El Trompo gira sólo a la continuidad

GUADALAJARA, JALISCO (29/ABR/2013).- Antes de comenzar la entrevista, la nueva directora general del Trompo Mágico Museo Interactivo, Ana García, aclara que no le gusta el protagonismo. Lo importante para ella es el décimo aniversario del espacio y el programa que se confeccionó para festejar el Día del Niño.

Y no se equivoca, pues antes de las 11:00 horas una fila de niños y adultos que esperaban ingresar al museo se emocionaron cuando vieron marchar lentamente a una procesión de músicos, malabaristas y payasos que, escoltando a un carro alegórico adornado con una pequeña carpa de circo, se internaban en el museo y recorrían todos sus vericuetos. Ana García abandonó esa estela de diversión para subir hasta su oficina, ubicada en la parte superior del inmueble.

La invitación para encabezar el Trompo Mágico le llegó el martes por la mañana, por parte del secretario General de Gobierno, Arturo Zamora. Ana García, exdirectora del Globo, Museo del Niño, se dirigía a Papirolas a montar un taller. Explicó que todo fue tan rápido que el jueves ya había tomado su nuevo puesto. En tres días no tuvo tiempo para recorrer el inmueble, para pensar en cambios. Pensó en dar continuidad y en sumar a un proyecto bien apuntalado por un equipo de profesionales: “Físicamente llegué aquí el jueves. Sería muy irresponsable decir qué está bien o mal”.

Considera que es muy pronto para hablar de cambios, de proyectos, de planes, “porque cuando un ejercicio está probado y es un ejercicio exitoso, llegar a decir ‘este es el proyecto, este es el cambio’ yo pienso que sería incluso hasta irresponsable, porque aquí hay un equipo de trabajo profesional, que hace su trabajo y que lo ha venido realizando bien”.

Esperará a que pase tiempo para proponer algo, pues tendría que detenerse en las exigencias de los visitantes: “Porque los proyectos no es llegar, tener ocurrencias y hacer los cambios. Esto no es así, es una cuestión de hacer análisis, de hacer los planteamientos a través de un resultado. Y creo que para mí, fundamentalmente, sería la palabra continuidad, más que cualquier otra. Hay proyectos muy interesantes sobre fomento a la lectura, hay también sobre ideas verdes, los diferentes pabellones con sus temáticas, la divulgación de ciencia, y, en cada uno de estos espacios, hay gente profesional”.

Directora del pabellón infantil de FIL Niños de 2006 a 2009, resalta que en cualquier esfuerzo que se decante en favor de los niños, sin olvidar la preponderancia de los contenidos que se ofrezcan, hay tres directrices importantes: el compromiso que se tenga hacia los proyectos de la infancia; el perfil de quien encabeza dichos proyectos, y la experiencia. Egresada de la Licenciatura en Arquitectura por la Universidad de Guadalajara (UdeG), García pone de relieve su incesante interés por los museos, gusto que nació gracias a que su mamá la llevaba a estos lugares.

Entre sus objetivos está el seguir con la vocación esencial de un museo como el Trompo Mágico, la de ser “un espacio de aprendizaje no formal”, en donde los niños encuentren alternativas que les permitan jugar y aprender al mismo tiempo.

Uno de los retos es mantener el trabajo que se ha realizado en 10 años, pues la palabra “mejorar” le parece muy fuerte. Pretende sostener el espacio con el trabajo que se ha realizado: “El trabajo de un museo no es en escritorio, es estar de frente al público y viendo cuáles son sus necesidades”.

Durante el día de festejo se esperaban que arribaran al Trompo Mágico unas cuatro mil personas. Entre las actividades que se ofrecieron resaltó la Exposición temporal y taller Entre Aros y Pelotas. Escuela de circo, que se llevó a cabo en el Salón Circular; el Desfile circense y de personajes fantásticos, que recorrió todo el museo; el taller ¡Luces, cámara, acción!, que se realizó en La Talacha, y talleres sorpresa como el de Mundos intergalácticos, en el que se habló de constelaciones y signos zodiacales.