''El poder del teatro es discreto, invisible y de química lenta''

GUADALAJARA, JALISCO (02/OCT/2012).- El actor, bailarín y director tapatío Beto Ruiz pertenece a una generación perdida. A sus 44 años parece reafirmar una búsqueda personal. Actualmente trabaja con las actrices Circee Rangel y Carla Constantini en El Viaje de Ulises un texto de Verónica Maldonado. El trabajo que Ruiz ha venido realizado desde la teatralidad, descansa en el cuerpo. Estudió danza contemporánea en el INBA, teatro en la UNAM. Pero este hombre solitario, es quizá, el más desertor de todos. Hace tres años volvió de Singapur, al término de un viaje que lo contactó con el teatro asiático de manera letal. Cursó una especialización en teatro oriental y contemporáneo, después llegó a Polonia para montar Horizonte temporal, que también presentó en Guadalajara. Beto Ruiz es un fantasma de misterios, no pertenece al circuito de rock stars del teatro, vuelve a la raíz, maestro de muchos, seguidor de muy pocos frente a un gremio que lo respeta.

Dirigió la Compañía Estatal de Teatro con El Gesticulador (2009-2010), trabaja también en el Tec de Monterrey donde llevó a cabo Ensayo sobre la ceguera durante el primer trimestre del año y, con la agrupación de la instancia y la producción de Juan Vila presentó una función homenaje a Beethoven el pasado 14 de septiembre en el Teatro Degollado. Un artista plural que destaca: “A los creadores nos pertenecen los árboles pero no los frutos”.

—¿Dónde sitúa el poder de los jóvenes en el mundo?

—Bueno siento que hoy los jóvenes llegan en un momento donde muchos tabúes ya fueron relajados. La gran pradoja es que por un lado se abrieron a la simultaneidad pero también, otros, gritan más y son dictados por un sistema de consumo disfrazado de apertura y aparente libertad(...)

—¿El teatro frente a esto tiene poder?

—El alcance del poder de teatro, es discreto, invisible y de química lenta.

—¿Para qué vamos al teatro hoy?

—Creo que no hay un teatro, hay muchos tipos de espectadores que van a muchas cosas. Algunos van porque creen que hay una opción diferente de leer el mundo, ofrecen los hacedores de teatro, una releectura del mundo, otros van porque hacen una extensión de sus cuestionamientos. Otros van para divertirse pero en el sentido verdadero, ver de manera diversa lo que no son ellos, buscar una otredad a través del teatro, también porque el mundo ya no satisface. El teatro ya tiene motivos distintos que ofrecer y este espectador va por motivos diferentes.

—¿Cree que hay una personalidad definida del teatro jalisciense a nivel nacional?

—Hay personas que se han proyectado a nivel nacional, con extraordinarias posturas desde el hacer, pero todavía no generamos una personalidad.

—Decía Peter Brook que la catarsis es un concepto que se ha comenzado a olvidar ¿cree que la gente hoy estamos dispuestos a la catarsis?

—Aún hay una gran sección de los espectadores que la desean y por eso van al teatro y al cine, pero también hay creadores que ya no quieren pasar por ello. Es una lectura del mundo.

—¿Cree que el teatro y el cine se han acercado?

—Son como esas parejas que nunca se casan y siempre se atraen. Son un romance donde se comparte a un amante que es la actoralidad. Ambos se han beneficiado y han conservado sus identidades.

—¿Cree que el teatro se ha alejado de los clásicos?

—Sí, sí se ha alejado.. La constitución colosal de los clásicos es tan firme que nos pueden esperar para volver a ellos(...).

—De Sabina Berman a Legom ¿qué hay en medio?

—Hay muchas ganas de desenfadarse, de sacudirse. Nosotros estábamos desde la escena haciendo nuestras dramaturgias diciendo “no encontramos los textos” y surgen todos estos y nos rebotan y nos superan. Lo que hay para mi es un nivel de desenfado, un juego, lo que da a nivel nacional un espectáculo más atrevido. Hay una serie de provocadores(...) Como tú dices hay de todo, como Alberto Villarreal que a mí me encanta.

Hay cosas que toca y dice la danza, cosas que con las palabras no se pueden entender y así también, las palabras dicen cosas específicas ¿Para qué se dice el teatro?

El teatro nombra todo con otro volumen, con filos de cuchillos, con aromas de néctares extraños, renombra al mundo, a la vida, con una sonoridad y una luz que en vez de alejarnos de la cosa, nos hace que la revisemos. El teatro renombra, revisita. La cosa vuelve a ser nuevamente escudriñada, es el mismo lenguaje de la cotidianeidad, con unos espejuelos que te hacen cambiarte de ángulo. Los misterios con respecto a lo que había que revelar, yo no me afanaría en intentar revelarlos... Quepa decir una frase de Beethoven: Nunca rompas el silencio si no es para mejorarlo

—¿Para qué sirve la libertad?

—Para inquietarnos. La libertad es una pregunta y debe continúamente estarse ejercitando. Es una supervisora cotidiana del hecho de tu vida, para ver si vas fiel a tus necesidades originales o ya fuiste infiel a ellas.

FRASE

"El teatro nombra todo con otro volumen, con filos de cuchillos, con aromas de néctares extraños, con una luz que en vez de alejarnos de la cosa, nos hace que la revisemos "

Beto Ruiz, director , actor y bailarín