GUADALAJARA, JALISCO (17/AGO/2016).- El primer capítulo del Quijote en coreano o la primera conferencia de Mario Vargas Llosa, en Nueva York, cuando supo que le habían concedido el premio Nobel de Literatura. Son apenas dos gotas de agua entre los 10 mil documentos que el Instituto Cervantes ha anunciado hoy, viernes, que pone a disposición de todos los usuarios en su web, de acceso libre y gratuito, llamado Colecciones Digitales.Este gran archivo está formado por cinco bases de datos, con textos, fotografías, gráficos y multimedia de diferentes áreas de la institución. De los 10 mil documentos, aproximadamente la mitad son textos y el resto se divide entre los otros formatos, ha explicado la jefa de Bibliotecas y Documentación del Cervantes, Yolanda de la Iglesia.La primera base de datos es Traducciones del Quijote. Son casi 700 documentos de las versiones del primer capítulo de la obra de Miguel de Cervantes, pertenecientes a los más de 200 volúmenes en 50 lenguas disponibles en la biblioteca de la sede del instituto en Madrid.Otro atractivo es la denominada Memoria Digital del Instituto Cervantes, más de cuatro mil imágenes de la actividad institucional, cultural y académica de la sede central y las de todo el mundo desde 2003, de escritores, músicos, artistas plásticos, académicos, y conferencias, congresos, seminarios, presentaciones de libros... A esto se añade millar de imágenes y documentos de las instalaciones, salas de lectura o exposiciones.El origen de los archivosLos otros dos grupos archivísticos son de dos arquitectos del Protectorado español en Marruecos. “Son fondos digitales singulares porque no existe ninguna documentación similar”, ha destacado la directora de Cultura del Instituto Cervantes, Beatriz Hernanz. Uno es el Fondo Alfonso de Sierra Ochoa, donado por este alarife al Cervantes de Tetuán (Marruecos) en 1989. Son 570 documentos, entre libros inéditos, planos, informes, memorias, expedientes de numerosos proyectos de vivienda y equipamientos en Tetuán desde los años veinte hasta los sesenta del siglo pasado”, añade Hernanz. Todo ello permite comprender la transformación urbana y arquitectónica que vivió el norte de Marruecos en la época del Protectorado Español (1920-1960).El otro arquitecto es Carlos Pereda Roig (1900-1978), que dejó en el Marruecos español un amplio archivo personal al que ahora se puede acceder a través del Cervantes. Son más de 225 documentos entre expedientes, artículos, fichas, mapas y fotografías de la zona del norte del país.El País