El periodista no puede olvidar su tarea de explicar la realidad

GUADALAJARA, JALISCO (03/DICI/2011).- Para el decano de la ética periodística en América Latina, Javier Darío Restrepo, los profesionales de la comunicación no pueden olvidar que su trabajo como periodistas es reflexionar y explicar sobre la realidad que ven todos los días. Ahí está su valor agregado en esta era donde el periodismo ciudadano es una nueva oportunidad de los medios de comunicación. Y con esta conclusión llegó a su fin TVmorfosis con la mesa ¿Cuál es la realidad de las pantallas? Los ciudadanos como reporteros y como difusores de secretos informativos.

El colombiano Javier Darío Restrepo dijo que hay una idea de la tecnología “que ha generado unas reacciones muy positivas. La primera es la participación del ciudadano, el poder del ciudadano, potenciar su palabra, eso va en beneficio de la democracia. Hay una segunda que nos concierne a nosotros como periodistas, porque la tecnología nos ha hecho caer e n cuenta que le habíamos dedicado mucho tiempo a tareas que no nos corresponden”.

El periodista tiene que cumplir una acción mucho más inteligente, abundó Restrepo, primero explicar la realidad y segundo es contextualizar, para que el consumidor entienda de lo que está sucediendo. De tal manera que “El periodista es quien está encargado de hacer entender. La exclusiva fue una forma de periodismo que lo disminuyó. Y ese hacer entender es un ejercicio profesional que conlleva mucha reflexión y pensamiento.

El también maestro de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, “hay personas que están muy preocupados por el envilecimiento del lenguaje. La información instantánea es perjudicial para la sociedad si se queda sin ampliación porque el pensamiento no se debe de quedar en 140 caracteres. Como instrumento, el twitter funciona si es complementado con otros instrumentos”.

Restrepo siguió aventando frases con la autoridad moral que le da tener más de 50 años de experiencia “Los medios empiezan a temar porque les montaron competencia y ese es un pensamiento demasiado mezquino. Está muy bien que los ciudadanos puedan dar a conocer su opinión. Cuando se invita a los reporteros ciudadanos se está abriendo una ventana para que los receptores puedan ver otra dimensión de los hechos, que es espontanea y tranquila. No debemos olvidar que el único amo que yo respeto como periodista es mi lector, todos los demás amos deben estar subordinados a su lector. Con eso se evita el activismo del periodista”

En la presentación también contó con la presencia de Javier Redondo, profesor investigador de Ciencia política de la Universidad Carlos III de Madrid, quien señaló que “los nuevos medios están debilitando la racionalidad. Tenemos que definir bien la función del periodista, no es neutra la idea del periodismo ciudadano. Lo que se está produciendo es una especie de pensamiento rápido, se desnaturaliza la información y con ello la participación política. Y se confunde la participación con la opinión. Participar no es cliquear, debemos de tener claro el concepto de la participación, que requiere una serie de exigencias, como la reflexión y el tiempo”

Fue él quien dijo que las tecnologías no son buenas o malas en sí mismas. “Son herramientas. Y con la tecnología no hay tiempo ni siquiera de contrastar la noticia. Si cualquier ciudadano es periodista, entonces cualquiera puede invadir mi esfera privada. El periodista analiza, reposa, filtra”.

En la mesa también estuvo presente la académica Sallie Hughes, profesora especializada en prácticas periodísticas, quien hizo la propuesta de que “los periodistas tradicionales deben de actuar en conjunto con los ciudadanos, el periodismo es una institución social que opera en niveles: individual, las salas de redacción y las organizaciones mediáticas”. Por lo tanto la estructura de oportunidad del periodismo puede hacer un periodismo de coalición cívica, que trabaja en alianza con los ciudadanos y las ONG´s “Los periodistas están tomando acciones para promover que las voces ciudadanas entren a las noticias”.

EL INFORMADOR/ OMAR GARCÍA