Derroche de virtuosismo con Claire Désert

GUADALAJARA, JALISCO (23/MAY/2014).- El encuentro de la pianista con su instrumento exige absoluta concentración. El público se comporta de manera atenta, y aguarda. La francesa Claire Désert -—que aprendió piano desde los cinco años— se sienta en el banquillo y arquea su cuerpo. Sus dedos transformarán la noche en música.
 
La pianista ofreció un concierto como parte del programa del Festival Cultural de Mayo, el cual incluyó una selección de obras de grandes compositores, en su mayoría del periodo romántico. La cita fue en el Teatro Degollado, donde se congregaron poco menos de 600 espectadores.
 
El recital comenzó con "Sonata opus 78" de Beethoven y sus dos movimientos, "Adagio cantábile" y "Allegro vivace". Después siguió "Sonata opus 31 No. 2 'La Tempestad'" del mismo compositor, con sus tres movimientos: "Largo", "Adagio" y "Allegretto".
 
La intérprete se jorobaba la espalda. Estaba en trance absoluto. Las manos acariciaban las teclas en los momentos de calma y dulzor, hasta que los dedos se transformaban en armas de ataque para hacer las notas graves y los ritmos trepidantes. Pasaba de la alegría a la angustia.
 
Continuó con "Octavo novelette" de Robert Schumann antes de dar paso al intermedio. Al concluir cada pieza, el público se entregó en aplausos y ella respondió con sonrisas.
 
Tras la pausa, quedaba mucho por escuchar, pues Désert regresó para tocar "Liebestodt", la transcripción al piano de Franz Liszt de uno de los actos de la ópera "Tristán e Isolda", original de Richard Wagner. Después vinieron "Nocturne opus 15 No.1", "Fantasía Op. 49 en fa menor" y "Nocturne opus 27 No.1", todas de Federico Chopin. El concierto finalizó con "Miserere du Trouvère", también de Wagner/Liszt.
 
PARA SABER

Claire Désert estudió en el Conservatorio de París cuando tenía 14 años, y después en el Conservatorio Chaikovski de Moscú. Ha realizado recitales como solista en numerosos festivales internacionales y colabora frecuentemente con varias orquestas francesas.