Elena Poniatowska examina a Guillermo Haro

GUADALAJARA, JALISCO (01/DIC/2013).-  Es el año 1959. Elena Poniatowska, entonces una fulgurante promesa del periodismo y la literatura (ya había publicado Lilus Kikus, por ejemplo), entrevista al consagrado científico y astrónomo Guillermo Haro. Entre ambos surge un lazo que en ese momento, es imposible de explicar.

Es el año 1959. Elena Poniatowska, entonces una fulgurante promesa del periodismo y la literatura (ya había publicado Lilus Kikus, por ejemplo), entrevista al consagrado científico y astrónomo Guillermo Haro. Entre ambos surge un lazo que en ese momento, es imposible de explicar.

Después, 1968. En un México agitado por los movimientos estudiantiles, Elena y Guillermo se casan. Ella, musa de las letras. Él, observador de las estrellas. La química entre la ciencia y el arte, tan improbable en apariencia, cuajó en ambos. La suya será una historia de amor de la que ahora quedan hijos y recuerdos. Muchos recuerdos.

Ahora. Diciembre de 2013. La entrevista con Elena Poniatowska está pactada a las 13:00 horas en el stand de la editorial Planeta. La escritora, recién nombrada premio Cervantes de literatura, se encuentra en la Feria Internacional del Libro para presentar El Universo o Nada, un texto donde relata la vida de Guilllermo Haro (1913-198). Hombre determinante en su vida. Padre de sus hijos. Promotor de la ciencia. Luchador social. Soñador.

Vestida toda de color rojo, el cuerpo de Elena está aquí. La mente, parcialmente, también. "Estoy pensando mucho en el Distrito Federal. Hoy había una movilización contra la reforma energética, encabezada por Andres Manuel López Obrador en el Zócalo, a la que me hubiera gustado ir. Pero tengo muchos compromisos en la FIL, y los doctores no me dejan viajar tanto en avión". Su franqueza, demoledora, se asoma en cada palabra. Y aun así, encuentra la forma de decirlo de manera dulce. "Me gusta Guadalajara -matiza-, y su feria. Apenas me estoy aclimatando, pero tengo tiempo. Me quedo, creo, hasta el miércoles".

La biografía de Guillermo Haro abunda en referencias bibliográficas y entrevistas. Es, hoy por hoy, la descripción más exacta del hombre que lucho con más ahínco por difundir la ciencia en México. Y también, un hombre que marcó la vida de Elena. Que la hizo madre, y le enseñó a mirar a las estrellas.  "Tenía muchas cosas que decir. Lo que me faltaba era el modo. El modo lo es todo, como solía decir Lázaro Cárdenas".

Para todo escritor, cada obra es sumamente personal. Pero en el caso de El universo o nada, el texto se convierte en un material íntimo. "Es sobre todo, dirigido a mis hijos, para que vieran que tuvieron un padre extraordinario, porque convivieron con él poco en vida. También fue una sorpresa para mí. Encontré que era un hombre con una tenacidad y congruencia extraordinaria, dos cosas que tuvo siempre en su vida desde muy joven. Que le encantaba difundir la ciencia, dirigirlos al camino del aprendizaje, no dejar que se sintieran menos que los gringos. Que entendieran que todos podían competir al mismo nivel".
 
 Convicciones inquebrantables

 "Somos seres políticos. Todo lo que hacemos es política". Es difícil, casi irresistible, charlar con Elena Poniatowska, y no tocar la política. Si el tema no lo pone ella sobre la mesa. Lentamente va emergiendo en la charla. Pero no es una mujer que se encienda con el tema. Mantiene una ecuanimidad ajena a las posturas extremas. Polemiza. No polariza. "Desde el año 2000 dejé patente mi apoyo a Andrés Manuel López Obrador, y al movimiento de izquierda", agrega, con voz firme.

En sus irreductibles convicciones políticas se encuentra otro lazo con el finado astrónomo. "Si le hubiera tocado, si hubiera estado joven en este momento, Guillermo Haro hubiera ido a Chiapas, en apoyo al sub comandante Marzos. Era un hombre  muy atrabancado, echado para adelante".

Quizás el único momento en la charla en la que la voz de Poniatowska se apaga, es cuando menciona el legado de Haro. Mira suavemente al cielo antes de responder, como buscando las palabras adecuadas escritas en las estrellas. "Su fue demasiado pronto. Siempre he pensado eso. Estaría feliz de ver como avanzó la sociedad, como  avanzó el papel de la mujer. Sabía que la ciencia era un trabajo inacabable. Que podía dedicar su vida a ella, y no bastaría. La ciencia y la literatura son muy distintas en ese sentido".

EL INFORMADOR / Juan Francisco González Rodríguez

PERFIL
¿Quién fue Guillermo Haro?

Fundador del Instituto Nacional de Astrofísica Óptica y Electrónica (INAOE) en Tonantzintla, del Instituto Nacional de Investigación Científica (INIC, precursor del Conacyt). Guillermo Haro fue el primer latinoamericano en ocupar la vicepresidencia de la Unión Astronómica Internacional, y el único en recibir la medalla Lomonósov de la Academia de Ciencias de la Unión Soviética, equivalente al Nobel.

PARA MAÑANA
Presentación

“Palabras cruzadas” (Ediciones Era), de Elena Poniatowska; se presenta mañana, asistirán Rosa Beltrán y Darío Jaramillo. La cita es en punto de las 19:00 horas en el salón 5, planta baja, de la Expo Guadalajara.

SABER MÁS
Sobre la Feria

¿Qué libros que se estén presentando en la FIL recomienda?

“Sergio Pitol. José Emilio Pacheco. Fuentes. Los textos de ellos son siempre recomendados”.

Lo positivo y lo negativo de la FIL

Me gusta la presencia de los jóvenes, de los estudiantes. Que no había sucedido, hasta ahora, que pudieras llegar libremente sin que nadie te revisara la bolsa. Que la gente se ve animosa. Que traigan bebés y niños. Gente de pelo blanco como yo.

Lo que no me gusta es que a veces siento que los libros sean tan caros. Con 300 pesos una chava se compra un vestido, una buena comida o una borrachera”.

 ¿Cómo vive la FIL?

“Por lo regular venía un día y me iba. Ahora estaré más. De momento, me estoy aclimatando”.

¿Qué es ser escritor?

“Es ser afortunada. Tengo mucha suerte. Lo que he procurado hacer a lo largo de todos años ha sido servir. No mecanografiar mis tragedias personales. Que sirva de algo todo lo que hago”.