El otro lado de Miró

PARÍS, FRANCIA (15/MAR/2011).- El Museo Maillol inaugura hoy la exposición "Miró escultor", la primera en los últimos 40 años que dedica París a esta faceta del artista catalán, y que reúne más de un centenar de esculturas, 22 cerámicas, un gran óleo y 19 obras sobre papel, procedentes en su mayor parte de la Fundación Maeght.

"Quería rendir homenaje al hombre, que era un hombre maravilloso, de una amabilidad y de una discreción extraordinaria" y con él a su trabajo, "verdaderamente poderoso", explicó la comisaria de la muestra, Isabelle Maeght.

La nieta del galerista, litógrafo, editor y productor de cine Aimé Maeght (1906-1981), con quien Miró (1893-1983) inició en 1946 una intensa amistad y una productiva actividad artística, recalcó que ha querido celebrar "además de su escultura, que poca gente conoce, al hombre creador".

Subrayó, al respecto, la enorme potencia de trabajo de Miró, "bastante única en la historia de la pintura y la escultura del siglo XX", pues se sentía "tan a gusto con la cerámica, como con el dibujo, la pintura como con el grabado".

Para que la exhibición sea todo un "descubrimiento", la comisaria trajo a París "todas las maneras de esculpir de Miró", de sus bronces pintados a los muy lisos, de las representaciones humanas y del pájaro, animal característico en su obra, a los bajorrelieves y las piezas que parecen provenir de yacimientos arqueológicos.

"Es eso lo que me interesaba, mostrar la extrema diversidad de Miró en su creación", señaló Maeght, quien el próximo 17 de mayo inaugurará en Italia otra exposición sobre Miró escultor, con otras obras, pero con los mismos fines,

Miró fue "un hombre sediento de decir lo que tenía que decir" y la riqueza de su creatividad rebosa en las salas del Museo Maillol - Fundación Dina Vierny, lugar elegido entre otras razones "porque estamos en casa de un escultor".

"Es muy importante mostrar la extrema modernidad de Miró en casa de un escultor del siglo XX", consideró.

En esta ocasión la Fundación ha venido a París, pero sin duda, añadió, la muestra "incita a venir a ver lo que Miró creó en la Fundación Maeght", en la localidad francesa de Saint Paul de Vence, en la Costa Azul francesa.

Allí se encuentra "'El Laberinto', que es un poco su universo ideal, con el pájaro lunar, el solar, la maternidad, el campesino catalán... una obra escultórica que es verdaderamente paralela a su pintura", destacó.

Resaltó, igualmente, la manera que Miró tenía de trabajar sus bronces, de forma que cada uno tuviese su propia patina.

"Lo sorprendente es que va a estar igual de agusto con las pequeñas esculturas como con las monumentales", señaló.

En el Museo, las piezas de mayores dimensiones, como los personajes, alguno muy voluminoso; las constelaciones o la "Puerta III", ejemplar único de dos toneladas y media, se encuentran en la planta baja.

Las de menor tamaño, entre ellas numerosas mujeres y algunos pájaros, construidos a menudo mediante el ensamblaje de objetos que Miró decía encontrar por "ese azar divino", ocupan varias salas del primer piso.

Preguntada por su relación con el artista catalán, Isabelle Maeght subrayó que tanto Miró, como su esposa, Pilar, o Dolores, su hija, o sus nietos, "forman parte de la familia".

"Miró estuvo en la boda de mis padres, en mi nacimiento, venía a pasar cada verano dos meses a casa, hemos vivido y continuamos de hecho viviendo una historia de familia con los Miró", añadió.

Creada por los esposos Marguerite y Aimé Maeght, la fundación Maeght, dedicada al arte contemporáneo en todas sus formas ha prestado el 90 por ciento de las obras expuestas.

Situado en el barrio de Saint Germain, el Museo Maillol, cuya exposición permanente se dedica al escultor, pintor y dibujante francés Aristide Maillol (1861-1944), considerado como el padre de la escultura moderna, fue inaugurado en 1995 por el presidente francés François Mitterrand.