El Ballet Folclórico regresa más jalisciense

GUADALAJARA, JALISCO (13/JUN/2011).- Salieron al escenario con martillos en los pies. Cada paso retumbó en el Teatro Degollado. Ayer por la mañana el Ballet Folclórico de la Universidad de Guadalajara (UdeG) estrenó nueva temporada en la que destacan, además de vestuario nuevo, los ensambles de fandango, danzón y el tradicional cierre con música de mariachi y los bailes típicos de cuatro estados del país.

Jimena Musalem, de 15 años, terminó feliz de ver como más de 30 personas arriba del escenario del teatro, que se alberga en el Centro Histórico de Guadalajara, se llenaban de colores. Con una sonrisa en el rostro, la joven destacó la fuerza y la alegría que tienen que imprimir los bailarines cuando ejecutan piezas tan tradicionales como El son de la negra o Los toritos, y lo sabe porque ella estudia en el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). Expresó que “fue fabuloso, me encantó el despliegue”.

Después de varios meses sin presentaciones públicas en Jalisco, el Ballet regresó a los escenarios locales con la Danza de la Pluma, originaria de Oaxaca, en la que la fiesta de la Guelaguetza cobró factura en la piel de más de alguno. La gran belleza y variedad de los bailes oaxaqueños reflejaron la riqueza cultural y étnica de ese estado.

Después fue el turno para los jarochos. Con la pieza La bruja, las mujeres en el escenario tomaron las veladoras encendidas para ponerlas sobre sus cabezas y así detonar el aplauso del público asistente que, aunque no llenó el recinto, ovacionó de igual forma las piezas más emblemáticas de la función.

Después del intermedio se estrenó el ensamble Fandango, pieza que es el resultado de una investigación del director Carlos Ochoa y Fernando Delgadillo, subdirector de la agrupación, sobre la fiesta posterior a la Romería (12 de octubre). Con canciones como Fiesta en los Colomos, Las Copetonas, La Yegua, La Botella, Tres Catrinas, El Bartolo y Los Toritos, los asistentes pudieron descubrir cómo se pueden contar historias tapatías en medio de la religión, la música, el tequila y el amor.

Los momentos más cautivadores para Ana María Medina, una de las asistentes sentada en la primera fila, fue cuando los danzones se hicieron presentes para atrapar la mirada de chicos y grandes. “Me encantó por lo que logran transmitir, fue uno de los momentos más placenteros”.

Y es que ver a mujeres que no necesitan enseñar de más para ser sensuales, con los ojos grandes y los labios en rojo carmín, con las trenzas falsas y de tacones tronadores; y hombres fuertes que quiebran el suelo con sus botas y que entienden el valor de rodear con delicadeza la cintura de una bella dama, son dignos de los gritos que salen del alma de los que bailan y de los que aplauden, de trompetas que enchinan la piel al ver entrar el mariachi al teatro más emblemático de Jalisco.

El Ballet Folclórico de la UdeG no sólo hizo retumbar las paredes con aplausos sino que amenaza con volverlo a hacer el próximo domingo porque la temporada 2011 de la agrupación, que comenzó ayer, está integrada por 12 funciones que se ofrecerán los domingos de junio, julio y agosto hasta el día 21.  El costo de los boletos oscila entre los 80 y los 300 pesos.