Doble regalo del FCE para Eduardo Lizalde

GUADALAJARA, JALISCO.- Que alguien con una larga trayectoria dentro de las letras nacionales como Eduardo Lizalde cumpla 80 años da para múltiples homenajes, como el que recibió hace una semana en el Palacio de Bellas Artes de la capital del país o el que le brinda ahora el Fondo de Cultura Económica (FCE) con el lanzamiento al mercado de un regalo doble para él y sus lectores: el libro Nueva memoria del tigre. Poesía 1949-2000 y Entre voces, que contiene un disco compacto y un DVD.

El FCE ofrece un recorrido por medio siglo de la obra literaria de Lizalde en Nueva memoria del tigre. En este volumen, el autor selecciona, ordena y comenta su vasta producción, en un ejercicio de la crítica en el espejo y de la memoria que dispone sus obras con orden y rigor.

El libro incluye un esclarecedor prólogo autobiográfico y una selección de la obra de juventud, que preceden los nueve libros de poesía que Lizalde dio a conocer entre 1966 y 1993. También contiene el más reciente trabajo del escritor mexicano, nuevas traducciones y una selección de poesía no recopilada.

Nueva memoria del tigre ya circula por todas las librerías del FCE, dentro y fuera del país, como un interesante modo de conocer a Lizalde.

El CD Poemas en voz del autor y el DVD Eduardo Lizalde, poeta, pertenecientes a la colección Entre voces, incluyen entrevistas que le realizó al autor de El tigre en la casa Héctor Tajonar, intercaladas con poesía en la voz del escritor. Se trata de una compilación que refleja su forma de pensar y de sentir.

Considerado una de las figuras más sólidas de la poesía mexicana actual, Eduardo Lizalde nació el 14 de julio de 1929 en el Distrito Federal. Conocido como "El Tigre", por evocar constantemente en su obra a este animal, el también narrador y ensayista intentó formar al lado de Enrique González Rojo y Marco Antonio Montes de Oca una corriente literaria novedosa conocida como el Poeticismo, consistente en hacer poemas con originalidad, claridad y complejidad.

A lo largo de su trayectoria, Lizalde no ha dejado de experimentar en la poesía, plasmándola de búsqueda filosófica, el amor descarnado y su propia crítica.