Cultura | POR MARÍA PALOMAR De lecturas varias La Crónica es una joya bibliográfica y un libro literalmente monumental, que mide 48 X 30 centímetros y tiene unas 150 páginas y muchísimas ilustraciones Por: EL INFORMADOR 28 de noviembre de 2010 - 04:45 hs María Palomar. / Merece felicitaciones el Ayuntamiento de Zapopan por haber publicado para las efemérides de 2010 una edición facsimilar de la Crónica oficial de las fiestas del primer centenario de la independencia de México, que originalmente vio la luz en septiembre de 1911. En el prólogo, Genaro García, quien estuvo al frente de la Crónica, explica cómo en agosto de 1910 el Secretario de Gobernación, Ramón Corral, le encargó el trabajo. García se vio muy valiente aceptándolo, pues además de que la fecha era muy tardía como para inventar de repente un proyecto de tal magnitud, las dificultades prácticas eran enormes simplemente por la cantidad de material que había que procesar a partir de (literalmente) cientos de recepciones, inauguraciones, desfiles, congresos, exposiciones, discursos y fotografías de unas fiestas muy nutridas y bien organizadas que le salieron redondas al gobierno de Porfirio Díaz. La Crónica es una joya bibliográfica y un libro literalmente monumental, que mide 48 X 30 centímetros y tiene unas 150 páginas y muchísimas ilustraciones. Ya hace cerca de veinte años el Centro Condumex lo había también publicado. A pesar de que la tecnología digital no permite (por lo menos no todavía) reproducir la magnífica textura de las placas grabadas del original, el facsimilar deja apreciar la calidad general del libro, su cuidadísima impresión, el profesionalismo de los tipógrafos de la época y el esmerado trabajo de redacción y cuidado de los textos, difícilmente comparables con nada de lo publicado en años recientes, por lo menos en México. Genaro García también da las gracias muy cumplidamente a sus colaboradores y cuenta cómo, víctima de las prisas y los tiempos fiscales que torturan probablemente desde Pericles a todos los gobiernos, tuvo que mutilar la auténtica obra de romanos que había construido para que el libro saliera "en cuanto apenitas", como también suele suceder en esos casos. Y, pese a todo, es una maravilla de libro. Los dos primeros capítulos se centran en las representaciones internacionales que tomaron parte en las fiestas; las fotografías de embajadores y generales con sus uniformes, de las casas donde se alojaron y de las ceremonias para recibirlos son una delicia. Es curioso ver la gran cantidad de fotos donde se intenta con mayor o menos éxito mostrar la iluminación nocturna de edificios y calles, lo que deja ver la voluntad por subrayar la modernidad del país y del régimen. También vale la pena fijarse en el paisaje urbano de las fotografías de desfiles y ceremonias. Y llaman la atención las numerosísimas obras de beneficencia y asistencia social que se pusieron en servicio y también las obras públicas en construcción o inauguradas durante las semanas que duraron las celebraciones. Ojalá que una buena proporción de los escasos dos mil ejemplares del tiraje zapopano de esta Crónica hallen el camino a las bibliotecas de las escuelas y facultades. Temas Tertulia De lecturas varias Lee También Lecturas para niños para el Día de Reyes 5 Lecturas para lograr un estado de serenidad en este Día Internacional de la Paz Libros para empezar a leer Qué leer: Nuevas propuestas editoriales Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones