Donación de la hija del autor de El Astillero

María Isabel Onetti, hija del escritor Juan Carlos Onetti (Montevideo, 1909-Madrid, 1994), entregó ayer un manuscrito inédito de su padre a la Biblioteca Nacional de Uruguay, santuario del archivo personal donado hace dos años por su viuda, Dorotea Muhr.

En una ceremonia en la que participaron destacadas personalidades de la vida cultural uruguaya, "Litty" Onetti subrayó la importancia del manuscrito y exhortó a otros familiares del autor a buscar muestras de su quehacer literario que aún no hayan salido a la luz.

"Está escrito a lápiz y se está diluyendo, se está deshaciendo mientras hablamos; por eso, qué bueno que tenga su refugio en esta casa", dijo la hija de quien es considerado como uno de los mayores escritores uruguayos del siglo XX. Esta donación "es una especie de lanzamiento semioficial o protoficial del año Onetti" -el próximo 1 de julio se cumple el centenario de su nacimiento-, destinado a "honrar el arte y la escritura", afirmó el poeta, ensayista e investigador Hugo Achugar.

La ministra de Educación y Cultura de Uruguay, María Simón, adelantó que este año se celebrarán numerosas actividades tanto en Uruguay como en España, la segunda patria de Onetti durante muchos años y donde falleció. Se refirió a él como un escritor "universal, pero profundamente latinoamericano" y dijo que "influyó decisivamente sobre nuestras vidas, sobre nuestra apreciación del mundo".

Al destacar el valor del manuscrito, la ministra señaló que "el papel es frágil y a la vez fuerte, es clave para la reconstitución de una persona rica y complicada".

Este documento se añade al archivo personal del autor de El Astillero y Juntacadáveres, que entregó "Dolly" Muhr, su viuda, a la Biblioteca Nacional uruguaya en mayo de 2007. Esta institución cuenta con tres mil 687 documentos de ese archivo personal, que ya están digitalizados y al alcance de los estudios del escritor, apuntó Helena Corbellini, escritora y asesora cultural de la Biblioteca, a quien la hija de Onetti comunicó por primera vez la existencia del manuscrito inédito, titulado El último viernes.

"Se trata de un relato inacabado, tal vez el inicio de un cuento o de una novela", en siete hojas, donde "se hacen esbozos de posibles intrigas", explicó Corbellini. El manuscrito estuvo "años y años" guardado, después de que hubiera escrito el texto "en un cuaderno de tapa dura, sin rayas" durante la época en que vivió en Buenos Aires (Argentina), en los años 40 y principios de los 50.

"Utilicé ese cuaderno como mi diario íntimo, a los 15 y 16 años. Supongo que aprendí a escribir sobre esas notas", comentó la hija del autor de El Pozo y La vida breve al relatar la génesis del texto durante su presentación. Afirmó que "después, cuando me deshice de ese diario, conservé, por supuesto, las hojas que correspondían al manuscrito y lo guardé durante muchos años".

Hugo Achugar aseveró que "no se trata simplemente de una donación. Aquí está el alma de Onetti y esto tiene un valor incalculable".

En el manuscrito, es difícil en algunas ocasiones seguir sus líneas, pero en ellas se adivina ese alma del autor del desarraigo y el pesimismo, para quien la literatura era "mentir bien la verdad".

"En cuanto lo hicieron pasar, Carmen comprendió que aquel viernes iba a ser distinto. Creyó recordar tímidas premoniciones…". Así comienza El último viernes, un texto que, según el director de la Biblioteca Nacional de Uruguay, Tomás de Mattos, servirá para indagar más en "la estilística" de un autor acostumbrado a "velar lo que narra".