Debaten sobre el vínculo entre educación y teatro

GUADALAJARA, JALISCO (11/JUN/2013).- Para conocer el vínculo entre el teatro y la educación y cómo se retroalimentan en diversas nacionalidades, la XI Semana Internacional de la Dramaturgia Contemporánea ofreció una mesa redonda con la participación de cuatro especialistas en el tema. Los dramaturgos Pilo Galindo, Maribel Carrasco y Pedro Bricio, así como el editor belga impulsor del teatro para jóvenes Emile Lansman, expusieron la problemática que presenta Francia, México y Brasil alrededor de dicho tema.

Bajo la moderación de Boris Schoemann, el debate inició a las 11:00 horas de este lunes 11, con la palabra de Emile, que ofreció un panorama de lo que se ha hecho en Bélgica y algunos países europeos.

Recordó que en las primeras décadas del siglo XX era una obligación moral llevar a los jóvenes de 12 años al teatro. Cerca de 800 espectadores que no sabían lo que iban a ver llenaban las butacas y muchos salían afirmando que no les gustaba el teatro.

"Así viví mi acercamiento al teatro", sentenció el editor belga. "Después de la Segunda Guerra Mundial surgieron grandes proyectos como La cultura en casa de todos. Movimientos que llevaban el teatro al público y no viceversa. Eso propició el inicio a un cambio".

La manifestación referida se interesó en aumentar los rangos de edad en el público. Durante la Primavera del 68 se logró cambiar la mirada hacia el niño y la adolescencia. A través de maestros y animadores culturales lo volvieron un ser pleno que podía ser interlocutor de manifestaciones artísticas teatrales. Ya no se formaban "futuros" públicos, pues ellos ya eran público. Todo este movimiento se hizo al margen de la práctica de la educación.

Así, se presentaron dos enfoques: educar para ver mejor y ver mejor para educar. El primero pensaba estimular códigos previos para prepararse como espectador, mientras que el segundo enfoque era ver el teatro como pretexto para educar, no sólo en temas de arte, sino también moral y científicamente.

De esta manera, en la Bélgica francófona hubo un cambio. Al principio se buscaba que hubiera una mayor cantidad de público. Luego se creó una asociación que impulsaba la dramaturgia realizada hoy en día que derivó en el proyecto de Lansman, Primavera teatral, que publica la escena para adolescentes en Bélgica y antologías de teatro para adolescentes.

Más tarde, Maribel Carrasco tomó la palabra para hablar de la tradición de teatro y educación en México. "Sa trata de una tradición que viene de los años 30, donde la SEP apoya compañías de títeres que educan sobre moral e higiene, así como para fomentar un nacionalismo".

Recordó así el programa de teatro escolar, en el que unas comisiones seleccionaban las piezas didácticas y supervisaban artistas para que su trabajo estuviera de acuerdo con los lineamientos de la educación, que estipulaban al teatro como una forma "divertida" para aprender a vivir en armonía con los demás. Por lo tanto, las manifestaciones teatrales sólo se veían como vínculos para aleccionar al público.

Hasta hace diez años, hubo un cambio, concluyó la dramaturga: "Las instituciones como el INBA nos comenzaron a escuchar y se crearon comisiones entre maestros y artistas. Veíamos en conjunto las obras que se proponían para teatro escolar. Los maestros tenían una visión contraria a la nuestra, pero accedían. Así nos fuimos alejando de que el teatro para niños debe educar para vivir".

A ello, Pilo agregó su experiencia en Ciudad Juárez. "A raíz de una circunstancia extraña comencé a escribir teatro para adolescentes. A partir de ese texto, Curva Peligrosa, me dí a conocer como dramaturgo".

En esta pieza los personajes se comunican a través de lenguaje de adolescentes y se retrata la experiencia de unos jóvenes de secundaria.

A partir de ello comenzó a impulsar el teatro en las comunidades e invitó a niños de su cuadra a participar como actores de teatro. Una de sus principales inquietudes por impulsar esta actividad fue el intentar alejar la juventud de la violencia en Ciudad Juárez.

"Existe la necesidad de un debate para que las autoridades concatenen el teatro con el sistema educativo. Si el gobierno apostara por el teatro que se está creando actualmente habría un gran cambio", aseveró.

Finalmente Pedro Bricio, dramaturgo brasileño, expuso que, a pesar de que su país ocupa el séptimo lugar en economía del mundo, respecto al PIB, en educación se encuentra muy por debajo de la media internacional.

Ello, considera, repercute en la apreciación del teatro, pues el 60% de la población no ha pisado un teatro y sólo el 14 por ciento de ellos acude regularmente.

El debate concluyó alrededor de las 13:00 horas. Las mesas redondas continuarán en el marco de la Semana Internacional de la Dramaturgia Contemporánea, en el Salón LARVA, ubicado en Juárez esquina con Ocampo, Zona Centro, junto al área de biblioteca del recinto.

EL INFORMADOR / RUBÉN GIL