Donan a Guadalajara la biblioteca 'Esmeralda Villaseñor'

GUADALAJARA, JALISCO (17/DIC/2013).- Para seguir incentivando la lectura y la labor de llevar la cultura a lugares en condiciones donde hay menos acceso a ella, la biblioteca "Esmeralda Villaseñor" fue donada por su fundadora, la viuda del ingeniero Jorge Matute Remus al Ayuntamiento de Guadalajara, tanto el edificio como su acervo bibliográfico que consta de ocho mil 223 títulos ahora estará en manos del organismo público que continuará con labor que durante 20 años doña Esmeralda llevó al mando, desde la inauguración del recinto que fue el 16 de enero de 1993.

La ceremonia de entrega que se realizó en las instalaciones ubicadas en la calle Adolfo Cisneros, estuvo presidida por Esmeralda Villaseñor de Matute y sus hijas Elena y Esmeralda Matute Villaseñor, así como el presidente municipal de Guadalajara, Ramiro Hernández; Ricardo Duarte, secretario de Cultura del ayuntamiento de la ciudad y Luz María de Alba Sandoval, representante de Patricia Cortés, quien es la directora de la red estatal de bibliotecas del Gobierno del Estado, entre otras personalidades.

"Esta biblioteca fue concebida en memoria de mi hijo mayor Jorge, quien murió en un accidente de tránsito. El trabajo de voluntariado siempre ha ocupado un lugar importante en mi vida, inició a finales de los años 50 en un dispensario de la Colonia El Fresno enseñando a las señoras a hacer ropa para sus hijos y posteriormente atendiendo una guardería. Fundé un preescolar en la colonia Polanco para varias generaciones de niños que de otra forma no hubieran podido cursar", dijo doña Esmeralda Villaseñor quien recuerda momentos gratos de su infancia con la lectura, pues dijo que cuando niña su padre la entretenía con libros infantiles mientras éste sostenía reuniones con los intelectuales tapatíos.

La viuda de Matute Remus recordó que el sostenimiento de la biblioteca fue con dinero de sus ahorros y con la ayuda del entonces presidente municipal Gabriel Covarrubias quien donó el predio. "He decidido dejar esta biblioteca en manos del Ayuntamiento de Guadalajara con la certeza de dejarla en muy buenas manos, sólo tengo dos peticiones, la primera es que el centro deje los libros al alcance de los habitantes de la colonia y la segunda es que se conserve la placa que está a la izquierda del ingreso del inmueble en memoria del ingeniero Juan Jorge Matute Villaseñor (su hijo)".

Ramiro Hernández agradeció el gesto a doña Esmeralda, convencido de que hacen falta más personas ejemplares como ella que estuvo dedicada a velar por el beneficio social de los ciudadanos. "Un ejemplo de vida como el suyo nos debe de motivar, contagiar y comprometer a todos, sobretodo a los que tenemos una función pública. Usted forma parte de una familia que ha dado a la ciudad todo patrimonio, Matute es un símbolo de lo que debe ser un servidor público, un profesional de la ingeniería que se ha convertido en alguien a seguir y usted no se quedó atrás".  

Por su parte, Ricardo Duarte, secretario de Cultura resaltó el compromiso de muchas décadas de la familia Matute Villaseñor con la sociedad de Guadalajara. Recordó que a inicios de la biblioteca sólo se contaba con mil 600 ejemplares y hoy hay más de ocho mil. "Este es un espacio de conocimiento que nos ayuda a la cohesión social de una comunidad como lo es la colonia Polanco".

SABER MÁS

Verónica Casillas, bibliotecaria del turno vespertino del inmueble señala que además de los más de ocho mil libros disponibles, hay en bodega aproximadamente otros mil ejemplares que no se han podido colocar por falta de espacio, el recinto está dividido en área infantil, general de consulta y publicaciones periódicas, además de una sala especial para Jalisco, en donde se incluyen libros y autores del Estado. Sobre libros que tengan que ver con la vida de su esposo, la colaboradora resalta que hay biografías y títulos que hablan sobre él.

La afluencia mayor que tiene la 'Esmeralda Villaseñor' es de niños que cursan el nivel básico de educación y después los de secundaria, aunque también acuden personas de la tercera edad que asisten a leer. No sólo acuden a la biblioteca personas de Polanco, también de otros municipios como Tlaquepaque. Hay actividades de fomento a la lectura como el que se  hace cada año que lleva por nombre "Mis vacaciones en la biblioteca" que es en verano y donde participan todas las bibliotecas del Estado, además de sus propios proyectos como "La hora del cuento" donde se hace un círculo con los pequeños que aprenden a leer y otro denominado "Circulo de lectura" que se hace en voz alta con niños más grandes.

EL INFORMADOR / ENRIQUE ESPARZA