El sentido que nos toca

GUADALAJARA, JALISCO (17/NOV/2011).- Alemania es el país invitado de honor de la Feria Internacional del Libro. Buscando en su programa de propuestas escénicas, encuentro a magníficos creadores mexicanos abordando una sola obra de autoría germana, Gotas de agua sobre piedras calientes de Rainer Werner Fassbinder, quien es conocido más bien por su cine. Muy bien por lo que vienen a mostrar Aldo Lazcano y Martín Acosta (con una producción que entiendo es del INBA). Pero hace falta. Sí.  Pienso en el teatro alemán y en el lugar dorado que ocupa en el mundo. No es poca cosa, porque éste enarbola y sale a la luz a través de un místico universal de nombre Goethe, un alquimista y mago, autor del Fausto que abre un camino para que después pueda transitar Schiller con su teatro de Weimar de donde nacieron María Estuardo y la hermosísima Guillermo Tell.  Vendrán otros y destacará Henri Vont Kleints quien con su espíritu atormentado se convierte en el padre del drama sicológico, pero se le recuerda más por su magnífica comedia El Cántaro Roto.   

Luego surge Georg Buchner (1813-1837) con obras como Woyzeck y La muerte de Danton. Y así uno piensa en las características de la creación alemana, que tiene que ver en todos los sentidos y con diferentes tesituras, con la reflexión que se expresa o implota y que puede tener tintes expresionistas, sí, realistas casi siempre. ¿No fue Berltot  Brecht el creador del teatro épico y un parteaguas en la historia del teatro mundial? ¿No está ahí Win Wenders poetizando la existencia de un hombre o un ángel en una hermosa película en color y blanco y negro? Berlín fue la capital del cabaret en los años treinta y aún durante la guerra, albergaba en sus secretos tugurios la realista propuesta de la resistencia. Peter Stein con su teatro de la memoria, está ya escrito en la historia del teatro contemporáneo.

La producción de Gotas de agua sobre piedras calientes ha sido capitaneada por Aldo Lazcano, quien según me cuentan, es un productor privado que se enganchó con la obra, en un viaje que realizó a Munich y, a su regresó a México se entercó y logró cristalizar el proyecto pese a que no es una obra que prometa una jugosa taquilla. La dirección  corre a cargo del señor Martín Acosta, para mi gusto uno de los más importantes directores que tiene este país. Trabajan con él actrices como Inés de Tavira, Ricardo Polanco y la casi siempre exquisita Laura Almela. La obra es un relato cotidiano de una pareja, las partes tienen que coexistir con lo peor del otro. La escenografía es de Jorge Ballina, el vestuario de Mario Martín del Río, la musicalización de Xicotécatl y la iluminación de Matias Gorlero. Un gran equipo que promete una buena factura escénica.