudad han repercutido en la pérdida de inmuebles y espacios con alto valor patrimonial e histórico, aunque por otra parte se han construido y/o remodelado sitios para dar paso a la vanguardia, por lo que hoy la ciudad tiene una esencia arquitectónica ecléctica que combina lo antiguo y lo moderno.

Haciendo memoria, la Calzada Independencia fue despojada de su camellón arbolado para la integración del Macrobús, a finales de la década de los años 40 se realizó la ampliación de Avenida Juárez, el camellón Chapultepec se transformó en un paseo cultural y Avenida Federalismo se sometió a excavaciones para instaurar la línea uno del Tren Ligero.

Si bien muchos de los cambios urbanos responden a una necesidad vial, el arquitecto Reyes Rodríguez considera que se debe tener cuidado en la forma en cómo se realizan esos cambios. Es necesaria “cierta sensibilidad en la protección y conservación de las zonas que son afectadas, cuando éstas tienen valor patrimonial”.

PARA SABER
Entonces, “¿qué ocupas?”


En un sondeo aplicado por este diario, a través de su sitio web, 851 personas respondieron a diversas preguntas referentes a las cualidades más características de Guadalajara y los símbolos más representativos en su actividad gastronómica, cultural y arquitectónica:

76% considera que el platillo más típico es la torta ahogada por encima de la birria.

72% asume que la jericalla es el postre más popular que una nieve raspada del Parque Morelos.

49% asegura que la Glorieta Minerva es la arquitectura más representativa de la ciudad, en lugar del Instituto Cultural Cabañas (20%), el Teatro Degollado (18%) y los Arcos de Guadalajara (13%).

63% destaca que costumbre más arraigada es el asistir a la Romería de Zapopan, en tanto que 19% opta por pasear en el Centro Histórico de Guadalajara.

Tanto el mariachi como el tequila, son considerados como los símbolos más representativos con 48% cada elemento, por encima de las calandrias (4%).

48% subraya que el “tapatiísmo” más usado es ocupo (de necesitar), en vez de “edá” (de verdad) con 27%, “bien mucho” (de muy) con 22% y alzar (de arreglar) con 3 por ciento.

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