Del coqueteo entre literatura y ciencia

GUADALAJARA, JALISCO (01/DIC/2011).- A Jorge Volpi se le puede ver paseando por los pasillos de cada edición de la Feria Internacional del Libro, acompañando escritores, en entrevistas con los medios... en fin, ya forma parte de las estampas típicas.

Este jueves, Volpi toma más protagonismo por 50 minutos porque trae un ensayo bajo el brazo, se trata de “Leer la mente” un ensayo que transita entre las fronteras de la literatura desenfadada y el ensayo científico.

Por la presentación de José Manuel Sánchez Ron, físico, historiador de la ciencia y académico de la Real Academia Española de la Lengua; se entiende que la obra intenta describir cómo nos transformamos en materia que piensa en la materia”.

Si tuvieramos que definir a un protagonista en esta obra, serían las llamadas “neuronas espejo”, un descubrimiento científico relativamente reciente que se encargan de darnos la posibilidad de imaginar e incluso imitar lo que captamos en la ficción.

En “Leer la mente”, Volpi se cambia de vestuario constantemente y hace que el novelista dé paso al filósofo científico, según relata Sánchez Ron además prevé que la obra se convierta en un clásico de la filosofía. La lectura de este ensayo promete no sólo la literatura disfrutable sino también enriquecimiento intelectual.

Ante sus lectores que atiborraron el Salón 3 de la Expo, Volpi habla mucho, habla en primera persona y se describe como “el escritor que trata de llegar al camino de la ciencia”. Durante gran parte de la presentación narró como en sus años de escuela se entusiasmaba con cualquier lección que tuviera que ver con las matemáticas, pero al decidirse ir a estudiar literatura eso desapareció y se sintió “arrebatado de un mundo que me gustaba”.

“Leer la mente” despierta interés en el público, prueba de ello es que en todo momento la puerta del recinto estuvo abriéndose constantemente para que ingresaran más personas a pesar de que se percibía un lleno total; hasta el técnico de sonido estaba tan atento a lo que se decía en la mesa que descuidó los controles y ocasionó un extraño ruido en los altavoces que fue tomado por mofa por el autor y hasta bromeó con explicar el efecto “bucle”.

No obstante, es evidente que la descripción de la maquinaria cerebral también puede resultar cansada para los lectores. Justo a la mitad del tiempo programado, se observó que una señora perdió la fuerza del cuello y dio un cabezazo al aire.

Para romper el enfado, ocasionado también en parte por el aire acondicionado apagado, Jorge Volpi atinó a decir: “Yo soy mi mejor novela y ustedes, por supuesto, mi mejores personajes”, lo que ocasionó la primer tanda de aplausos antes de terminar la presentación.

¿De quién le gustaría leer la mente?

“De Jesús. Saber cuáles eran sus contradicciones”. Alejandro Aguirre, lector de La Paz, BCS.

“De Gandhi. Debió haber tenido, aún cuando siempre dijo lo que pensaba, lugares ocultos que le orillaron a hacer lo que hizo”. Elba Maldonado, lectora de Morelia, Michoacán

“María Teresa de Calcuta. Quisiera saber porqué le nació esa protección a la gente más pobre”. Socorro Romero, lectora de Morelia, Michoacán

FRASE

“La exposición prolongada a ficciones nos ayuda a seguir afianzando la idea de que todos somos iguales, de que formamos parte de esta novela a la que llamamos humanidad”. Jorge Volpi, autor de “Leer la mente” (Alfaguara, 2011)

EL INFORMADOR / SERGIO RODRÍGUEZ