Donan medio millón de volúmenes a la Biblioteca Pública

GUADALAJARA, JALISCO (08/JUN/2011).- Uno a uno se apilan en la nueva sede de la Biblioteca Pública de Jalisco. Llegan en camiones, envueltos en cajas de cartón y listos para ser catalogados. Unos son viejos y modestos, otros nuevos y con el perfume de las hojas nuevas se identifica su edad.

El proceso es sencillo: La gente los compra en cualquier librería o los toma de su librero, los dona, la Biblioteca los recibe, les pone una cinta magnética para que no se los saquen del edificio sin permiso y listo. Son los libros de la nueva sede de la Biblioteca Pública de Jalisco, instalada en el núcleo Los Belenes y que hasta el momento, de acuerdo con información proporcionada por la Fundación de la Universidad de Guadalajara y la misma Biblioteca Pública, el acervo que se ha donado asciende a 533 mil libros, pero buscan llegar a los tres millones.

En 2008, la Fundación  de la Universidad de Guadalajara comenzó con la campaña ''Dona libros'', que consiste, como su nombre lo dice, de proveer de libros a la nueva sede que estará ubicada en el núcleo Los Belenes.

Desde que se colocó la primera piedra de la nueva sede de la Biblioteca Pública del Estado se contempló que el edificio albergaría tres millones de unidades de información. Hasta el momento más de dos millones de textos, entre libros, documentos históricos y periódicos de la Hemeroteca estatal, forman el acervo del recinto que es organizado a marchas forzadas.

Para el director de la biblioteca, Juan Manuel Durán, “estamos contentos porque ha habido personas e instituciones que nos han donado sus colecciones, conformando un buen comienzo de actividades”. Dentro de los documentos históricos hay más de 300 mil volúmenes y en el acervo contemporáneo general ya hay un total de 200 mil ejemplares más las revistas y periódicos de la Hemeroteca estatal que no están contabilizados. “La gente ha donado poco a poco. De momento tenemos las colecciones de Jorge Álvarez del Castillo, Paul Rivet, Enrique Estada y la que nos donó el investigador José María Murià, que pertenecía a su padre” señaló el funcionario universitario.

Necesidades apremiantes

Que no sean libros con una edad mayor a los cinco años, que no sean libros editados por la Secretaria de Educación Pública y sobre todo, que sean libros pensados en el usuario que quizá los pueda consultar, es lo que pide Judith Márquez, la administradora de la Biblioteca Pública, a los posibles donadores de libros en una campaña que será permanente para que la gente pueda contribuir con el acervo general de la nueva sede.
“El mensaje para la ciudadanía que nos quiera ayudar es que, no porque los libros estén estorbando en su casa y digan que quieren aprovechar un espacio tienen que donarlos, sino que la mentalidad tiene que ser el que la gente piense que determinado libro le puede servir a una persona para consultarlo” afirma Martínez.

Añade que las áreas donde más se necesitan libros para completar colecciones es en la de niños y jóvenes, además de libros en sistema Braille.
Las personas que quieran hacer donaciones de libros pueden hacerlo llamando al 36190480, aunque Judith advierte: “Les pedimos que estos días en que hemos estado mudándonos nos tengan un poquito de paciencia porque podemos tardar hasta dos semanas en recoger los libros”.