El festival ''Wixaritari'' se presenta en Puerto Vallarta

CIUDAD DE MÉXICO (28/MARZO/2013).- El arte, los cantos y las ceremonias ancestrales del pueblo huichol o wixárika se pueden apreciar en Puerto Vallarta, Jalisco, donde se lleva a cabo el VIII Festival Indígena Wixaritari Teteikie Mieme.

La edición 2013 de este encuentro cultural ha abierto una vía de conocimiento al extraordinario universo de ese grupo indígena que habita en la Sierra Madre Occidental, norte del estado de Jalisco, Nayarit y en grupos minoritarios en los estados de Zacatecas y Durango.

Del 27 de marzo al siete de abril artesanos de esa etnia muestran sus fabulosas técnicas de chaquira y estambre sobre cera y madera, así como los bellos bordados en los que plasman su cosmogonía, en su muy original código estético, informaron promotores de la actividad.

El festival se lleva a cabo en el área de exposiciones de una plaza comercial del punto turístico, desde la mañana hasta la noche, lapso en el que alrededor de 40 creadores huicholes expondrán su arte místico, en un marco de comercio justo.

Además de las fabulosas técnicas de chaquira y estambre sobre cera y madera, así como los bellos bordados en los que plasman su cosmogonía, durante estos 13 días se puede escuchar la música ancestral y la popular del mariachi tradicional wixárika (o wixárica).

Mencionaron que durante la inauguración se llevó a cabo la Peregrinación a Wirikuta, lo que fue un valioso ejercicio de promoción del conocimiento intercultural, religioso y lingüístico, mismo que se repetirá los días 30 de marzo, cuatro y seis de abril.

La repetición se hará con tres de las ceremonias más representativas del calendario ritual-agrícola huichol: la ceremonia del Matrimonio Wixárika, Danza de los Wainaruri y la Danza de los Peyoteros.

Destacaron que como parte del programa de extensión del festival se exhibirán filmes de tipo documental, que ilustran más sobre el modo de vida de este pueblo originario y sus costumbres.

En la actualidad existen unos 22 mil huicholes, pueblo que mejor ha conservado en México sus características culturales y tradiciones por el aislamiento en el que ha vivido, refugiado durante la conquista en las mesetas y gargantas de la Sierra Occidental.