El sentido que nos toca

GUADALAJARA, JALISCO (03/NOV/2011).- Se ha presentado en nuestro ciudad, por segunda temporada, el espectáculo La procesión de la Santa Mentira, un show de cabaret realizado en la localidad bajo la tutela del maestro Tito Vasconcelos. 

El cabaret. 

El Cabaret que lleva en su nombre el sello de la impertinencia, surgió como género para poder decirlo todo.  Y estos son tiempos en los que para salvarnos del silencio decidido, se deben nombrar las cosas. Son tiempos de Hamlet. Y en el cabaret el actor-autor desarrolla un texto y con ello se vincula con la realidad a través de una postura que debiera ser crítica sobre un hecho o varios. Cuando esto sucede, el público también agradece la profundidad.

Guadalajara, que yo recuerde, tuvo hace un par de años un festival de cabaret en Calle 2, al que vinieron entre otros artistas más Regina Orozco, Susana Zabaleta y Las Reinas Chulas, tres conceptos presentes en Bar El Vicio, teatrito de Coyoacán, DF, que ahora mismo dirige Ana Francis Mor pero que hiciera nacer y crecer con el nombre de El Hábito la ya legendaria Jesusa Rodríguez, que dicho sea de paso, ha sido hábil como ninguna artista mexicana y con su enciclopédica creatividad se convirtió en la autora más brillante de textos de cuestionamiento social para la escena.

En nuestra ciudad ha habido intentos cabaretescos con toda la intención de despertar el sentido crítico, no sólo de los actores que la verdad a veces nos hace mucha falta, si no del público tapatío que es muy hábil para reírse de sus desgracias, participar de su propia burla y brindar de la pura pena.

Hernán del Riego quiso impulsar el género en el Teatro Experimental (2009) con un texto creado colectivamente y que logró ser salvado por el mismo Hernán en escena, pero en su médula tenía una falta de profundidad social que daba miedo, lo que por supuesto reafirma que el teatro cabaret es su visión y su texto y luego todo lo demás, que los actores hacemos muy bien lo que sabemos hacer muy bien en escena, pero… el texto demarca la postura, que es lo que define al género, y para ello, nos falta practicar, leer mucho, tener una postura definida y tener al frente un muy buen director que sepa a dónde lleva al elenco en ese mar de barbaridades.

En este sentido creo que Tito Vasconcelos, al igual que Jesusa, es uno de los maestros de cabaret en México, con la diferencia de que Tito sigue activo y pujante con este espectáculo.

Y a Jesusa Rodríguez, muchos espectadores y creadores la extrañamos.

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