Cultura | David Alfaro Siqueiros El arte al servicio de la Revolución El muralista chihuahuense supeditó su creación a una ideología política inspirada en los preceptos del realismo socialista Por: EL INFORMADOR 7 de febrero de 2010 - 04:59 hs GUADALAJARA, JALISCO.- Figuras como David Alfaro Siqueiros (Chihuahua, 1896-Cuernavaca, 1974) son indispensables para entender el proceso cultural de la Revolución Mexicana. Así lo considera al menos Teresa Vicencio Álvarez, directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), quien recuerda que este creador fundamental del arte mural nacional “pertenece a esa joven generación que, en los albores del siglo XX, incluso antes del sacudimiento social, se enfrentó al problema de la creación de las artes plásticas en México tomando las vías de un arte público, de un arte ligado a los problemas de la nacionalidad y del pueblo. Así, cuando estalló la Revolución, transitó de modo natural de la rebelión estética a la rebelión social y política”. Formas robustas y poderosas, amplitud en las proporciones y brillantez del colorido puestos al servicio de una ideología radical y unos sentimientos poco menos que violentos. Ésas podrían considerarse las características más relevantes de la obra de Siqueiros. Personaje singular en la historia del arte, supeditaba por completo sus obras, especialmente las que se refieren a las grandes producciones murales, a una ideología política inspirada en los dictados del realismo socialista, que le hacía concebir el arte como un medio de incidir y cambiar la realidad, como la forma más adecuada de participar en la lucha de las masas por su liberación y por la justicia social. Sin embargo, la osadía de los procedimientos, su búsqueda de nuevos materiales, con la utilización de plásticos y revoques industriales, así como la elección de unos temas trágicos que apoyaban su innato lirismo, la evidente influencia del expresionismo, el surrealismo e incluso del arte abstracto, consiguieron liberar su obra del rígido corsé del realismo socialista que, por aquel entonces, hacía estragos entre los artistas que aceptaban el compromiso social. Fiel a sí mismo, fue siempre consecuente con sus ideas, sin importarle la cárcel o el exilio, atento sólo a potenciar su personalidad artística, su inagotable imaginación, la variedad de sus recursos técnicos, para cumplir de ese modo lo que consideraba el deber de todo artista revolucionario. “Artista soldado” En la relación de las acciones con las que el muralista chihuahuense contribuyó a la Revolución referida por Vicencio Álvarez destacan su adhesión a la huelga para exigir la renovación del sistema de enseñanza artística y la remoción de los maestros porfiristas, su participación en la conspiración de obreros y estudiantes contra Victoriano Huerta, su incorporación al Ejército Constitucionalista de Venustiano Carranza y su colaboración con el Dr. Atl en el periódico revolucionario La Vanguardia. “Fue el más claro representante de los que él mismo llamo los ‘artistas soldados’ que necesitaba su tiempo”. Para la directora de la Sala de Arte Público Siqueiros (SAPS), Taiyana Pimentel, “la mejor forma de rendirle homenaje es a través de nuestro compromiso de actualizar todo el acervo que el artista heredó al pueblo de México y de esa forma incitar a la investigación y a las nuevas lecturas, porque el compromiso para este centenario tiene que ser entender y releer la historia desde otras perspectivas”. Agrega que “Siqueiros fue un hombre comprometido no sólo con el arte, sino también con la sociedad y ése será nuestro punto de partida de trabajo en 2010. Además, los proyectos de trabajo se establecerán en un diálogo abierto entre lo mejor del modernismo que planteó Siqueiros en su obra y, desde luego, las posturas contemporáneas en el arte”. Proyectos Actualmente se realiza la digitalización total del archivo documental que resguarda correspondencia y escritos del artista, para su posterior catalogación y puesta a disposición del público. Además, con la participación de la Fundación BBVA Bancomer, el INBA trabaja también en la actualización del formato digital del acervo fotográfico. Como parte de la restauración del acervo pictórico, el Instituto Nacional de Bellas Artes ya ha comenzado la intervención de los murales que alberga la SAPS: Proyecto para una escuela en el estado de México y Maternidad, trabajo que planea concluir este año. Asimismo, está previsto que el próximo mes de abril inicie la restauración de la Casa Estudio David Alfaro Siqueiros “La Tallera”, en la que además de la recuperación de los murales, se buscará acondicionarla para que funcione como lugar de residencias artísticas de creadores de diversas latitudes. “El arte y el pensamiento de David Alfaro Siqueiros contienen muchas de las claves del siglo que se inició con la Revolución Mexicana y que este año se cierra. A 36 años de su muerte, debemos constatar en este 2010 su extraordinaria vigencia y su importancia para entender nuestro pasado y valorar nuestro patrimonio, pero también, sin duda, para reflexionar sobre el presente y construir el futuro de nuestra nación”, resalta Teresa Vicencio. Espíritu rebelde David Alfaro Siqueiros vio la luz en Chihuahua, en 1896, en el seno de una familia cultivada, algunos de cuyos miembros admiraban y estudiaban la arqueología y el arte popular mexicanos. De 1908 a 1911 hizo sus primeros estudios en el Colegio Franco-Inglés de la Ciudad de México, que dirigían los padres maristas, y terminados éstos, se inscribió en la Academia de Bellas Artes de San Carlos, donde participó, en 1911, en una huelga estudiantil para exigir la renovación de sus métodos pedagógicos. En 1913, formó parte también de la Escuela al Aire Libre de Santa Anita. Pero no pudo completar sus estudios, pues tras haber participado en la protesta estudiantil, su carácter indómito y su espíritu de rebeldía radicalizaron sus ideas y lo llevaron a abrazar, en 1914, la casa de la Revolución, incorporándose al Ejército Constitucionalista, en cuyas filas llegó a alcanzar el grado de capitán segundo y colaboró en La Vanguardia, órgano del ejército. En 1919, siendo presidente Venustiano Carranza, Siqueiros fue enviado como agregado militar a Nueva York, donde conoció a Orozco y entabló con él conversaciones en las que discutieron problemas relacionados con la utilización de la mecánica en el arte. Luego, cobrando como si fuera un beca su paga de capitán, viajó a París, donde tomó contacto con los círculos literarios y los movimientos artísticos de vanguardia. Dos años más tarde, en 1921, trasladó su residencia a la ciudad española de Barcelona, donde fundó la revista Vida Americana, en cuyo primer número publicó sus “tres llamamientos de orientación actual a los pintores y escultores de la nueva generación”, que constituyeron el primer germen de las ideas que, más tarde, intentaría llevar a la práctica en sus murales. Europa -París (Francia) sobre todo- no sólo le brindó la posibilidad de ponerse en contacto con las últimas técnicas y tendencias estéticas, sino que marcó también, y decisivamente, su vida al ofrecerle la posibilidad de conocer y tratar a Diego Rivera. Su posterior estancia en Madrid (España) produjo también sus frutos. Siqueiros seguía reflexionando sobre el arte y la política o, más concretamente, sobre el arte en la política, es decir, en último término, el arte al servicio de la Revolución. En Madrid publicó un “Manifiesto de los Artistas de América”, donde hacía explícito su rechazo de los criterios europeos e instaba a la creación de un arte específicamente mexicano, monumental, que pudiera ser contemplado por todos y no se viera limitado a un restringido núcleo de coleccionistas adinerados, un arte humano y popular, por lo tanto, que se sustentara en las tradiciones precolombinas, como había ya exigido en su anterior “Llamamiento”, una pintura que se acercara “a las obras de los antiguos pobladores de nuestros valles, los pintores y escultores indios…”. Tras su regreso a México en 1922, los murales que realiza para al Escuela Nacional Preparatoria (Los mitos) y su relación con Rivera y Orozco señalan el nacimiento del gran muralismo mexicano. “Cuando estalló la Revolución, Siqueiros transitó de modo natural de la rebelión estética a la rebelión social y política ” Teresa Vicencio Álvarez, directora general del INBA. Temas Murales David Alfaro Siqueiros Centenario de la Revolución Lee También Pros y contras del “Jalexit” Niña personifica a Sheinbaum en desfile escolar; este fue su emotivo mensaje para las mujeres David Benavidez vuelve a retar al 'Canelo' Álvarez con picante declaración Día de la Revolución: “Mexicanos en EU son los héroes”, dice Sheinbaum Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones