El emporio de una televisora en líneas de Fabrizio Mejía

GUADALAJARA, JALISCO (01/DIC/2013).- En México no se puede hablar de la historia de la televisión sin Televisa que ha sido la principal fuente de contenidos que de alguna manera forman parte de la idiosincrasia de la nación, sus telenovelas se han replicado por el mundo con gran éxito y ha creado figuras del entretenimiento globales. Interesado en conocer de cerca la historia de esta empresa a raíz del movimiento #YoSoy132 cuando los jóvenes universitarios se manifestaron en las puertas de la compañía de San Ángel y no en Los Pinos o el Zócalo, Fabrizio Mejía Madrid se dedicó a escribir "Nación TV. La novela de Televisa" en la que aborda la historia de vida de los Azcárraga y cómo se convirtieron en "los soldados del Presidente".

Investigando, el escritor y periodista se dio cuenta que ni la propia Televisa tenía datos o textos sobre su historia y con base en lo obtenido así como en "Santa Evita" de Tomás Eloy Martínez y "Anatomía de un instante" de Javier Cercas funde dos géneros para presentar su libro, el propiamente literario y el periodístico. "Es un libro sobre el poder económico en México, cómo se hacen las empresas, cómo eso afecta a una familia que en este caso es la de los Azcárraga y cómo termina todo esto en una especie de gran derrota a pesar de los millones de dólares en una empresa global".

En "Nación TV", el autor retrata la vida de excesos de Emilio Azcárraga Milmo, la manera de vivir de los hijos de los más poderosos y las cadenas de favores que se hacen entre empresarios y políticos para forjar un control en las audiencias y la instalación de los monopolios. "Todo esto es una especie de gran elefante que no puede sostenerse por sí mismo".

Sobre qué tanto considera que ha cambiado el actuar de la política con los medios de comunicación como es la televisión, Mejía dice que ha sido muy poco desde los tiempos de Miguel Alemán.

"Hay toda una clase económica que fue creada en años posteriores a la nacionalización de la Banca y a la renacionalización, que es todo este sector que salió de la caída de la bolsa y que es nada menos que Carlos Slim y Roberto Hernández; un nuevo esquema económico, peros siempre aliados al poder. Roberto Hernández no le oculta a nadie que apoyó a Peña Nieto, Carlos Slim ha estado jugando en apoyar a algunos de la izquierda. Aún se continúa con los arreglos sobre las bases de unas reglas del juego que tiene que ver con la protección de intereses a toda costa".

¿La televisión sigue siendo un centro de atención?

Desde la perspectiva de Fabrizio la televisión está en una etapa donde se pierde la credibilidad y también la sintonía, pues con la llegada del internet y la televisión por cable, el rating está condenado a desaparecer. Esto porque en la red se pueden concentrar miles de archivos disponibles a cualquier hora y en cualquier momento y su éxito se mide a través de las redes sociales. En cuanto a que la televisión pierda verosimilitud es porque la gente cada día cuestiona más las cosas que suceden en su entorno y esto obliga a que otras fuentes de información busquen la objetividad y contar meramente la verdad como el periodismo narrativo, que según Mejía se ha convertido en un vinculo para contar lo que no se hace en automático, mecánicamente y de rebote como ahora sucede en las redes sociales.

"Las televisoras siguen haciendo lo mismo, el cuento de la Cenicienta en las telenovelas y el método alburero en los programas que es lo más barato y fácil de hacer. En internet se están haciendo cosas para el entretenimiento, aún muy básicas pero ahí están".

En cuanto a si seguirán los monopolios, Fabrizio dice que sí, pues tan sólo basta con ver la nueva ley de telecomunicaciones que indica que será para obtener ventajas con el poder político. "No creo que vayan a cambiar los contenidos, a Azcárraga Jean lo veo interesado en expandir su negocio incluso fuera del entretenimiento, están interesados en Pemex, en que no haya críticos en otros lados".

SABER MÁS:

Fabrizio Mejía comparte que la escritura del libro fue rápida porque él tenía la intención de que el movimiento #YoSoy132 se enterara de la historia de Televisa, lo que lo llevó a escribir el texto en menos de un año. "Yo acumulé muchas cosas durante muchos años, en una cosa intensiva de escritura me tardé seis meses porque había que contar cómo fue y cuando vi que la historia de los Azcárraga parecía telenovela, pensé en una especie de melodrama, y así fue, salió a la venta en julio de 2013 y me parece que ya lleva seis ediciones". En esta feria Mejía presenta tres libros, "Nación TV" con Grijalbo, "Días contados" de Almadía que es una recopilación de crónicas y con Sexto Piso llega con "Septiembre, zona de desastre" que es una novela gráfica sobre el terremoto de 1985 en la Ciudad de México.

¿Cuáles libros que se presentan en la FIL recomiendas?

-"La fila india" de Antonio Ortuño que lo acaban de presentar en Océano, que es una novela sobre lo que le sucede a los inmigrantes centroamericanos cundo se van quedando a lo largo de las vías del tren por todo México. Y me llama la atención también la presencia de una editorial argentina que rara vez está en la FIL y que se llama Hidalgo que son obras muy interesantes que normalmente no llegan a las librerías mexicanas.

 ¿Lo positivo y lo negativo de la FIL?

-Lo negativo es el exceso de vigilancia, el sábado tuve que preguntar cómo entrar a mi hotel porque había tantos policía que ya no se veían las saliditas que nos habían dejado para entrar y salir. Lo bueno es que esto no ha inhibido la asistencia de la gente de Guadalajara y de los alrededores, el público ahora está muy preguntón, me parece muy bien, normalmente eran como zombis y ahora quieren cuestionar, están interesados en hablar de literatura y de política.

¿Cómo vives la FIL?

-La FIL es la máxima feria en español global, todo el mundo quiere venir acá, para mí es un encuentro con los amigos escritores que no veo durante todo el año y que no nos vemos mucho, cada año me encuentro con Xavier Velasco a quien quiero mucho.

¿En una frase qué es ser escritor?

-Ser escritor es recortar la realidad para que sea tolerable.

EL INFORMADOR / ENRIQUE ESPARZA