El SEMS se deslinda del plagio

GUADALAJARA, JALISCO (12/JUN/2014).- Se abrió la convocatoria, se eligieron a los ganadores y se entregaron los premios. Hasta ahí todo bien. Pero un día después de la premiación el pasado viernes 6 de junio en el Teatro Diana, se descubrió que el trabajo ganador del Concurso Estatal de Cortometraje 2014 —organizado por el Sistema de Educación Media Superior (SEMS) de la Universidad de Guadalajara (UdeG)— era un plagio.

 Un estudiante del Colegio de Bachilleres de Jalisco No. 11 tuvo que regresar los cinco mil pesos, la cámara y el tripié que se le entregaron por obtener el primer lugar en la categoría de “Mejor cortometraje” gracias a la obra “Despierta”, que resultó ser de autoría original de un cortometrajista mexicano llamado Fernando Guisa, quien lo publicó el año pasado en su canal de YouTube titulado “En tu cine favorito”.

 El sábado 7 de junio, el día posterior a la ceremonia en el Teatro Diana, la coordinadora de Difusión y Extensión del SEMS y organizadora del concurso, Lilia Mendoza, recibió alertas vía correo electrónico acerca del plagio. El propio Fernando Guisa le escribió denunciando la problemática; también lo hizo público en sus redes sociales.

 Mendoza citó al estudiante el lunes 9 de junio, quien asistió acompañado de su madre, y admitió que cometió el plagio, por lo que regresó los premios que le habían otorgado. En consecuencia, el jurado declaró desierta la convocatoria en la máxima categoría del concurso, pues también hubo otros reconocimientos por “Mejor animación”, “Mejor documental” y “Mejor cortometraje de ficción”.

 “En la convocatoria se pedía a los aspirantes firmar una licencia de uso. Como en este caso el chico es menor de edad, se pidió que lo hicieran sus padres o tutores, y aquí firmaron los dos padres la licencia que dice que el chico es autor de la obra, del cortometraje, y eso deslinda a la universidad de cualquier reclamación en la que se alegue violación a los derechos del autor”, justifica Mendoza.

 El trabajo del menor había sido elegido entre 67 cortometrajes participantes. “Hicimos una búsqueda previa y no encontramos nada (...) Nosotros lo hacemos de buena fe. ¿Cómo vamos a saber si el muchacho está entregando algo de él o no? Por eso los hacemos firmar la licencia, para que la universidad se ampare en ello”.

 Lilia Mendoza asegura que la universidad no cometió ninguna falta y que eso no afectará la realización de concursos en el futuro. “Nosotros abrimos un espacio a la expresión creativa, para estimularlos. Finalmente si ellos hacen trampa, ahora sí que queda en su conciencia del muchacho y en las consecuencias que esto pueda acarrear. Si no, la universidad ya no haría ningún concurso”.

El premio en efectivo será reintegrado a las arcas de la UdeG mientras que la cámara y el tripié estarán a disposición del SEMS hasta que le sean requeridos por la casa de estudios.

El FICG aclara su participación

El Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG) se desempeñó como co-organizador del Concurso Estatal de Cortometraje para preparatorianos durante ocho ediciones pasadas, hasta que en este año el SEMS decidió separarlo del marco del encuentro fílmico para extender la convocatoria no sólo a estudiantes de las preparatorias de la UdeG, sino a todo el sistema de bachillerato público del Estado.

 “El concurso fue madurando, realmente creciendo y llegamos a un punto en que los ganadores de estos cortitos que hacían los chicos de bachillerato eran premiados durante el festival. Cada año tenía más participaciones y el concurso funcionaba mucho mejor, los chicos estaban entusiasmados”, explica el director del FICG, Iván Trujillo.  En esta ocasión, el festival ya no se involucró de la misma forma: apoyó en la difusión e hizo algunas recomendaciones para la elección del jurado, pero no participó en la selección de los cortos finalistas.

 Iván Trujillo explicó que en la mayoría de los concursos se hacen búsquedas previas, pues no es inusual que los postulantes sometan trabajos que no son propios o que no cumplan con los criterios establecidos, queriendo engañar al jurado.  “Nosotros en el festival recibimos muchas solicitudes de ingreso para el premio de cortometrajes. Una de las reglas para nosotros es que el corto sea estreno en México. Varias veces nos intentan meter uno que ha sido exhibido de alguna otra manera, ya sea en internet o en algún otro festival. Si tenemos que hacer una búsqueda, lo tratamos de hacer, pero es difícil (...)”.