Viernes, 20 de Septiembre 2024
Cultura | Cronista considera que es un arte que debe apoyarse aún más

Debe considerarse la cerámica de Jalisco como un arte

Debe pasar de su mero valor utilitario al reconocimiento mundial por su valor artístico

Por: NTX

La producción de artículos en cerámica es diversa y extraordinaria. INFORMADOR ARCHIVO  /

La producción de artículos en cerámica es diversa y extraordinaria. INFORMADOR ARCHIVO /

GUADALAJARA, JALISCO (14/AGO/2010).- El cronista Bernardo Carlos Casas afirmó que del uso utilitario prehispánico, la cerámica artesanal de Tlaquepaque y Tonalá pasó a obtener el reconocimiento internacional por sus técnicas, decorados, pintados, creatividad y belleza.

En entrevista con Notimex, dijo que en tiempos prehispánicos se hacía un tipo de cerámica tosca para uso ritual y cotidiano, y se tiene la necesidad de hacer cerámica utilitaria, para uso personal, para cocimiento de alimentos, para trasladar agua o guardar semillas.

Manifestó que durante la conquista comienza a diversificarse un poco la cerámica; los españoles traen las técnicas de la greta y el torno, para hacer las vasijas con una forma más simétrica.

Señaló que los antepasados ya hacían la cerámica policromada, pero no les duraba nada porque eran a un solo cocimiento, y cuando llegaron los españoles se aplica lo que llaman greta, y empiezan a hacer ollas vidriadas, que no habían tenido nunca.

Agregó que en el periodo colonial se comprueba que no hay tierras tan buenas como las de Tonalá y Tlaquepaque, en especial en lo que ahora es El Rosario, donde existe una tierra tan fina, con la que hacen vasijas tan parecidas a la porcelana.

En tiempos de la Colonia, los españoles introducen nuevas técnicas, y la cerámica de Tonalá, con las decoraciones especiales que los tonaltecas tienen, empieza a tener mucha aceptación mundial, apuntó.

Comentó que los artesanos en Tlaquepaque destacaron por sus jarros de barro de olor; esto tiene mucho que ver en el desarrollo de su artesanía en barro, porque los mandan a Europa por los puertos mexicanos.

"Si tomas agua de un botellón de barro sabe diferente a la de uno de vidrio o de cualquier otro material, ya que ese barro conserva frescura y peculiar aroma", puntualizó.

Mencionó que los jarros de Tlaquepaque son muy famosos, tanto que todavía en el siglo XX se compusieron canciones que incluyen a los olorosos jarritos de Tlaquepaque.

Expresó que la cerámica pasa por etapas difíciles, Tlaquepaque produce en un tiempo sólo ladrillos de piso y tejas de barro, en otro tiempo hace jarros y en el siglo XIX empieza a hacer monos de nacimiento, que llegan a ser los mejores en barro a nivel nacional.

Agregó que alfareros y ceramistas también se especializaron en retratos de barro de personas famosas y de personajes comunes del pueblo, hacen al general Porfirio Díaz, a Benito Juárez, a Sebastián Lerdo de Tejada, etc., con un parecido sorprendente.

Bernardo Carlos Casas relató que existe una anécdota de que Porfirio Díaz, asombrado del parecido que tena en un retrato de barro, llamó al artesano Pantaleón Panduro para que vaya a Roma a estudiar, pero éste no quiso ir a Italia.

Pantaleón Panduro hizo cerámica de excelente calidad en lo que le llaman figura de nacimiento, fue un magnífico fisonomista o retratista, apuntó.

Explicó que la artesanía de Tlaquepaque y Tonalá es reconocida a nivel mundial por sus técnicas y pintados; la loza del siglo XIX de Sayula fue también muy famosa, sobre todo por un tono azul que tenían muy especial, que nunca en Tlaquepaque pudieron igualar.

Resaltó que tanto fue la fama de la cerámica de Tlaquepaque que cuando viene Jorge Wilmot, se empiezan a meter otras técnicas como fue la cerámica de alta temperatura, con lo que se logra una calidad excepcional.

En 1976 se crea un premio de artesanías y en 1977 se considera necesario que exista un reconocimiento para esta talentosa gente y se establece el primer Premio Nacional de la Cerámica, con dos categorías: barro tradicional y cerámica contemporánea.

El cronista municipal de Tlaquepaque desde hace 20 años añadió que al paso del tiempo el Premio Nacional de la Cerámica suma otras categorías para los galardonados.

Indicó que en 1997 se inauguró el Museo del Premio Nacional de la Cerámica con el nombre "Pantaleón Panduro", quien fue un personaje muy hábil para la cerámica, y ahí se albergan sus piezas y las de los ganadores del Premio Nacional de la Cerámica.

Subrayó que a lo largo de la historia diversas obras jaliscienses han sido exhibidas en Europa, hay casas en ese continente que sabiendo de la técnica que acompaña para hacer esa pieza, las tienen en rincones especiales como altares.

El escritor de varios libros como "Spavento historias, mitos, leyendas y efemérides de Tlaquepaque", "El premio nacional de la cerámica", entre otros, resaltó que la cerámica mexicana es reconocida a nivel mundial.

La cerámica es un arte que debe apoyarse, y el Premio Nacional de la Cerámica impulsa el trabajo de los artesanos para que preserven la tradición de producción de obras con la diversidad de materiales y estilos que existen en la actualidad, puntualizó.

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